Con el aroma del Día de las Librerías aún flotando en el aire, me asalta la nostalgia de un libro que he dejado morir hace apenas unos días. Ya he pasado las tres primeras etapas del duelo, la negación, la ira, la negociación, y cada vez estoy más cerca de aceptar la realidad, pero sigo inmerso en la depresión, la cuarta etapa del proceso.