El quinto oro para Carolina Marín, el oro más difícil y el más deseado

Aunque sólo tiene 23 años, para Carolina Marín subir a lo más alto del podio ya es una rutina. Al margen de sus títulos en el Circuito Súper Series, la onubense atesora dos Campeonatos del Mundo y dos Campeonatos de Europa, pero el oro olímpico tiene un brillo especial para la onubense.

Tanto es así que la canterana del IES La Orden ha sacrificado toda una temporada para preparar a conciencia los Juegos de Río de Janeiro. Durante estos meses, no ha ganado un solo título, e incluso ha renunciado a disputar un par de torneos. Siempre pensando en Brasil. Siempre pensando en el oro.

Fue objeto de críticas por ello, como también lo ha sido una vez que arrancó el cuadro olímpico por sus gritos o sus declaraciones sobre la lesión de Li Xuerui. Y tampoco fue fácil llegar a Río, pues por el camino perdió a su entonces principal patrocinador y a su psicológo de confianza.

Todos los pesares y los duros e innovadores entrenamientos en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid han merecido la pena. Por eso las lágrimas de Carolina Marín en el podio. Son de felicidad, sí, pero también de rabia, porque ella sabe muy bien lo que le ha costado colgarse el oro más difícil y el más deseado.