domingo. 01.06.2025
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La grave situación de la Sanidad en Huelva

Dura denuncia de ONUSAP: El Juan Ramón Jiménez es un hospital fallido por la falta de interés del SAS

El colectivo en defensa de la Sanidad Pública denuncia en un escrito el "abandono institucional, un Juan Ramón Jiménez desbordado al asumir toda la carga de trabajo de la provincia, convirtiendo poco a poco a aquel centro (Infanta Elena) en una mezcla de CHARE infrautilizado y residencia, que aporta poca ayuda a la crítica situación del JRJ, ni siquiera para aligerar las largas listas de espera de pruebas diagnósticas".
Autoridades sanitarias en una visita hospitalaria
Autoridades sanitarias en una visita hospitalaria
Dura denuncia de ONUSAP: El Juan Ramón Jiménez es un hospital fallido por la falta de interés del SAS

Dura carta de los trabajadores y trabajadoras sanitarios del Hospital Juan Ramón Jiménez por las condiciones en las que desarrollan su labor. Escrita bajo el título:  LLAMADA DE AUXILIO A PIE DE CAMA: Los trabajadores del hospital Juan Ramón Jiménez no podemos más.

En este escrito que se conoce después de salir a la luz el balance de una década del Monitor de Reputación Sanitaria que muestra con varios miles de encuestas profesionales el declive del centro sanitario denuncian que  "llevamos mucho tiempo viviendo una situación insostenible que cada año empeora a pasos agigantados. El hospital ha colapsado por completo debido a la falta de interés, convirtiéndose en una infraestructura sanitaria fallida que acumula problemas que se han vuelto estructurales, como la falta de mantenimiento, el fallo de maquinaria (llevamos dos años para que arreglen un ascensor y ya perdimos la cuenta del tiempo que llevamos sin aire acondicionado funcional en verano) o la falta de espacio tanto para el material (el “patio de los potos” hace tiempo que se convirtió en un almacén de maquinaria y camas), como para los pacientes (y no, a pesar de lo que se está diciendo estos días, no hay camas cerradas; ojalá fuera ese el problema porque tendría fácil solución)".

Tras avanzar y denunciar este paisaje señalan que "sin embargo no es eso lo peor, lo más grave es que no parece que haya nadie en los puestos de responsabilidad que quiera solucionar las cosas. Los políticos cierran los ojos ante la situación y no reconocen ningún problema, por lo que es imposible que lleguen las soluciones".

"La Gerencia, ni está ni se la espera (dimos la bienvenida al nuevo gerente a su llegada el día 2 de abril de 2024 con un escrito firmado por gran parte de los trabajadores del área de hospitalización haciendo un resumen de los problemas que veníamos sufriendo y solicitando una reunión con él para tratarlos en persona. Aún esperamos respuesta); una Gerencia cuyo proceso de elección fue buena muestra de otro grave problema que afecta a la sanidad onubense: un nombramiento con connotaciones políticas, salpicado de vetos y enfrentamientos por motivos ideológicos y personales, y tras retirarse la otra candidatura por estos motivos".

Por su parte, añaden: "la Dirección de Enfermería, afortunadamente, está en proceso de cambio. Y decimos afortunadamente porque aunque no sabemos cómo serán los nuevos, el equipo saliente ha sido autoritario y nefasto desde la pandemia, cuando no reconocían el problema y llegaron a prohibirnos usar mascarillas cuando ya el COVID había hecho acto de presencia en otras comunidades porque, según ellos, “alarmábamos a la población”, mientras ignoraban nuestras quejas sobre la falta de material de protección".

"Con respecto a las Supervisiones, a veces indolentes, a veces desbordadas, están vacantes en varias plantas ya que nadie quiere dar un paso que trae consigo comerse muchos marrones que les cuelgan desde arriba (el último fue el de cargarse las guardias y al equipo de enfermeros de endoscopias, precarizando aún más el servicio", recalan en el comunicado enviado por Onusap.

En cuanto a las Jefaturas Médicas, la mitad están preocupadas por la situación, pero nadie da la cara para revertirla, y la otra mitad parece más preocupada por su trabajo en la privada.

Ni los sindicatos se libran de las críticas: "Luego están los sindicatos, muchas veces dejando la sensación de velar más por los intereses de los cargos del hospital que de los de los trabajadores, y a los que hay que empujar para que se muevan y se echa de menos en planta, para que conozcan de primera mano las carencias y exigencias del trabajo asistencial. Y ya ni hablamos de convocar movilizaciones reales, en vez de hacer el paripé con concentraciones en la puerta del hospital a la hora en la que estamos en pleno pico de trabajo y no podemos acudir o recogidas de firmas absurdas que sirven para hacerse la foto, pero no para luchar por nuestros derechos y reivindicaciones".

Por último, no podíamos quitarnos parte de la responsabilidad, compartida aunque no proporcional, ya que el grueso de los profesionales, muy dados a criticarlo todo en vestuarios y controles de enfermería, se muestran sumisos y pasotas a la hora de reclamar o luchar por sus derechos cuando hay que pasar a la acción.

En resumen, un cúmulo de despropósitos, insisten en su escrito, que se suman a lo que califican de "abandono institucional, un Juan Ramón Jiménez desbordado al asumir toda la carga de trabajo de la provincia, tras asumir tras la fusión gran parte de la asistencia que antes se prestaba en el Infanta Elena (Neurología, Ginecología y Pediatría), convirtiendo poco a poco a aquel centro en una mezcla de CHARE infrautilizado y residencia, que aporta poca ayuda a la crítica situación del JR, ni siquiera para aligerar las largas listas de espera de pruebas diagnósticas".

Algunos de estos problemas hubieran tenido solución si se hubiera materializado el proyecto del Materno-Infantil que se hizo hace ya años y que contó con la participación de muchos de los profesionales del centro. Sin embargo, después de innumerables idas y venidas por motivos políticos, el nuevo proyecto se ha recortado dejándolo en poco menos de la mitad de lo previsto, con el visto bueno de nadie sabe bien qué “expertos profesionales” del hospital. "Por tanto, nos tememos que nos tendremos que conformar de nuevo con otro parche, si es que llega a buen término, porque lo único seguro es que nos lo intentarán vender de nuevo una vez se acerquen las próximas elecciones", apuntan.

Falta de personal

En el escrito recalcan que "otro de los males que llevamos arrastrando ni sabemos desde cuando es la falta de personal. Vemos a menudo en prensa a nuestros políticos locales, hablando de la falta de médicos, un problema agravado por la eliminación del complemento de exclusividad, que supuso una migración masiva a la privada que es bien conocida a causa de los problemas que ha producido en servicios como el de Anestesia, que ha causado una merma de las cirugías que roza lo criminal. Pero no sólo necesitamos médicos, la falta de enfermeras, TCAES y celadores no es problema del MIR, como tanto les gusta mencionar a algunos, dentro de una riña política que a los trabajadores nos tiene más que cansados y de la que ni somos ni queremos ser parte. En el SAS llevan casi cuatro años sin actualizar la bolsa, lo que supone cuatro promociones de todas esas categorías, es decir, miles de profesionales, que no pueden ser contratados siguiendo un proceso más o menos efectivo y transparente, pues no constan siquieran en las listas. Eso sí, esta situación da pie a que en verano, cuando aumenta el número de contrataciones, se pueda contratar a dedo, si es que queda alguien en Huelva que no haya “huido” a cualquier otra comunidad. Las TCAES sufren desde hace más de un año el déficit de profesionales, no se cubren las bajas por enfermedad, jubilación o matrimonio (a más de una compañera le han puesto problemas en la elección de fechas de su boda o han querido negarles su permiso, a estas cotas hemos llegado en este hospital), cuando tenemos a cientos de ellas en el paro o desperdiciando su formación en la hostelería y otros empleos".

La situación es muy preocupante:  "hemos llegado hasta tal punto que ahora, en plena ola de alta frecuentación (una alta frecuentación no reconocida porque no cumple al pie de la letra las estadísticas en papel que tanto les gustan a las altas esferas, pero que reconoce cualquier profesional o persona externa que pase por el hospital), estamos teniendo de forma habitual varios servicios en los que los equipos están incompletos y no se están cubriendo a las compañeras ausentes, por lo que el mismo trabajo recae en un número menor de personas, con la consecuente merma en los cuidados y quejas de los usuarios, que apuntan, a menudo y erróneamente, a un personal extenuado y que poco puede hacer, dando lugar a un aumento de agresiones en nuestra provincia en los últimos años, porque es contra los que estamos a pie de cama o de mostrador, con quien se paga los desmanes de los responsables políticos. Y es que todos sabemos que la orden de no contratar viene de Sevilla, donde este hospital se ha convertido en la última prioridad, tal es el conformismo de quienes lo dirigen. Los últimos días están siendo especialmente duros, y raro es el que no tenemos que notificar riesgos y bajas de compañeras por ataques de ansiedad, algo que haría saltar las alarmas a cualquier servicio de prevención, pero aquí seguimos con las mismas fórmulas, hasta no sabemos muy bien cuándo ni qué tiene que pasar".

"Podríamos seguir durante varias páginas denunciando los males que están destruyendo nuestro hospital; de las listas de espera quirúrgicas que se intentan arreglar con planes de choque fallidos año tras año; de la infrautilización de servicios que podrían mejorar trabajando los fines de semana, como el radiodiagnóstico; del abandono de muchos pacientes que no pueden tener su tratamiento en fecha porque unidades como las de Hospital de Día Oncológico se han quedado pequeñas y obsoletas, o no cuentan con personal suficiente como la Farmacia, etc., pero creemos que los responsables de solucionarlo son más que conocedores de la situación extrema que sufrimos. Por eso, queremos hacer una llamada de atención a través de este canal público para que la población sea consciente de nuestra situación y cada uno, desde su parcela, reclame a quien corresponda sus derechos y luche por hacer al hospital de referencia de la provincia, una verdadera institución sanitaria de la que sentirse orgullosos".

Desde aquí animamos a todos los usuarios, pacientes y familiares que sean testigos de situaciones como las descritas y muchas otras que suceden cada día en este hospital, a reclamar por escrito, a volver a hacerlo en el Distrito Sanitario y la Delegación de Salud si no reciben respuesta, y a exigir a los representantes políticos, sean de su partido o del contrario, una sanidad pública de calidad libre de intereses partidistas. Un día u otro todos acabaremos pasando por el hospital, por lo que estamos plenamente convencidos que ésta es una lucha de todos.

Mientras, "tened claro que, a pesar de las adversidades, los trabajadores del hospital Juan Ramón Jiménez os recibiremos con los brazos abiertos, ya que amamos nuestro trabajo. Ojalá pronto nos dejen realizarlo en las condiciones dignas de las que ahora mismo carecemos, con la “humanidad” de la que tanto presumen en actos institucionales", concluye la nota.

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