CCOO denuncia graves problemas en la farmacia del Hospital Juan Ramón Jiménez

El incremento de actividad unido a la falta de técnicos y técnicas en farmacia viene ocasionando, desde hace al menos dos años, serios problemas para afrontar las necesidades de medicamentos de muchos de los servicios y unidades del hospital Juan Ramón Jiménez.

Según CCOO, la actual plantilla de este personal, de unas diecisiete personas, es claramente insuficiente, estimándose que se necesitan, al menos, cuatro trabajadoras más.

Se introdujo nueva maquinaria (envasadora digital, sistema de dispensación automática pyxis y carrusel), que requiere personal dedicado a ella de manera específica, pero no se ha dotado de personal, de manera que tienen que ser operadas por técnicos/as que, para ello, han de dejar sus puestos y tareas habituales, con el consiguiente retraso en cadena.

A esto se une el que las ausencias reglamentarias de estas y estos trabajadores (IT, permisos, etc.) no se cubren, empeorando la situación.

Las consecuencias se dejan sentir en todo el hospital.

Asimismo, las unidades y servicios (quirófanos, UCI, oncología, hematología, radiología, rehabilitación, radioterapia, cuidados paliativos, consultas externas y el Hospital Vázquez Díaz en general) que no cuentan con el sistema de unidosis, (consistente en la dispensación de los medicamentos que va a necesitar cada paciente al día, de forma individualizada) deben recibir unos “botiquines” antes de las 15 horas, pero en muchas ocasiones, demoran su llegada días incluso hasta una semana.

A esto hay que unir, la preparación personalizada de medicamentos para pacientes, tanto internos como externos, y para las oficinas de farmacia, actividad ésta que tampoco cuenta con trabajadoras dedicadas, sino que se tiene que realizar por quienes ya tienen asignados otros puestos con sus tareas correspondientes.

Por otra parte, desde el punto de vista laboral, el personal de la farmacia sufre un ritmo de trabajo infernal, bajo el que, a diario, se ve sometido a un estrés y una ansiedad muy elevados y acumulativos, ya que la presión para sacar el trabajo es enorme, no pudiendo llegar a todo a tiempo.

Las consecuencias para su salud, especialmente psíquica, conllevan el que sean muy frecuentes las bajas por enfermedad que, como ya se ha señalado, no suelen ser cubiertas, agravando aún más la situación.

La Dirección del centro, hace oídos sordos a las reivindicaciones tanto del personal como de este sindicato que, en diversas ocasiones, ha pedido soluciones sin que hasta la fecha se hayan adoptado, y es responsable tanto de los daños para la salud de los y las trabajadoras, como de los retrasos en la distribución de medicamentos, lo que al final afecta a la calidad del servicio que se presta a usuarios y usuarias.

CCOO exige que se proceda de inmediato a la preceptiva evaluación de riesgos psicosociales, que debió haberse realizado con anterioridad a la instalación de las nuevas máquinas, y que se dote a la farmacia del personal suficiente sin más demora.