jueves. 28.03.2024
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¿La última oportunidad para que el Recreativo ascienda?

En el Nuevo Colombino se enfrentan a un decisión crucial con el dinero del rescate: reforzar el plantel y pelear por subir a costa de incrementar la deuda, o iniciar ya el anunciado plan de austeridad en perjuicio de los logros deportivos.
¿La última oportunidad para que el Recreativo ascienda?

El año que hoy comienza, puede significar también la última oportunidad en mucho tiempo para que el Recreativo a Segunda División. El recreativismo ha celebrado con un júbilo desbordante el nuevo rescate del Ayuntamiento de Huelva, pero probablemente no reaccionara igual ante la segunda parte del plan del Consistorio para el Decano.

Porque la hoja de ruta trazada por la consultora contratada por los políticos, contempla un plan de viabilidad que prioriza la reducción de la deuda a los objetivos deportivos. Es la misma filosofía que propone el Trust, y en ambos casos, supone renunciar al ascenso -salvo milagro deportivo- y apostar por la permanencia en la categoría de bronce.

Los números son incontestables. El plan propone limitar a 700.000 euros la inversión en la primera plantilla, la mitad del coste del actual plantel y de los equipos de temporadas anteriores. En esas condiciones, será imposible tener un entrenador de la talla de Salmerón y jugadores como Marc Martínez, Pablo Andrade, Iván González, Israel Puerto, Tropi, Llorente, Quiles, Carlos Martínez o Caye Quintana.

Cierto que se deja abierta la puerta a un mayor desembolso en futbolistas, siempre y cuando el Consejo de Administración sea capaz de incrementar los ingresos. Algo muy difícil de imaginar visto lo sucedido estos últimos años, pues al margen de la campaña de abonados (entre 700.000 y 900.000 euros anuales) y los 14 millones de euros del Ayuntamiento, poco dinero ha entrado en las arcas albiazules.

Y no hay razones para pensar que los patrocinadores privados van a cambiar y volcarse ahora con el Recre. No lo han hecho nunca, salvo honrosas excepciones, y no la harán ahora. De este modo, es más inteligente dar por hecho que cualquier plan de austeridad económica implicará la austeridad deportiva. Y rebajar las expectativas clasificatorias del equipo también puede perjudicar a la campaña de socios o la búsqueda de los codiciados 'sponsors'.

Así las cosas, el debate en las oficinas del Nuevo Colombino está servido, entre los que apuestan por gastar parte del dinero del rescate y reforzar al equipo de Salmerón para aprovechar esta última oportunidad de luchar por el ascenso con una plantilla potente; y los que prefieren sufrir varios años de economía de guerra para luego aspirar al ascenso con un club saneado financieramente.

Ambos posicionamientos tienen su lógica y comportan sus peligros. Los cortoplacistas se arriesgan a incrementar la deuda del Recreativo en otro millón de euros -el desfase estimado del presente curso ya es de 700.000 euros-, sin garantías de un ascenso seguro. De su lado, los partidarios de buscar los resultados a largo plazo se arriesgan a un posible descenso a Tercera División, que pondría en duda incluso la continuidad del club. No existe una decisión fácil en el Decano.