sábado. 27.04.2024
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Pablo Comas sigue actuando como si el Recre fuera suyo

La teoría del bloqueo por el bloqueo no se sostiene tras las firmas de los contratos de Juanma Rodríguez y Rubén Gálvez. La impresión es que el consejero delegado sanciona con su firma aquellas decisiones con las que está de acuerdo y se niega a hacerlo con aquellas otras que no comparte. Es una estrategia legal.
Pablo Comas sigue actuando como si el Recre fuera suyo

Los políticos, los empleados y hasta algunos jugadores han denunciado que Pablo Comas practica un bloqueo que mantiene paralizado al Recreativo, aprovechándose de su posición como consejero delegado y disponiendo de su firma como arma de destrucción masiva del club. La acusación seduce porque apunta al sospechoso habitual, pero no se sostiene a la luz de los últimos acontecimientos.

RUBEN GALVEZPorque si el madrileño sólo persigue el bloqueo, ¿por qué firmó el contrato de Juanma Rodríguez? ¿Por qué ha llegado a un acuerdo con Dani Sotres? ¿Por qué renovó a Rubén Gálvez? Y, en el lado contrario, ¿por qué se no da el visto bueno a otras operaciones? ¿O a la participación del club en el Trofeo Colombino?

Más que un bloqueo, da la impresión de que el empresario continúa actuando como si aún fuera el propietario del Decano, sancionando con su firma aquellas decisiones con las que está de acuerdo y negándose a hacerlo con aquellas que no comparte.

berges trainerEl caso del entrenador es sintomático. El todavía consejero delegado albiazul no firmará el contrato de Rafa Berges porque es la apuesta de Jesús León, el posible nuevo dueño tras una expropiación que el madrileño no reconoce. Aparte de estar en desacuerdo con el trato dispensado a Alejandro Ceballos. Y si dependiera de él, tampoco renovarían Zamora y Jesús Vázquez, con los que ha mantenido una agria disputa personal y laboral.

En el fondo de todo esto se adivina una estrategia legal. Pablo Comas ha denunciado la expropiación en los tribunales y solicitado medidas cautelares para que le devuelvan la propiedad del club y tiene que actuar en consonancia. Si dejara hacer y deshacer al Ayuntamiento a estaría reconociendo implícitamente que acepta la expropiación.

Pero hay un cabo suelto. Si Comas sigue actuando como dueño, ¿por qué descarga en el Ayuntamiento la responsabilidad de pagar a los empleados? Un hecho que podría interpretarse como un reconocimiento por su parte de que el club es propiedad del Consistorio. Claro que el madrileño se ha cubierto las espaldas al señalar que los políticos se comprometieron a abonar los atrasos a los trabajadores y no cumplieron.