El nuevo dueño del Recre incumple el contrato al no hacer pública la compra
El Recreativo está vendido desde el 28 de abril, tal y como avanzó DiariodeHuelva.es, y sin embargo el grupo empresarial onubense que ha adquirido el 75% de las acciones del Decano que controlaba Gildoy España a cambio de un euro, no ha pasado por la notaría ni ha hecho pública su condición de nuevo dueño.
Una decisión que ha generado un mar de incertidumbre entre los aficionados albiazules y, peor aún, puesto en peligro la compra-venta del club que, tras superar el escollo judicial, ahora, en cualquier momento puede verse anulada por incumplimiento de contrato. Es un plus de inestabilidad en el momento más inoportuno.
Como suele ser habitual en este tipo de operaciones, el contrato delega en la parte compradora la potestad de hacer público el acuerdo, en esta ocasión, con el 4 de mayo como límite máximo para elevar a público la escritura. La fecha ha pasado y el comprador no ha cumplido, y sigue sin hacerlo, a pesar de ser requerido a ello por el vendedor.
Los abogados del grupo empresarial onubense justifican el retraso por el cierre de la hoja registral del Recreativo y por la celebración de la Junta General de Accionistas, en la que esperan conocer la realidad económica del club a partir de una auditoría encargada por los propios empresarios de Huelva.
Sin embargo, fuentes judiciales consultadas por DiariodeHuelva.es, aseguran que el cierre de la hoja registral no interfiere en ningún proceso de compra-venta, sólo en su inscripción en el Registro Mercantil, pero nunca en su desarrollo, validez o legalidad.
La segunda justificación también llama la atención, pues en el contrato privado entre Gildoy y el grupo empresarial onubense se pone en conocimiento de ambas partes la situación patrimonial, contable y fiscal del Recre cerrada a fecha del 28 de abril.
La demora puede obedecer a las dudas que existen en el entorno albiazul sobre la capacidad económica del nuevo dueño para hacer frente a la inversión que necesita el Decano, comenzando por los dos millones de euros necesarios para cerrar la presente temporada y esquivar un descenso administrativo a Tercera División. Descenso del que aún no está libre el Decano por la vía deportiva.
Este retraso ha causado sorpresa en el Ayuntamiento, que ha permanecido al tanto de las operaciones. En las dependencias municipales esperaban que el anuncio del cambio de propietario se hubiera hecho público ya, lo que habría aliviado el calvario de técnicos, jugadores y empleados, sometidos a impagos desde hace meses, y añadido un plus de estabilidad a un equipo que se juega la vida.
