jueves. 25.04.2024
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Mantener a raya a los mosquitos y detectar a tiempo el virus de la Fiebre del Nilo

El Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva acaba de poner en marcha su Plan anual de Actuación 2023 para el control integrado de plagas de mosquitos. Junto a la Junta intentan prevenir un nuevo brote del Virus del Nilo, que causó estragos en 2020 y sigue presente.
Mantener a raya a los mosquitos y detectar a tiempo el virus de la Fiebre del Nilo

El Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva acaba de poner en marcha su Plan anual de Actuación 2023 para el control integrado de plagas de mosquitos, que se va a desarrollar en los municipios de Aljaraque, Almonte, Ayamonte, Cartaya, Gibraleón, Huelva, Isla Cristina, Lepe, Palos de la Frontera, Punta Umbría, Moguer y San Juan del Puerto.

Se apuesta por un amplio abanico de estrategias de control que se desarrollan de enero a diciembre con el objetivo de limitar el desarrollo de las plagas de mosquitos en todos los municipios costeros y de aquellos que se localizan en las riberas de los principales estuarios. El plan incluye estrategia de lucha y control para detectar a tiempo el virus de la Fiebre del Nilo.

Fumigaciones en zonas urbanas
Fumigaciones en zonas urbanas

En un contexto actual marcado por la sequía y, al contrario que en otros ámbitos, la ausencia de lluvias favorece que haya menos mosquitos, sobre todo en las zonas urbanas.

Sin embargo, las mareas siguen inundando las marismas, propiciando la proliferación de las poblaciones larvarias, por lo que es fundamental no bajar la guardia y continuar actuando en las zonas de mayor riesgo.

Esta labor del Servicio de Control de plagas, intensificada a partir de la primavera para minimizar la  presencia de mosquitos, es continua durante todo el año, desarrollándose durante los meses de invierno y buena parte del otoño trabajos destinados a la gestión del territorio en las zonas encharcables, consistentes en la limpieza y retirada de sedimentos en las redes de drenaje natural en las marismas mareales y el desbroce de la vegetación en lugares en los que supone un freno al discurrir de las aguas de marea o las de precipitación.

Con la llegada de la primavera, y hasta finalizar el mes de octubre, el incremento de las temperaturas ambientales provoca el inicio de los tratamientos de control mediante el uso de biocidas. Así, entre los meses de junio y septiembre, está prevista la actuación en 3.200 ha del litoral a través de medios aéreos – un total de 4 vuelos- y terrestres, actuando en muchas hectáreas de superficie en muy poco tiempo con aplicaciones destinadas al control de las larvas de mosquitos.

Un operario fumigando
Un operario fumigando

Desde esta Unidad de la Diputación, se apuesta por el control integrado y por la sostenibilidad, evitando la dependencia del uso de biocidas gracias a la aplicación de distintos métodos alternativos, en un contexto geográfico de máximo valor ambiental como son las marismas y sus zonas húmedas costeras.

Control integrado

El control integrado reúne distintas técnicas y métodos con el objetivo final de controlar la dinámica de las poblaciones larvarias antes de que se conviertan en plaga.

La finalidad de su uso es reducir el  impacto  de  las  plagas  de  mosquitos,  por  ser  un  claro  factor  que  afecta directamente a importantes sectores de desarrollo socioeconómicos como el turismo y la agricultura de regadíos.

El Servicio de Control de Plagas actúa salvaguardando la salud pública y la calidad  de  vida  de  un  amplio  conjunto  de  la  población  provincial, que llega a alcanzar alrededor de 660.000 personas, entre habitantes y turistas en las zonas costeras, y a la actividad económica que entorno a ellas se genera.

Es importante destacar la labor del laboratorio del Servicio de Control de Plagas, que ha supuesto un salto cualitativo en la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas, lo que permite a este Servicio estar a la vanguardia de tratamientos preventivos tan importantes y actuales para la población como el virus que trasmite la Fiebre del Nilo.

Cabe recordar que la Junta también tiene desplegado un plan de seguimiento y control para evitar la irrupción del Virus del Nilo.

Así, del 1 de julio al 15 de noviembre de 2022 se desarrolló por primera vez y de forma pionera la vigilancia entomológica de mosquitos para identificar de forma precoz la circulación del VNO en Andalucía, realizando un seguimiento periódico de las poblaciones de vectores (mosquitos) mediante 46 puntos de trampeo abarcando territorios de las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva, Málaga y Córdoba. 

Estas trampas se encuentran en 16 municipios con riesgo de Andalucía, en 7 zonas en la provincia de Sevilla a cargo de la Estación Biológica de Doñana (CSIC); y en 23 estaciones de trampeo en Huelva, a cargo del Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación Provincial. Además, esta información se coordinó y se integró con otras vigilancias realizadas en caballos y aves por las autoridades autonómicas de sanidad animal y fauna silvestre, y con la vigilancia epidemiológica humana, de las que se realiza igualmente su seguimiento desde la Consejería de Salud y Consumo. 

Trampeo para mosquitos en la EBD (Foto: EBdoñana)
Trampeo para mosquitos en la EBD (Foto: EBdoñana)

El temor al virus del Nilo es importante desde el 2020. Ahí comenzó a inundar las portadas de los periódicos. Un brote de virus del Nilo Occidental en el suroeste de la Península acabaría con 77 personas infectadas y 8 fallecidas. Era una situación sin precedentes en el país. En la Estación Biológica de Doñana se investigan las causas de todo aquello.

"Hasta esa fecha sólo se han notificado seis casos en humanos desde que se confirmó la circulación del virus en España hace casi 20 años", explica Sonia Cebrián , investigadora predoctoral de la Estación Biológica de Doñana. El virus del Nilo es un patógeno transmitido por mosquitos y circula principalmente entre estas y las aves. Sin embargo, a veces, puede infectar a otros animales como caballos y humanos, que pueden desarrollar la enfermedad, pero no transmitirla. 

Desde 2013, el virus del Nilo se ha paseado por muchos pueblos de la provincia de Huelva. Ya ese año se detectó en caballos de los municipios de La Palma del Condado, Nerva, El Campillo, Isla Cristina, Cartaya y Valverde. En 2014 afectó a equinos de Puebla de Guzmán y Paymogo y en 2015 en Moguer.

Fue en 2016 cuando la fiebre del Nilo dio un salto considerable en la provincia de Huelva. Calañas, Rociana, Almonte (por triplicado), Cartaya, Alosno, en dos ocasiones, Paterna del Campo, San Bartolomé, El Almendro, Puebla, Bollullos, Aljarque e Isla Cristina reportaron casos de esta enfermedad que ahora añade preocupación a las autoridades sanitarias andaluzas, a los veterinarios y a los servicios de detección y vigilancia epidemiológica.

De los 80 municipios que tiene la provincia de Huelva, el virus que provoca la fiebre del Nilo ha sido detectado ya en 28. Y no todos pertenecen al área geográfica más proclive a la presencia de mosquito.

Fumigaciones para evitar la proliferación de mosquitos
Fumigaciones para evitar la proliferación de mosquitos

Al margen de Almonte, que es con diferencia el territorio más afectado, ha sido datado en pueblos tan alejados de tierras marismeñas como El Campillo, Nerva, Alosno, Valverde del Camino, Calañas, Puebla de Guzmán o Paymogo y Santa Bárbara de Casa en 2021. Hasta penetró en la Sierra de Aracena, muy al norte, aunque las altas temperaturas convierten ya a este territorio en terreno propicio para acoger poblaciones de mosquitos.

Enfermedad grave y de declaración obligatoria

La Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es una enfermedad emergente en Europa y su declaración es obligatoria y urgente. Su presentación es estacional, de mayo a noviembre en nuestro medio. El agente causal es el Virus del Nilo Occidental (VNO), cuyos linajes 1 y 2 son los que hasta ahora hay evidencias que afectan a las personas. Este virus se transmite a través de la picadura de determinadas especies de mosquitos.

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