Juan José Cortés se despide del Congreso: "No será lo mismo"

Que Juan José Cortés no quería abandonar el Congreso, era un secreto a voces. Dejó de serlo cuando el PP se decidió por el alcalde de Palos, Carmelo Romero, para encabezar su lista a la Cámara Baja y dejó a Cortés en la lista al Senado. Fue entonces cuando el candidato popular rompió su silencio y clamó públicamente contra esta decisión para pedir perdón horas más tarde.

Una semana después del cierre de listas, Juan José Cortés volvía al Congreso para despedirse y dejar constancia en sus redes sociales. En su página de Facebook, Cortés contaba que había recogido sus pertenencias del despacho y había paseado como diputado por los pasillos.

"Ha sido un verdadero honor representar a mi tierra en el lugar más honorable y respetado del estado español, en este lugar, la historia y los acontecimientos que se han desarrollado han hecho grande a nuestro país del que me he sentido muy orgullosos de defender aportando mi granito de arena para hacerlo mejor y más grande", escribía el ahora candidato al Senado.

Además, continuaba dando las gracias a Huelva "y a los que confiaron en mi para que les representara. He hecho mía sus preocupaciones y sus problemas y durante estos seis meses, solo pasaba por mi cabeza la idea de registrar las proposiciones parlamentaria más necesarias para las personas o colectivos que he defendido, la infancia, los jóvenes, los ancianos o las mujeres, la ampliación de la Prisión Permanente Revisable, las carencias en infraestructuras de mi tierra o las dificultades de las personas que a veces no llegan a final de mes, eran mi principal caballo de batalla, mi obsesión y mi adrenalina para seguir peleando por sus derechos".

Cortés tiene también palabras de agradecimiento para todos los diputados y para los asistentes "que hacen que este lugar tenga ese halo familiar cuando uno esta lejos de su hogar, gracias por cuidarnos con tanta amabilidad y cariño".

Y acaba con un mensaje claro sobre su destitución, con sabor amargo: "Me marcho con la cabeza bien alta de haber servido a mi país y a mi ciudad con lealtad y entrega absoluta al servicio de los que me dieron la oportunidad de trabajar en el lugar más representativo de España. Me marcho con tristeza, esperando algún día volver con alegría. Y aunque ahora me presento al Senado, seguro, no será lo mismo. Gracias mil".