lunes. 06.05.2024
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Los voluntarios alzan la voz: La realidad de las familias onubenses empeora día a día

Las asociaciones y los voluntarios alzan la voz para lanzar un SOS ante una realidad que empeora cada día y que demuestra que la solidaridad de los onubenses ya no es suficiente.
Los voluntarios alzan la voz: La realidad de las familias onubenses empeora día a día

La solidaridad nunca es suficiente para combatir las carencias de muchas personas de nuestra sociedad. Desde que se conoció la existencia del Covid-19, muchos han sido los casos que han golpeado la realidad de Huelva. Sin embargo, la situación no sólo ha golpeado a las personas más vulnerables sino que también ha afectado al resto de ciudadanos.

Además, el parón social ha causado que muchos trabajadores hayan perdido ingresos y se encuentren en una situación económica complicada. Por ello, son muchas las asociaciones y voluntarios que alzan la voz para lanzar un SOS de ayuda ya que ven cómo la realidad de muchas familias onubenses empeora cada día.

"El usuario ha cambiado mucho a raíz de la pandemia. Antes el perfil era de gente inmigrante, toxicómanos o gente que se había quedado en la calle por circunstancias. Sin embargo el perfil de ahora es de gente como tú y como yo. Gente que se ha quedado en paro y no tiene familia que le arrope, gente que no ha cobrado ERTES y no tiene cómo subsistir... Es duro", afirma con contundencia Manuel Jesús Soriano, de la asociación Voces del Conquero.

Sólo con los datos, observamos que la pérdida de empleo es de más de un 30% con 12.359 parados más respecto al año anterior. Un golpe de realidad que dibuja una cara de Huelva que sigue pidiendo ayuda a gritos.

La afluencia a los comedores sociales ha crecido un 40%

"En Huelva hay más necesidad de la que creemos. Y por culpa del Covid nos hemos encontrado con una realidad muy distinta a la que estábamos acostumbrados", afirma Luciano Gómez, responsable del comedor social de la Barriada del Matadero. Una realidad muy dura para la que pidan ayuda.

"Ahora mismo podemos atender diariamente en el comedor en torno a 50 personas; a lo que hay que sumar el colectivo al que atendemos con el reparto de alimentos. Estamos sobre las 300 personas y hemos tenido que decir tristemente no a muchas personas", añade Luciano. Datos a los que hay que sumar a los aportados por el Banco de Alimentos, que actualmente atiende a 6.934 personas en Huelva (el equivalente a 2.311 familias de la capital) lo que supone un 20% más que antes de la crisis provocada por el coronavirus.

Bajo la coordinación de los Servicios Sociales Municipales del Ayuntamiento de Huelva, otras entidades como el Economato Resurgir tratan de ofrecer atención a una media de 35 familias al día, siguiendo el modelo de cita previa, para evitar aglomeraciones y reforzar unas medidas de seguridad que incluyen la provisión de Epis para todos los voluntarios, el uso de guantes y mascarillas para los usuarios, además de la limpieza forzosa del calzado a la entrada y la obligatoriedad de mantener en todo momento la distancia de seguridad.

La ropa, otro caballo de batalla

Desde la declaración del estado de alarma, la pérdida de empleos y las limitaciones del confinamiento han provocado que más del 80% de las demandas ciudadanas estén centradas en urgencias de alimentación y primera necesidad. Pero la necesidad no se refleja sólo en los alimentos sino que también la podemos observar en otros aspectos como la ropa o los producto sanitarios.

"Ahora mismo, por ser la época del inicio de los colegios, está empezando a moverse un poco más. Sin embargo a medida que se vaya acercando el frío la necesidad de ropa va a ir aumentando", incide Isabel Carrellán, voluntaria de varias asociaciones de Huelva.

Por ello, colectivos y personas de a pie han hecho un llamamiento público para hacer acopio de mantas y ropa de abrigo que se repartirán en los próximos meses entre personas que sufren necesidad.

Un llamamiento sin voz

Pero aunque se suele decir que no hay que mirar más allá del día a día, el futuro más próximo preocupa entre las asociaciones, entidades y voluntarios.

"Estamos tratando de abarcar mucho pero toda ayuda es poca ya que con la ayuda social no es suficiente. Pero Huelva es maravillosa. Cada vez que pedimos mascarillas, potitos o mantas a través de las redes sociales la gente se vuelca. Hay mucha gente que sabe que en cualquier momento le puede tocar  y lo dan todo para ayudar a la gente de su ciudad", concluye Manuel Jesús Soriano.