sábado. 20.04.2024
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A información pública el plan hidrológico del Tinto-Odiel: agricultura y minería se juegan su futuro

El Consejo de Gobierno pone en información y consulta pública la revisión de los planes hidrológicos de la demarcación hidrográfica del Tinto-Odiel- Piedras. Minería y agricultura se juegan mucho en un proyecto que busca dar "seguridad hídrica" a inversiones multimillonarias.
 Embalses mineros en Riotinto (Foto: M. Vázquez)
A información pública el plan hidrológico del Tinto-Odiel: agricultura y minería se juegan su futuro

El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la puesta a información y consulta pública, por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y por un periodo de seis meses, de la propuesta de revisión de los planes hidrológicos correspondientes a las demarcaciones hidrográficas del Tinto-Odiel- Piedras y del Guadalete-Barbate (tercer ciclo 2022-2027), así como de sus respectivos estudios ambientales estratégicos y de sendas propuestas de proyecto del plan de gestión de riesgo de inundación.

El plan hidrológico de la demarcación, casi 100% onubense, Tinto-Odiel-Piedras está sometido a una fuerte tensión ambiental, ecológica, agrícola, de regadíos y de abastecimiento urbano debido a la influencia (mala) en su cuenca de las aguas ácidas de mina.

Unas escorrentías que, de llegar libres y sin tratar, a los embalses existentes y futuros (Alcolea) podrían poner en serios problemas a las comunidades de regantes y a los futuros proyectos de regadíos de miles de hectáreas en el Andévalo y la Campiña de Huelva.

Cabe recordar que algunos estudios resaltan que "los principales (embalses) en la Demarcación hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras suman 229 hectómetros de capacidad, cantidad muy baja en relación a la superficie de las cuencas y a los caudales medios. Esto se debe a que los embalses se encuentran en las cabeceras, cuando todavía sus cursos tienen escaso caudal. Los tramos medio y bajo del Tinto y el Odiel, cuando su potencial es mayor, carecen de presas: porque sus aguas bajan tóxicas, inaprovechables, dado que el coste de su potabilización, si fuera posible, es inabordable económicamente". Es una de las piedras que el plan hidrológico deberá saltar.

Contaminación y vertidos a cauces

El plan hidrológico también deberá afrontar y aportar soluciones definitivas a la contaminación de cauces como el del río Tinto, que reciben directamente los vertidos de los municipios mineros y de la comarca por falta y graves carencias en la depuración de sus aguas.

Sin olvidar los controles sobre el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva, en el punto de mira judicial y administrativo por vertidos a la cuenca del río Tinto.

Los planes hidrológicos del Tinto-Odiel-Piedras y del Guadalete-Barbate recogen la puesta en marcha de hasta un total de 360 medidas en sendas demarcaciones hidrográficas andaluzas a desarrollar en los próximos seis años por las administraciones central, autonómica y local, así como por los usuarios. Con estas actuaciones se persigue mejorar el estado de las aguas -por ejemplo, con más inversiones en depuración-; satisfacer las demandas en equilibrio con la sostenibilidad de este recurso natural; incrementar los recursos disponibles a través de las aguas regeneradas; mitigar los efectos del cambio climático; generar nuevas oportunidades, o avanzar en la restauración de los ríos, entre otros objetivos.

El territorio de la Demarcación Hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras se extiende sobre una superficie de 4.955 kilómetros cuadrados, de los cuales 4.762 kilómetros cuadrados pertenecen al ámbito continental, mientras que los 193 kilómetros cuadrados restantes pertenecen al área ocupada por aguas de transición y costeras. Todo este espacio está enmarcado en la Comunidad Autónoma de Andalucía, la mayor parte de la provincia de Huelva.

El documento contempla 187 medidas, de las cuales casi la mitad -el 48%- responden a la necesidad de cumplir con los objetivos medioambientales que se han ido aplazando por los gobiernos anteriores de la Junta, pese a que final de 2027 es la fecha límite para su puesta en marcha.

Por su parte, el territorio de la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate se extiende sobre una superficie de 6.504 kilómetros cuadrados, de los cuales 5.961 kilómetros cuadrados pertenecen al ámbito continental. Todo este espacio está enmarcado en la Comunidad Autónoma de Andalucía, casi en su práctica totalidad en la provincia de Cádiz, salvo 132 kilómetros cuadrados situados en la provincia de Málaga y otros 210 kilómetros cuadrados en la de Sevilla.

Este plan contempla 173 medidas, de las cuales más de la mitad -el 55%- buscan dar respuesta a la necesidad de cumplir con los objetivos medioambientales planteados para esta demarcación y que, del mismo modo que en la demarcación Tinto-Odiel- Piedras, se han ido aplazando por los ejecutivos anteriores de la Junta a pesar de que la fecha tope para su puesta en marcha está fijada para final de 2027, informa la Junta en una nota de prensa.

Impulso del actual Gobierno andaluz a la política hidráulica

 Según el Gobierno andaluz, hasta esta legislatura, Andalucía arrastraba un importante déficit de acciones e inversiones reales para cumplir con las obligaciones fijadas por Europa, especialmente en materia de depuración de aguas residuales. Por ello, ya se están afrontando sanciones por incumplimiento de la Directiva 91/271/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1991, sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas.

La Junta de Andalucía tampoco venía cumpliendo con las exigencias europeas de redacción, implantación y seguimiento de los planes hidrológicos. Así, por ejemplo, el plan hidrológico del primer ciclo (2009-2015) de la demarcación hidrográfica del Guadalete-Barbate se aprobó con tres años de retraso y el del segundo ciclo ha sido declarado nulo por el Tribunal Supremo.

El nuevo Gobierno andaluz ha colocado la política de agua como uno de los ejes centrales de la Revolución verde y Andalucía sí cuenta ahora con una política de agua integral, basada en hechos e inversiones.

En este sentido, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ya tiene en marcha las 300 actuaciones en materia de depuración que fueron declaradas de interés general de Andalucía en 2010.

Al mismo tiempo, ya ha iniciado varias de las 17 actuaciones de abastecimiento en alta que fueron declaradas de interés regional hace solo un año y que supondrán una inversión plurianual de 430 millones de euros. En total, el actual Gobierno andaluz ha movilizado 1.500 millones de euros en política de aguas en lo que llevamos de legislatura.

Aunque formalmente se trata de la revisión sexenal de los planes hidrológicos de las demarcaciones del Tinto-Odiel-Piedras y del Guadalete-Barbate, sendos documentos que la Consejería ha puesto ahora a información pública colocan en primer plano conceptos como el de la seguridad hídrica para las personas, para la protección de la biodiversidad y para las actividades socioeconómicas.

Y aquí, en esta propuesta (económica) de "seguridad hídrica", entra en juego la garantía de suministro de agua a los grandes negocios de la zona, como Aguas Teñidas, Magdalena y Sotiel y la misma mina Riotinto pero también dar garantías a las fuertes inversiones que en materia agrícola y de regadíos se está realizando en la comarca andevaleña limítrofe con la cuenca hidrológica.

De esta forma, estos planes están específicamente alineados con el Pacto Andaluz por el Agua, aprobado en diciembre de 2020 y guiado por el objetivo de conducir a la demarcación hacia un modelo productivo y social ecológico y sostenible, misión que debe trascender a todas las áreas de actividad de las administraciones con competencias en materia de aguas.

La revisión de estos planes incorpora numerosas novedades y mejoras en la cuantificación de los recursos hídricos, en los regímenes de caudales ecológicos o en la identificación y caracterización de las masas de agua superficial, especialmente en lo que se refiere a su delimitación.

Asimismo, ajusta las limitaciones de uso en zonas inundables a las más recientes normativas estatal y autonómica, corrigiendo la principal causa de presentación de recursos administrativos contra el plan anterior del Guadalete-Barbate, que acabaron con la declaración de nulidad por el Tribunal Supremo.

Cambio climático

También destaca como novedad importante el incremento que contemplan ambos planes en la sensibilización social con respecto al cambio climático. Esto se refleja en el enfoque marcado en los proyectos de plan hidrológico de tercer ciclo, principalmente a través de la incorporación de un nuevo anexo de cambio climático en el que se han integrado los últimos avances, estudios, informes y trabajos publicados en esta materia, con el objetivo de mejorar la consideración del efecto del cambio climático en la planificación hidrológica de las dos demarcaciones.

Tanto los proyectos de revisión de los planes hidrológicos de las demarcaciones hidrográficas del Tinto-Odiel-Piedras y del Guadalete-Barbate, como sus respectivos estudios ambientales estratégicos y de sendas propuestas de proyecto del plan de gestión de riesgo de inundación, se encuentran abiertos y sometidos a la participación de la sociedad para enriquecerlo con nuevas aportaciones.