viernes. 26.04.2024
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Los parques de bolas y el ocio infantil, en ruina total por culpa de la pandemia

Los distintos propietarios de los parques de bolas solicitan que se les indiquen condiciones higiénico-sanitarias y relativas a aforos y limitaciones para poder abrir aunque sea en condiciones mínimas.
Los parques de bolas y el ocio infantil, en ruina total por culpa de la pandemia

Los parques de bolas a rebosar de niños. Aquella imagen de los niños y niñas en nuestra ciudad celebrando sus cumpleaños parece ya una instantánea casi del pasado. Y es que la pandemia provocada por la Covid-19 ha desembocado en una situación límite para los diferentes parques y empresas de animación infantil de Huelva.

El problema real se basa en que estos tipos de negocio se han quedado fuera de cualquier 'nueva normalidad' y sin una fecha en el horizonte para volver a abrir. Algo que es terrible para muchas familias que viven del funcionamiento de estos parques de bolas infantiles.

En desventaja respecto a otros sectores infantiles

La reivindicación es clara: abrir aunque sea en condiciones mínimas para tratar de reactivar un sector que se encuentra herido de muerte. "El problema creo que radica en que las administraciones no se han puesto a buscar soluciones porque si no, no se entiende tanto abandono", nos cuenta a diariodehuelva.es José Luis Martín Amador, propietario de Coffee Park Marina.

En concreto, desde el sector se solicita que se les indiquen condiciones higiénico-sanitarias y relativas a aforos y limitaciones para el sector a través de las disposiciones sanitarias dictadas por la Consejería de Sanidad para los distintos niveles de alarma, o bien, la aplicación por analogía de las medidas ya reguladas para otras actividades como la restauración, hostelería, centros de ocio juvenil y centros recreativos y similares; algo que está provocando una desigualdad en un sector muy pequeño.

"A día de hoy te puedo asegurar que en un parque infantil de la calle, al aire libre, existe más riesgo de contagio que en un parque infantil privado" añade José Luis mientras relata las posibles soluciones que podrían beneficiar al sector. "Estamos dispuestos a hacer una inversión en lo que nos reclamen pero que sean claros. Si no nos van a permitir abrir nuestras puertas a pesar de las medidas o de la vacuna que lo digan ya. Hay muchos compañeros que están agonizando y gastando sus últimos cartuchos en sus negocios", relata tajante José Luis.

Grandes superficies completamente cerradas

La complejidad de todo esto es que para el desarrollo de esta actividad, se necesitan locales de grandes dimensiones. Y evidentemente, su mantenimiento tiene un coste importante.

"La situación es de ruina total. Además es un tema que se ha abandonado. Desde que comenzó la pandemia, tuvimos que cerrar los parques de bolas y aún no hemos podido abrir. Estamos hablando de casi un año", relata Julián de Paz Báñez, responsable del parque infantil Dinoland.

Pero al problema se le suma la tristeza que genera la situación actual ya que, según Julián y el resto de los profesionales del sector, "se podría ejercer la actividad perfectamente". Algo que provoca que algunos se pregunten porqué locales como ludotecas si puedan ejercer su actividad y por el contrario sus negocios no.

"Nosotros queremos partir del ejemplo y base de los colegios. En los colegios hay un mínimo contacto, dentro de las líneas que están marcadas, y se está llevando muy bien ya que en los pequeños la transmisión es menor. Si se ha demostrado en los colegios la cosa puede ir bien, ¿por qué a nosotros no nos puede ir bien con los parques de bolas? Esa es la pregunta que nos hacemos", añade Julián.

El sector de la animación se reinventa para sobrevivir

La animación infantil es otra de las víctimas de esta onda expansiva que ha provocado la covid-19. Se trata, junto a los propios parques de bolas, de uno de los sectores más afectados debido a las medidas sanitarias par evitar los posibles contagios.

"La situación está un poco complicada porque nosotros estábamos acostumbrados a realizar un trabajo que estamos en continuo contacto físico con los niños, los juegos se realizan todos juntos... Por lo tanto la situación es compleja", relatan desde la empresa Happypekes.

Algo difícil ya que a pesar de la disciplina de los más pequeños, es muy difícil gestionar las mismas emociones en un cumpleaños o en un evento manteniendo las distancias físicas. "Si a todo eso le sumamos las restricciones de movilidad, apaga y vámonos. Hemos tenido algunos eventos más de la cuenta durante el verano pero durante las navidades nada de nada", añaden desde la empresa de animación.

Es tan compleja la situación que algunos profesionales del sector han decidido reinventarse; como es el caso de José Miguel Torres, también conocido como 'Les Buffons du roi'. "Para que os hagáis una idea, durante el año pasado hice 48 actuaciones. Este año no voy a llegar ni a quince", afirma Torres.

Por ello, y tras la experiencia del confinamiento, ha decidido sacar su propio libro para que los ratos en casa en familia se puedan convertir en teatro. "Yo no soy escritor. Yo soy cómico. La idea se basa en que igual que una actuación infantil es familiar, es afectiva y es alegre, el libro es exactamente igual. O al menos esa es mi intención", concluye José Miguel Torres.

Mucha incertidumbre y sin ayudas en el horizonte

La colaboración y la entrega es plena por parte del sector que se encuentra agonizando ante la situación sanitaria provocada por la Covid-19. ¿El problema? La falta de comunicación y de soluciones.

"No sabemos que ocurrirá. Quizás muchos negocios cierren. Otros ya lo han hecho. Pero lo que no es de nuestro agrado es la falta de tacto y de comunicación. En casi un año no os han dicho nada. Y todo tiene pinta que seguirá siendo así", apuntillan desde el sector.