viernes. 29.03.2024
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Huelva pone fin a un largo episodio contaminante que ha durado diez días

Hasta el pasado 15 de octubre ha sufrido Huelva capital uno de los episodios contaminantes de origen industrial por SO2 (dióxido de azufre) más largos de los últimos meses. Diez días de impacto consecutivos.
Huelva pone fin a un largo episodio contaminante que ha durado diez días

Hasta el pasado 15 de octubre ha sufrido Huelva capital uno de los episodios contaminantes de origen industrial por SO2 (dióxido de azufre) más largos de los últimos meses. Comenzó el pasado 6 de octubre, según reflejaban ya las cabinas de vigilancia y control que revisa la Unidad de Calidad del Aire de la Universidad de Huelva, y a priori ha concluido con la recogida de datos (buenos) de las dos últimas jornadas del pasado sábado y domingo 16 y 17 de octubre. La climatología, calima, vientos predominantes han agravado los datos fabriles. ¿Ha tenido algo que ver el volcán de La Palma y el desplazamiento de su nube tóxica? De momento, no hay datos que lo corroboren.

Diez días consecutivos de alto impacto de SO2. Entre el 6 y el 12 de octubre el laboratorio de la UHU que vigila a diario la calidad del aire en Huelva ya advirtió que la capital vivió la víspera del pasado 12 de Octubre su sexto día consecutivo de impacto de dióxido de azufre de origen industrial. Destacaba el impacto en la capital pero también en el área de Torrearenilla.

Tras esa primera secuencia, la jornada festiva volvió a soportar el impacto de SO2 y el miércoles 13 de octubre las mediciones lo volvieron a confirmar: se había detectado el impacto del contaminante de forma significativa en las barriadas de Los Rosales, zona de Pozo Dulce y Romerajejo. A lo que se añadía una máxima concentración de dióxido de nitrógeno en Los Rosales, con 19 microgramos/m3.

El 14 de octubre la calidad del aire volvía a dejar mucho que desear en la capital onubense, con alto índice de PM10 (partículas contaminantes) en zonas de Los Rosales, Pozo Dulce y Romeralejo y máxima concentración de dióxido de nitrógeno otra vez en Los Rosales. Aunque en esta jornada no se detectó impacto de SO2 en la capital pero sí en la localidad vecina de Moguer.

El viernes 15 de octubre la red de vigilancia y alerta volvió a marcar la presencia significativa de PM10 y dióxido de azufre de origen industrial. La máxima concentración de dióxido de nitrógeno se dio en Marismas del Titán y se marcó de nuevo el impacto de So2 en Huelva y Moguer.

El episodio contaminante ha cesado de momento durante el pasado fin de semana, donde ya se revierte la situación y se anota como 'Buena' la calidad del aire en Huelva aunque vuelve a marcar un alto impacto de dióxido de azufre de origen industrial en La Rábida y Torrearenilla, fuera ya del radio de la capital onubense.

Tal y como muestra el gráfico de seguimiento, entre enero y septiembre (no aparece aun reflejado este último episodio de octubre) se han producido 62 días de impacto de SO2 en el Campus Universitario de El Carmen, una de las zonas más afectadas; 85 días en el otro Campus de la UHU, en La Rábida, 83 en Pozo Dulce, y 54 en el populoso barrio de Los Rosales. Y llaman la atención, aunque la causa es obvia, los 126 días de impacto de la zona industrial externa de Torrearenilla.

Componentes perjudiciales para la salud de las personas

Cabe recordar que la exposición continuada a dióxido de azufre SO2 produce una variedad de efectos agudos y

crónicos sobre la salud de la población, especialmente sobre los asmáticos. La evidencia toxicológica demuestra los mecanismos de daño, tanto respiratorio como sistémico. También la evidencia epidemiológica indica daño

respiratorio y cardiovascular agudo, así como daño crónico respiratorio y sobre el desarrollo fetal.

En el caso del dióxido de nitrógeno los niveles elevados de forma continuada pueden irritar los pulmones y disminuir la función pulmonar, así como disminuir la resistencia a infecciones respiratorias. Y es que la irritación que provoca este contaminante se relaciona con un aumento de la mucosidad de las vías altas respiratorias, lo que puede hacer aumentar las infecciones respiratorias y reagudizar los síntomas de pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, asmáticos y alérgicos. De hecho, recientes estudios científicos relacionan la exposición a NO2 con una mayor incidencia de bronquitis, especialmente en mayores e inmunodeprimidos, así como de bronquiolitis en niños.

Acorta la esperanza de vida

Cada ser humano inhala 14 kg de aire cada día, mientras bebe solo 2 kg de agua y come 1,5 kg de comida. Por tanto, el aire es un componente esencial para la vida y la mayoría de los ciudadanos están muy preocupados por su calidad. Con cada respiración, inhalamos el oxígeno necesario, pero también pequeñas cantidades de gases y partículas pequeñas potencialmente dañinas. Estos componentes afectan directamente nuestra salud, incluso si no nos damos cuenta. La investigación muestra que los efectos adversos para la salud no solo son el resultado de eventos agudos sino también de la exposición crónica, lo que reduce la esperanza de vida humana en más de ocho meses en promedio y en más de dos años en las ciudades y regiones más contaminadas del mundo.