Seguridad Nuclear supervisará el proyecto de tapado de los fosfoyesos que comenzará de forma inminente

Hay nuevas generaciones de onubenses que han nacido con los fosfoyesos donde y como están ahora, formando un enorme complejo de apilamiento de residuos industriales en plena marisma del Tinto. Para estos jóvenes esas montañas de residuos visibles desde gran parte de la capital, Palos y Moguer tienen muy mala fama y además de un enorme impacto visual también influyen en la degradación del medio ambiente y la salud.

Fueron vertidos por la empresa Fertiberia y Foret en una zona de dominio público de marismas mareales y cauces públicos del río Tinto durante 43 años y décadas después son los responsables directos de una inmensidad de noticias de impacto negativo que dañan la imagen de Huelva.

Basta poner en un buscador de internet "fosfoyesos Huelva" para darse cuenta de los perjuicios que acarrean estas montañas de residuos para la imagen de Huelva y son todo un repelente turístico.

Son visibles hasta desde el espacio y famosas sus impactantes fotos tomadas desde la Estación Espacial Internacional.

Ahora este legado contaminante y contaminado de la industria va a ser tapado tras los sucesivos pronunciamientos del Ministerio de Transición Ecológica, el Ayuntamiento, el Consejo de Seguridad Nuclear y, el último, la Autorización Ambiental definitiva de la Junta de Andalucía y la licencia de obras del Ayuntamiento de Huelva, último acto del actual alcalde en funciones.

La licencia de obras municipal, última decisión del alcalde Gabriel Cruz

Hoy mismo, se ha sabido por un comunicado de Fertiberia que "ha completado todos los hitos necesarios para iniciar de manera inminente la ejecución de Restore 20/30, el proyecto que restaurará y recuperará para la ciudad de Huelva el área ocupada por los apilamientos de fosfoyesos y que supondrá una inversión superior a los 60 millones de euros en los próximos 10 años".

La compañía, ha reconocido en un comunicado, ha recibido esta semana la licencia de obras municipal por parte del Ayuntamiento onubense, el último de los permisos necesarios para el inicio de los trabajos, tras haber obtenido previamente la resolución favorable para la modificación de la Autorización Ambiental Integral por parte de la Junta de Andalucía, así como la Declaración de Impacto Ambiental positiva del Ministerio para la Transición Ecológica.

Restore 20/30 creará más de cien empleos en su fase de ejecución y primará la contratación de profesionales y proveedores locales para generar el mayor impacto económico positivo en el entorno, señala la empresa.

Fertiberia, asegura, "está lista para comenzar las obras, ya que los contratos para iniciar inmediatamente la ejecución ya han sido adjudicados".

“Se abre una nueva etapa en la que se va a constatar con hechos que Restore 20/30, diseñado por las mejores ingenierías especializadas en este tipo de recuperación ambiental y perfeccionado y validado por las máximas autoridades científicas en España, será la restauración más ambiciosa a nivel internacional en un apilamiento de esta naturaleza”, afirma David Herrero, director Industrial de la compañía. 

Ecologistas en Acción y Greenpeace han lamentado en un comunicado que "la Junta de Andalucía haya otorgado la Autorización Ambiental Integrada (AAI) al proyecto de sellado de fosfoyesos presentado por Fertiberia que lleva siendo contestado y pleiteado por diversas organizaciones ecologistas y sociales desde hace ya 13 años".

Ambas organizaciones lamentan que la AAI "no tome en consideración las conclusiones del Comité de Expertos de la Universidad de Huelva convocado en su día por el Ayuntamiento de Huelva, el cual viene a constatar las reclamaciones que ambas organizaciones ecologistas vienen demandando desde hace años".

A su juicio, "el proyecto presentado por Fertiberia no puede ser considerado como una solución definitiva para la restauración y recuperación de las marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos. El estudio confirma la falta de estabilidad del fosfoyeso, por lo que el sellado de las mismas no debería considerarse una solución definitiva. Lo mismo podría afirmarse de la necesaria actuación en las tres zonas de las balsas, con importantes problemas de vertidos a la Ría, cuya solución no se ha tomado en consideración en el proyecto presentado por Fertiberia". 

Las organizaciones consideran que la Junta está "condenando el futuro de las marismas del Tinto, enterrando los más de cien millones de toneladas de residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos, tal y como determinó el Parlamento Europeo, tras su visita al lugar y que son derivados de la producción de ácido fosfórico. Estos residuos fueron vertidos por la empresa Fertiberia y Foret en una zona de dominio público de marismas mareales y cauces públicos del río Tinto durante 43 años"

"La Junta está "condenando el futuro de las marismas del Tinto, enterrando los más de cien millones de toneladas de residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos, tal y como determinó el Parlamento Europeo"

Y añaden que "precisamente por la dinámica ecosistémica del lugar en el que se emplazan, las organizaciones ecologistas llevan años advirtiendo lo que el informe de expertos de la universidad de Huelva apuntaba, el sellado de las balsas de fosfoyesos no está totalmente asegurado debido a la inestabilidad y dinamismo de los suelos sobre los que se asientan. Es por ello que siguen exigiendo la retirada de los residuos, la recuperación de las características originales del espacio afectado y la restauración de los hábitats destruidos, así como que la empresa no se vaya de rositas tras haber protagonizado uno de los mayores casos de contaminación ambiental de Europa". 

Las organizaciones ecologistas recuerdan que "el vertido de residuos se realizó sin autorización y camuflado bajo una concesión para el vertido de aguas residuales y por eso resulta incomprensible que desde las administraciones competentes se acepte crear un depósito permanente de residuos de dimensiones gigantescas, derivado de un vertido ilegal, con componentes tóxicos como metales pesados e incluso radiactivos".

Por otro lado, Fertiberia, aseguran, "elude en su proyecto el reconocimiento del carácter de residuos industriales de los fosfoyesos y demás materiales vertidos en las diferentes zonas de las marismas del Tinto y no se plantea los tratamientos requeridos, según sus características, estado físico, grado de concentración de contaminantes, peligrosidad, inestabilidad, etc. Fertiberia sólo plantea una propuesta de enterramiento en vertedero en una ubicación completamente inadecuada, que ha producido y puede seguir produciendo graves afecciones ambientales y riesgos para la seguridad y salud de la población de Huelva".

Tal como se decía en la Conclusión Global del Comité de Expertos de la Universidad de Huelva1, recuerdan desde Ecologistas y Greenpeace, “el proyecto presentado por Fertiberia, RESTORE 20/30 no puede ser considerado como una solución definitiva para la restauración y recuperación de las marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos y se debe iniciar un proceso para búsqueda de propuestas de restauración y recuperación de las Marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos que cumplan con la legislación vigente y reduzcan al máximo posible el impacto sobre el medio ambiente, garantizando la seguridad de la población a largo plazo”.

Según ambas organizaciones, "la AAI de la Junta de Andalucía contraviene esa conclusión, pero sí que establece algunas actuaciones que Fertiberia debería realizar con urgencia para minimizar los graves riesgos asociados a la situación actual de las balsas de fosfoyesos (filtraciones y contacto con las aguas de la ría, emisiones contaminantes, …) ".

Ecologistas en Acción y Greenpeace esperan que la Junta de Andalucía vigile el debido cumplimiento de esas actuaciones y seguirán exigiendo la restauración y recuperación del conjunto de las marismas onubenses afectadas por los vertidos de décadas de Fertiberia.

Pronunciamiento de Mesa de la Ría

Desde un punto de vista técnico se ha pronunciado Mesa de la Ría, que ya no cuenta con representación municipal en el Pleno del Ayuntamiento de Huelva cuando comience un nuevo mandato el 17 de junio próximo y salga investida Pilar Miranda (PP)

La Junta de Andalucía ha autorizado el tapado de los fosfoyesos sin que conste en el expediente el necesario informe del Ministerio de Medio Ambiente como propietario del terreno

Mesa de la Ría afirma que el expediente de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) del proyecto de Fertiberia para las ‘Zonas 2 y 3’, el Ministerio ha rehusado emitir informe sectorial en el marco de sus competencias, pese a haberlo hecho en la ‘Zona 4’ de las balsas de fosfoyesos. "En la ‘Zona 4’, el Ministerio Para la Transición Ecológica ha cuestionado los planes de Fertiberia por incumplir el “precepto de ocupación mínima” de la Ley de Costas", insisten en una nota.

Este informe, recuerdan, afirma textualmente que: “En el proyecto presentado en ningún caso se tiene en consideración el precepto de ocupación mínima posible del dominio público marítimo terrestre, dado que propone que la ocupación actualmente existente se mantenga de manera indefinida, proponiendo medidas meramente paliativas. Entre las alternativas a valorar en el Estudio de Impacto Ambiental, deberán incluirse aquellas que permitan reducir la superficie de dominio público marítimo-terrestre ocupada, así como una restauración integral del medio, para devolver la marisma a su estado original.”

En este sentido, el presidente de Mesa de la Ría, Juan Manuel Buendía, asegura que este colectivo alegó que la Junta de Andalucía no debía autorizar el proyecto de enterrado de la marisma sin el pronunciamiento del Ministerio, órgano sustantivo de la Autorización Ambiental, quien, como propietario de los terrenos, es el que debe autorizar finalmente el inicio de las obras.

Por ello, para Mesa de la Ría "el consejero miente cuando afirma que todas las administraciones “están a favor” de una autorización ambiental, y un proyecto que enterraría para siempre la marisma de Huelva bajo millones de toneladas de residuos vertidos ilegalmente".

Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear

Cabe recordar que hace justo ahora un año, en su reunión semanal, el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó favorablemente, con límites y condiciones, el proyecto presentado por la compañía Fertiberia para la clausura de las balsas de fosfoyesos situadas en el municipio de Huelva, con arreglo a las cuales se llevarán a cabo las actividades de restauración del emplazamiento.

Por lo tanto hay que tener muy en cuenta su advertencia.

El proyecto presentado por la empresa está dividido en dos fases: clausura y post-clausura, aunque esta última deberá ser objeto, en su momento, de un nuevo dictamen.

La fase de clausura, objeto de este dictamen favorable, tiene como objetivos el sellado, drenaje y recubrimiento de las balsas, con el fin de mitigar su impacto en el entorno para, posteriormente, dar un uso recreativo al emplazamiento.

Los fosfoyesos son residuos generados durante la fabricación del ácido fosfórico que tienen la consideración de residuos NORM (siglas correspondientes a Naturally Occurring Radioactive Materials). Son residuos generados en actividades con materiales radiactivos naturales que, como consecuencia del procesado, alcanzan concentraciones superiores a los niveles de exención de la Orden IET 1946/2013.

Además, en los apilamientos de fosfoyesos de este emplazamiento se encuentran presentes otros materiales sólidos singulares, en cantidades inferiores, pero con una concentración de actividad elevada: los denominados fosfoyesos negros y las eflorescencias salinas que se forman por la evaporación de las aguas ácidas, según ha explicado el Consejo de Seguridad Nuclear en tiempo y forma.

La empresa responsable presentaría ante el CSN, en un plazo de seis meses, un plan de acondicionamiento, gestión y vigilancia de materiales con especial significación radiológica, que incluya los mencionados fosfoyesos negros y las eflorescencias salinas.

De igual manera, el CSN considera necesario que Fertiberia lleve a cabo medidas de vigilancia radiológica ambiental antes de iniciar la fase de clausura, de forma que disponga de un valor de referencia para los resultados en muestras de aguas superficiales y sedimentos para poder determinar si se produce un aumento de la presencia de radionucleidos por efecto de las actividades que se realicen.

Otros requisitos del condicionado se refieren a otros programas de vigilancia requeridos para su ejecución periódica, que permitan confirmar la validez de las actuaciones para garantizar la estabilización y el confinamiento de los materiales.

Una vez concluida esta fase de clausura, cuya duración se prevé que sea de unos diez años, el paso a la fase de post-clausura estará sujeto a un nuevo dictamen del CSN, de acuerdo con el artículo 81 del Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas (RINR).