La realidad del mercado está obligando al Recreativo de Huelva a variar sus prioridades a la hora de reforzarse con un delantero centro. A principios de verano, el Decano soñaba con incorporar a un ariete 'top' tipo Francis Ferrón, uno de esos capaz de garantizar más de diez goles por temporada. Confiaban en el Nuevo Colombino que con la crisis del coronavirus, el coste de los jugadores bajase.

No fue así. Al contrario, la creación de la Liga Élite RFEF ha desatado una auténtica carrera de fichajes entre los clubes más poderosos de la Segunda División B. Incluso equipos de perfil medio-bajo están confeccionando los presupuestos más altos de su historia, seducidos por el dinero que traería que el acceso a la nueva categoría. Como resultado, lejos de bajar, los precios de los futbolistas han subido.

Menos nombre, más baratos

Incapaz de acceder a un delantero del 'tipo Ferrón', el Recre puso el punto de mira en atacantes con menos nombre y más baratos, pero que vienen de realizar una buena campaña. De ahí el interés por Pablo Espina, que habría recalado en Huelva de no cruzarse en el camino de los albiazules un gigante económico como el recién descendido Racing de Santander.

Sin embargo, el mercado decidió concederle una segunda oportunidad al Recreativo cuando el Asteras de Trípoli vino a por Alberto Quiles. De golpe y porrazo, surgía la posibilidad de acceder al dinero necesario para fichar al 'Ferrón de turno'. Pero para ello, la cantidad a ingresar por el mediapunta debía ser importante. De ahí que se tasara la operación en 100.000 euros, el valor de la cláusula de rescisión del futbolista.

Problemas de cobro

Con ello también se podía vender que el Decano no había querido vender a Quiles, si no que el jugador se había ido pagando la cláusula de rescisión, lo que dejaba al club sin margen para retenerle. Todo se fastidió cuando los griegos empezaron a discutir la forma de pago. Los dirigentes recreativistas olieron los futuros problemas de cobro e hicieron muy bien en romper las negociaciones.

Ahora, con un mercado encarecido y sin ingresos extras, el Recre tiene prácticamente imposible acceder al deseado delantero 'top'. De ahí que el club explore opciones como Jovanovic o Vinicius que no encajan en el perfil del ariete con amplia experiencia y grandes cifras goleadoras en la categoría de bronce. Y al tratarse de cesiones, siempre es más barato que hacerse con un jugador en propiedad. Es el Plan B. Porque mientras la economía sea la que es, el Recreativo propone, pero el mercado dispone.