Carlos Martínez y sus 7 días de furia en el Recreativo
Ha hablado alto y claro. Y lo ha hecho además donde deben hacerlo los futbolistas, en el terreno de juego. Carlos Martínez, posiblemente el jugador más criticado de la actual plantilla del Recreativo de Huelva, ha protagonizado siete días de furia, en los que se ha reivindicado como un activo clave para el equipo onubense.
Todo comenzó hace dos domingos, en el Estadio Romano, cuando el extremo fue decisivo en el triunfo del Decano en Mérida. Apenas jugó cuatro minutos, pero ese breve lapso de tiempo le dio para cabalgar por la izquierda y diseñar un buen centro que Chuli hizo aún mejor con su remate. Una asistencia de gol para Carlos Martínez.
Apoyo del capitán
El pasado miércoles comparecía en rueda de prensa para agradecer públicamente el apoyo de sus compañeros y, especialmente, del capitán Diego Jiménez. Todos en el vestuario albiazul conocen lo mal que lo pasó Carlos Martínez el curso pasado, cuando un carrusel de lesiones le impidió ofrecer su mejor versión.
Esa que volvió a mostrar este domingo. De nuevo le tocó salir desde el banquillo, pese a que la plaga de bajas podía haberle dado la titularidad. Carlos Martínez no se desanimó y en la segunda parte le dio tiempo a marcar el primer gol del Recre, el más importante de un partido que acabaría en una clara victoria, y a habilitar a Alberto Quiles en la segunda diana local.
Acciones decisivas
El curso anterior, el atacante llegado a Huelva desde el Real Murcia sólo pudo disputar 20 partidos, sumando dos asistencias y ningún gol. En el presente ejercicio ya ha mejorado su participación en acciones decisivas, pues lleva un gol y dos asistencias. Ahora está llamando a las puertas de la titularidad. Y lo hace con fútbol y con furia.
