La asignatura pendiente del triunfal Recre de Ángel López

El Recre es un cohete desde el cambio de entrenador. Así lo atestiguan las cuatro victorias consecutivas sobre Mérida, Córdoba B, Marbella y San Fernando. Y la escalada en la tabla desde el descenso directo al puesto siete, a sólo dos puntos del 'play-off' de ascenso y a tres puntos del liderato.

Sin embargo, por increíble que pueda parecer, hay un apartado fundamental del juego que el Decano no domina. Ni antes con Javier Casquero. Ni ahora con Ángel López. Y según las estadísticas, uno de cada tres goles nace en este tipo de jugadas. Son las Acciones a Balón Parado o ABP.

Cuando apenas quedan tres jornadas para el término de la primera vuelta, el Recre todavía no ha marcado un gol de pizarra. Sí lo ha hecho a pelota detenida, con los penaltis lanzados por Boris y la falta directa de Carlos Calvo al Extremadura. Pero ni un solo tanto de estrategia elaborada han conseguido los albiazules en dieciséis encuentros.

Todo ello pese a contar con un buen puñado de córners y faltas laterales y frontales en cada partido. Por no hablar de la presencia de dos delanteros centro y tres centrales -con el ahora sancionado Monsalve reconvertido en lateral-, en muchas alineaciones. Lo que dota al cuadro onubense, al menos en teoría, de un gran potencial rematador en el juego aéreo.

Así las cosas, resulta difícil explicar porqué el Recre no acierta en la estrategia cuando el esférico está quieto. Porque, primero Casquero, y luego Ángel López, trabajan las acciones a balón parado como el que más. Y el club dispone de los mismos medios de 'scouting', que otros equipos que sí sacan rendimiento a este tipo de lances.

Una causa puede ser que los dos mejores lanzadores a balón parado de la plantilla, Antonio Domínguez y Carlos Calvo, apenas tienen protagonismo y suelen estar en el banquillo o fuera de las convocatorias. O quizás todo sea cuestión de suerte y de coger la buena racha. El próximo domingo, ante el Granada B, nueva oportunidad para estrenarse en las ABP.