Ser feliz con lo sencillo

Aunque nos referimos más a parejas, son habituales también en familia los conflictos que convierten el sol y el mar en tormenta y tsunami.  Nada mejor que aislarse de la situación y dar un paseo  para recobrar la tranquilidad para que la comunicación y comprensión sean mayores.

Es normal que estar más horas al día en pareja acreciente e intensifique roces y gustos contrapuestos. La separación diaria que proporcionan los trabajos es sana, además de tener espacios e instantes propios.

Echar de menos, notar la ausencia aumenta el deseo de compartir, de desear llegar y abrazar contando las nuevas experiencias diarias.

Lo insoportable es cuando las relaciones de pareja son tóxicas, con miembros controladores y con dependencia afectiva cuyo rasgo de conducta es la obsesión y fijación de ideas y el egocentrismo.

En confinamiento hubo un aumento de contactos a través de red e infidelidades virtuales aumentando el número de separaciones y divorcios. La comunicación y el respeto son cruciales en un compañero o compañera de vida sabiendo aceptar y comprender cada uno los gustos y vivencias del otro aunque sea necesario un reajuste o adaptación para una compenetración absoluta.

SER FELIZ CON LO SENCILLO, CON UNA PUESTA DE SOL AL ATARDECER, CON UN COGERSE DE LA MANO Y RESPIRAR AIRE PURO Y FRESCO.

Conectar con la gente, ser solidarios y vivir cada experiencia como única e inolvidable. La etapa estival eleva la dopamina, un antidepresivo y la oxitocina responsable del enamoramiento . En los jóvenes los amores de verano y en las parejas la pasión.

SÓLO O EN PAREJA QUE LAS VACACIONES SEAN  VIVIR CON MAYÚSCULAS.