El Rocío 2025 bajo fuego: el domingo se rozarán los 42 grados en plena romería
El termómetro se dispara en la aldea almonteña con máximas de hasta 42 °C el domingo; autoridades piden precaución ante posibles golpes de calor durante la romería.

La Romería del Rocío 2025 llegará este fin de semana con su habitual fervor… y con un calor extremo que amenaza con convertirse en uno de los protagonistas más incómodos de esta edición. Según la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), las temperaturas alcanzarán valores asfixiantes, con previsiones que sitúan el termómetro cerca de los 42 °C el domingo, justo cuando se celebre la tradicional Misa de Pentecostés.
Desde el viernes, los peregrinos que vayan llegando a la aldea almonteña notarán cómo el mercurio comienza a subir sin tregua. Para ese día, se esperan máximas de 31 grados, pero la situación se complicará el sábado, cuando se alcanzarán ya los 33 °C. Sin embargo, será el domingo, día grande, cuando la romería se convierta en una auténtica prueba de resistencia física, con temperaturas que, de mantenerse las previsiones, podrían incluso superar las cifras anunciadas.
Santería, emoción… y golpes de calor. Con miles de personas abarrotando la aldea y los caminos de arena convertidos en auténticos hornos, las autoridades insisten en extremar la precaución: hidratarse constantemente, usar protección solar, evitar las horas de máximo sol (de 13:00 a 17:00) y no separarse de las zonas de sombra.
El calor puede empañar uno de los momentos más esperados del año para miles de andaluces y devotos llegados desde todos los rincones de España. Protección Civil y los servicios de emergencia ya han activado protocolos especiales ante el riesgo de golpes de calor, lipotimias y deshidratación, especialmente entre niños, mayores y personas con problemas de salud.
No es la primera vez que la Virgen del Rocío baja entre sudores y abanicos desesperados, pero este año el cielo promete arder. La Blanca Paloma recorrerá de nuevo las arenas… pero lo hará entre ventiladores portátiles, botellas de agua helada y fieles que, entre vítores, pedirán no solo salud, sino una pequeña nube compasiva. Porque si bien “el camino es duro”, este año el calor será abrasador.