Los Magic sacuden la NBA con una victoria inesperada ante los Cavaliers

La NBA nunca deja de sorprender, y cuando parece que un equipo está imparable, siempre aparece otro para recordarnos que nada está escrito. Eso fue lo que pasó en Cleveland, donde los Orlando Magic, contra todo pronóstico y desafiando a cualquier casa de apuestas, vencieron 108-103 a los Cavaliers y cortaron en seco una seguidilla de 16 triunfos consecutivos, la más larga en la historia de la franquicia.
Un partido que nadie esperaba que terminara así
Para ser sinceros, las apuestas NBA prácticamente descartaban cualquier posibilidad de triunfo para Orlando. Sus últimos nueve encuentros sólo habían dejado dos victorias y la lógica decía que los Cavs, líderes del Este y con el mejor balance de la liga, seguirían dominando. Pero el básquet tiene esa magia de premiar al que lucha hasta el final y de castigar a los que creen que la historia ya está escrita antes de que suene el pitido inicial.
Los Magic jugaron con inteligencia, defendieron con intensidad y, aunque Paolo Banchero no tuvo su mejor noche en cuanto a efectividad (6 de 22 en tiros de campo), hizo de todo en la cancha: 24 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias. A su lado, Franz Wagner aportó 22 unidades, Wendell Carter Jr. sumó un doble-doble con 16 puntos y 14 rebotes, y el equipo en general supo cuándo apretar el acelerador y cuándo ser paciente.
Cleveland lo tuvo, pero se le escapó al final
El partido fue parejo, pero en los minutos decisivos Cleveland dejó escapar la victoria. Llegaron con ventaja al último cuarto, algo que en los últimos 48 partidos había significado victoria asegurada, pero esta vez no pudieron cerrar el juego. Con el marcador 100-100 y menos de dos minutos en el reloj, Donovan Mitchell perdió un balón clave y los Magic no perdonaron.
Después, con 103-104 en contra, los Cavs buscaron resolver desde el triple, pero erraron cuatro intentos seguidos. Mitchell, en una noche para el olvido (9 de 28 en tiros, 3 de 14 en triples), tuvo tres de esas oportunidades, pero ninguna entró.
¿Un tropiezo o una señal de alerta?
Una derrota así duele, sobre todo cuando se está en plena lucha por asegurarse la ventaja de local en los playoffs, pero lo que realmente preocupa en Cleveland no es el resultado, sino las señales que dejó el partido. Sin Evan Mobley en cancha, la defensa se resintió y el equipo dependió demasiado de un Mitchell que aún no está al 100% tras su lesión. Jarrett Allen (20 puntos, 12 rebotes) y Darius Garland (19 puntos) hicieron su parte, pero el equipo no tuvo el mismo ritmo ni la solidez de partidos anteriores.
Ahora la pregunta es cómo responderán en los próximos juegos. La temporada sigue, pero cada tropiezo pesa más cuando el cierre de la fase regular está tan cerca.
La NBA es así, una noche puedes estar en lo más alto y al día siguiente todo cambia. Los Magic lo demostraron, los Cavaliers lo sufrieron y nosotros, los fanáticos, disfrutamos una vez más de la impredecible belleza del básquet.