sábado. 16.08.2025
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Cuando hasta el sol viene a morir aquí: 1.540 horas de luz en verano para todo lo que te imagines… y algo más

Del 21 de junio al 21 de septiembre, la provincia disfruta de una media de 17 horas de luz al día. Tiempo suficiente para más ver más de mil partidos de fútbol, 474 veces Titanic o 28 Tours de Francia seguidos.

Puesta de sol tras la Marina del Odiel en la capital
Puesta de sol tras la Marina del Odiel en la capital
Cuando hasta el sol viene a morir aquí: 1.540 horas de luz en verano para todo lo que te imagines… y algo más

Hay lugares en el mundo que presumen de monumentos, de historia o de una gastronomía inigualable. Huelva, además de todo eso, puede presumir de un lujo que no se compra: horas de sol. Entre el 21 de junio y el 21 de septiembre, la provincia recibe unas 1.540 horas de luz, lo que supone una media de 17 horas diarias en las que el cielo parece no tener prisa por oscurecer.

Para ponerlo en perspectiva, eso significa que, si quisiera, un onubense podría ver 1.027 partidos de fútbol completos (90 minutos + descanso) sin encender un solo foco, o hacer un maratón de sofá con 1.232 capítulos de “Cuéntame cómo pasó”. Y si eres de los que disfrutan con el cine épico, esas horas equivalen a 474 proyecciones de Titanic o 436 de Ben-Hur sin repetir la misma puesta de sol ni una sola vez.

Los amantes del deporte tampoco se quedarían cortos. Con tanta claridad, se podrían disputar 385 maratones uno detrás de otro, o incluso 28 Tours de Francia completos, cada uno con sus 21 etapas de media jornada, sin necesidad de encender luces artificiales. Para los melómanos, hablamos de 770 conciertos de dos horas, o incluso de 128 festivales de 12 horas de música en directo, todo con iluminación natural cortesía del astro rey.

Pero las horas de luz no solo sirven para hacer cálculos curiosos. Son el motor de muchas de las actividades que mueven la economía estival onubense: desde el turismo de sol y playa en Matalascañas, Punta Umbría o Islantilla, hasta el turismo rural en la Sierra de Aracena, pasando por la gastronomía en terrazas que, gracias a esa luz, se llenan desde el mediodía hasta bien entrada la noche.

La abundancia de sol influye incluso en los hábitos cotidianos. Con días tan largos, la jornada veraniega se estira: se desayuna con calma, se pasa la mañana en la playa, se come tarde, se alarga la sobremesa, se pasea por el paseo marítimo y aún sobra tiempo para un baño al atardecer antes de cenar. Y, aun así, cuando uno se sienta en la terraza del chiringuito, todavía queda luz suficiente para ver cómo el sol se despide lentamente sobre el Atlántico.

Mientras en otros lugares del mundo cuentan las horas de sol con cuentagotas, en Huelva parecen regalarlas junto con la sombrilla. 1.540 horas de luz en un solo verano es algo más que un dato meteorológico: es un escenario perfecto para vivir, disfrutar y, si hace falta, ver Titanic por quincuagésima vez. Porque aquí, el día da para todo… incluso para aburrirse, si uno se lo propone.