Se cumplen 21 años de la declaración del Paisaje Protegido del río Tinto
La protección de 57 kilómetros entre Huelva y Sevilla salvaguarda un ecosistema único y su patrimonio natural e histórico
Este 14 de diciembre se cumplen 21 años de la declaración del Paisaje Protegido del río Tinto y su entorno, una franja de 57 kilómetros que abarca once municipios de las provincias de Huelva y Sevilla. Este reconocimiento, llevado a cabo en 2004 por la Junta de Andalucía, buscó preservar un territorio de gran valor ambiental, cultural e histórico, marcado por su singularidad geológica y la presencia del emblemático río de aguas rojizas.
El río Tinto, conocido mundialmente por su coloración característica debido a los minerales y metales disueltos en sus aguas, ha sido a lo largo de la historia escenario de actividad minera desde tiempos antiguos, especialmente durante la explotación romana y posteriormente por empresas inglesas en el siglo XIX. Esta mezcla de historia y naturaleza ha convertido al río Tinto en un paisaje único, con valores ecológicos que merecían ser protegidos.
La declaración como Paisaje Protegido incluye medidas para la conservación de sus márgenes, sus ecosistemas acuáticos y terrestres, y la promoción de un desarrollo sostenible en los municipios colindantes. A través de este marco legal, se ha incentivado la recuperación de hábitats, la preservación de la biodiversidad y la protección de elementos patrimoniales vinculados a la minería histórica y a la vida tradicional de la comarca.
Desde su declaración, los ayuntamientos de Huelva y Sevilla implicados han trabajado en proyectos educativos, rutas turísticas y actividades de interpretación ambiental que acercan a la ciudadanía a este enclave natural. La protección del paisaje ha permitido compatibilizar la actividad humana con la conservación, fomentando la sensibilización ambiental y el turismo sostenible en la región.
Hoy, más de dos décadas después, el Paisaje Protegido del río Tinto sigue siendo un referente de conservación en Andalucía y un ejemplo de cómo la protección de la naturaleza y del patrimonio histórico puede generar oportunidades culturales, educativas y económicas para los municipios implicados. La efeméride sirve para recordar la importancia de mantener estos ecosistemas y seguir apostando por políticas que garanticen su preservación frente a la presión urbanística y los impactos ambientales.