Crece la oposición al proyecto minero que amenaza la zona regable del Chanza
El proyecto minero de Valdegrama que agiliza la Junta de Andalucía tiene en ascuas a los vecinos de la Rivera de la Alcalaboza (Cortegana, Aroche, Almonaster y aguas abajo) y también ha puesto en alerta a los regantes de las tierras del sistema Chanza-Piedras.
Serranos y agricultores temen que si se desarrolla el plan de investigación minero ya otorgado por la Junta de Andalucía a la empresa Geoland Services Sl los ahora cauces vírgenes acaben siendo envenenados por metales pesados.
De momento, los afectados: agricultores locales, propietarios de fincas, ganaderos y regantes no se están quedando quietos. Este sábado 9 de julio se han constituido como Plataforma Ciudadana Alcalaboza Viva y su objetivo es de oposición al desarrollo del plan minero.
Esta Plataforma Ciudadana se constituyó formalmente en Cortegana el 29 de junio de 2022 en respuesta a la publicación en el BOJA (19 de mayo 2022) de la admisión definitiva de la solicitud del permiso de investigación minera “Valdegrama” así como de la solicitud de autorización del correspondiente plan de restauración.
En el acto de presentación intervinieron Luisa María Romero Moreno, Félix Talego, Pilar Blanco, Natalia Escaño y Álex Taneguchi y se puso de manifiesto la amenaza que supone para el territorio el proyecto de prospección minera de “Valdegrama”. En la misma se habló de la importancia del agua y del río Chanza a través de su afluente Rivera de la Alcalaboza, dando pie a “la internacionalización del proyecto con el país vecino, Portugal, a través de las aguas que desembocan en el embalse del Chanza.
La Alcalaboza realiza un recorrido de unos 64 kilómetros en dirección este-oeste a través de los términos de Cortegana, Aroche y Rosa y desemboca en el río Chanza, fronterizo con Portugal. Recibe por la margen derecha a la rivera del Aserrador.
Las noticias que llegan de los cenáculos de la Junta de Andalucía, donde hay simpatía por el plan, les empuja a hacer todo lo que esté en su mano para mostrar su oposición. Porque en esta zona de los Acebuches y Fuente de la Gila ya se hicieron investigaciones hace un siglo que pusieron en evidencia la presencia de grafito.
En tiempos de guerra y anuncios de rearme, el mineral de grafito se pone de moda. Es muy usado en maquinaria bélica por no hablar de las potentes bombas de grafito ya utilizada en varios conflictos
Y ahora, en tiempos de guerra y anuncios de rearme, el mineral de grafito se pone de moda. Es muy usado en maquinaria bélica por no hablar de las potentes bombas de grafito ya utilizada en varios conflictos. Y con ello aviva el interés económico y estratégico por las concentraciones de grafito existentes en el entorno de la Rivera de la Alcalaboza.
Durante los tres años de trabajo previstos, Geoland Services SL. sondeará cuatro mil metros, comprendidos en 20 pozos de 200 metros cada uno de profundidad en busca de grafito, oro y plata.
Organizaciones locales, regantes, propietarios, ganaderos y ecologistas han puesto en marcha una batería de alegaciones que no pasan de largo sobre la contaminación por metales pesados de las masas de agua superficiales y subterráneas esenciales para garantizar el regadío en miles de hectáreas de la zona del Chanza-Piedras.
Las alegaciones no pasan de largo sobre la contaminación por metales pesados de las masas de agua superficiales y subterráneas esenciales para garantizar el regadío en miles de hectáreas de la zona del Chanza-Piedras
En las alegaciones se especifica respecto a la afección a las aguas que “ni la descripción de los cursos de agua superficiales ni la posibilidad de afección a los mismos son concretos, y respecto a las masas de agua subterráneas sólo se listan, por lo que no garantiza la conservación de estos recursos”.
A juicio de los colectivos que conforman la Plataforma, el proyecto minero “supone una amenaza para los cursos altos y limpios de las cuencas hidrográficas del Guadiana y del Tinto-Odiel-Piedras”.
Y apunta “concretamente, para el nacimiento y curso medio de la Ribera de la Alcalaboza, Barranco de los Andrinos y otros, tributarios del Guadiana a través del Chanza, cuyo embalse es un reservorio principal de agua potable de toda la provincia, y compartido con Portugal. A través de los barrancos de la cuenca del Odiel, aumentaría el riesgo de acidificación de los embalses Cueva de la Mora y Olivargas”.
Afectaría también a los pozos municipales que nutren a las aldeas de Ojalvo, El Puerto, El Cincho o Veredas, con el consecuente riesgo de contaminación de su agua potable.
Amenaza para la zona rural
Los colectivos creen que el proyecto Valdegrama, como ya han demostrado otros proyectos mineros en nuestra provincia y en otros territorios, “supone una seria amenaza para los medios de vida y opciones de futuro de nuestros pueblos y aldeas, afectando a sus principales sectores económicos: la agricultura, la ganadería y el turismo”
Advierten que “el epicentro de la zona de investigación minera es abundante en fuentes y manantiales que mantienen una rica zona de huertas y cercados que proporcionan hortalizas, verduras, fruta y forraje para uso humano y animal”. En las cuencas de los barrancos y riberas de la zona se extienden dehesas que alimentan una abundante ganadería extensiva de guarros, cabras, ovejas, vacas y caballos. Además, hay frondosas arboledas de ribera y una variada avifauna, garantía de futuro para sus habitantes actuales y para las generaciones venideras.
Además, en la zona afectada existen numerosas primeras viviendas rurales, diseminados de los habitantes de la zona así como otras reconstruidas para turismo rural.
Afectará a los propietarios y propietarias de las viviendas, así como a trabajadores del sector turismo, cazadores, senderistas...
“La minería supone una amenaza para caminos públicos así como para nuestros bienes patrimoniales etnológicos y arqueológicos (zahurdas, andiles, pozos, norias ancestrales…), lo que afectará a los propietarios y propietarias de las viviendas, así como a trabajadores del sector turismo, cazadores, senderistas, ciclistas y todas aquellas personas que acuden a disfrutar de nuestro entorno natural, cultural y humano”.
“Nos preocupa específicamente el impacto que el proyecto, y las posibles futuras explotaciones mineras que de él se deriven, tendrían sobre la fauna y flora de una zona conocida por su altísimo valor ecológico. Un área perimetral del Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche que hasta ahora ha quedado a salvo de la contaminación causada por la minería de sulfuros polimetálicos, que tan gravemente afecta ya a la mayor parte de los cursos medios y bajos entre el Guadalquivir y el Guadiana”, apuntan en su información de oposición al proyecto.
A lo que se añade que “nuestro territorio es hogar de numerosos reptiles, entre ellos la salamandra que es un indicador de agua limpia. En Sierra Pelada habita el buitre negro que busca el silencio para anidar, y que vería amenazada su preservación por la contaminación acústica y lumínica de potenciales proyectos de explotación minera a raíz de este proyecto de investigación. En Alcalaboza habita una especie de pez en peligro de extinción, el jarabugo, un endemismo que al igual que una libélula del cuaternario que se ve por la zona y que junto con otras muchas especies animales y vegetales vería amenazado su hábitat”. Son detalles de la inquietud que despierta el proyecto minero.
A esta batería de perjuicios añaden su preocupación “por la salud y bienestar de los habitantes de las zonas afectadas por los sondeos previstos, que se verían gravemente perturbados por el polvo (potencialmente tóxico) y el ruido de máquinas y tráfico pesado”.
Para terminar la relación provisional de amenazas, consideran que “la minería actual es altamente demandante de agua” y se preguntan ¿de dónde se obtendría, y en detrimento de qué otros aprovechamientos?
