viernes. 06.06.2025
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Almonte abre las puertas del Rocío con su llegada a la aldea en un año jubilar marcado por la fe y la esperanza

La Hermandad Matriz abre las puertas del alma rociera con su llegada a la aldea, en un año jubilar que multiplicará la fe y los corazones ante la Blanca Paloma

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Momento de la entrada del Simpecado de Almonte en la Ermita del Rocío en el día de ayer / 📸 Rafael Díaz. Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Almonte
Almonte abre las puertas del Rocío con su llegada a la aldea en un año jubilar marcado por la fe y la esperanza

Almonte ya está en El Rocío. En una mañana cargada de emoción y promesas susurradas al viento, la Hermandad Matriz ha culminado su peregrinación hasta la aldea almonteña, como primera corporación en pisar la arena bendita que guarda la mirada de la Virgen del Rocío. Poco más de 15 kilómetros han separado a los almonteños del lugar que, cada año, transforma el alma en fe viva. Pero ese corto camino encierra siglos de devoción, raíces profundas y el compromiso de recibir a todas las hermandades filiales que, desde hoy, comenzarán a presentarse ante Ella. Curiosamente, el consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz ha hecho la entrada con la Hermandad Matriz al Rocío.

Hermandad Matriz de Almonte, llegando ayer al Rocío. / Fotografía: Rafael Díaz. Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Almonte.
Hermandad Matriz de Almonte, llegando ayer al Rocío. / Fotografía: Rafael Díaz. Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Almonte.

El Rocío ya huele a Pentecostés. Este 2025 no será una romería más: es año jubilar, y la promesa del perdón pleno se convierte en una llamada aún más fuerte para miles de peregrinos que se esperan en los próximos días. La fe se multiplica, se extiende, se hace palpable en cada palmo de arena, en cada canto, en cada lágrima. Porque en El Rocío no se llega, se vuelve; no se camina, se entrega uno entero.

Hermandad Matriz de Almonte, llegando ayer a la Ermita del Rocío. / Fotografía: Rafael Díaz. Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Almonte.
Hermandad Matriz de Almonte, llegando ayer a la Ermita del Rocío. / Fotografía: Rafael Díaz. Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Almonte.

Con la llegada de la Matriz, comienza oficialmente la cuenta atrás hacia los momentos más intensos de esta romería. El calor apretará fuerte el domingo, como queriendo probar la resistencia de los romeros.  Pero nada será comparable a la madrugada del lunes de Pentecostés, cuando, en un mar de emoción y tensión, se produzca el esperado salto de la reja. Será duro, será largo, pero será Rocío: un estallido de fervor que rompe la noche y une al mundo entero bajo un solo nombre: María.

La aldea ya espera. Y Ella, la Señora, ya escucha los pasos que vienen de lejos.