jueves. 25.04.2024
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Afectados de linfoma en Huelva exigen mayores inversiones en investigación

Los pacientes de este tipo de cáncer linfático reclaman, un año más, recursos tanto para la producción científica como para la creación de equipos multidisciplinares con los que mejorar su atención y la de sus familias. 
Unidad de Oncología.
Afectados de linfoma en Huelva exigen mayores inversiones en investigación

A Luis G. (Huelva, 1987) le detectaron una leucemia hace tres otoños, cuando acababa de cumplir 21 años. “Con esa edad piensas que vas a vivir para siempre, que nada malo te pueda pasar. Después del diagnóstico esa certeza se deshace y de repente eres consciente de lo vulnerable que eres”, explica Luis.

Afortunadamente, el tumor se cogió a tiempo y después de un año y medio de tratamiento con quimioterapia y radioterapia, Luis puede hablar de una recuperación casi total: “Ahora intento retomar mi vida donde la dejé, sabiendo que no soy el mismo y que tendré que pasar controles periódicamente para evitar que el cáncer reaparezca”, asegura el jóven. 

El caso de Luis no es aislado. Se calcula que los linfomas de Hodgkin,  como el suyo, afectan aproximadamente a uno de cada tres pacientes diagnosticados por linfoma en la provincia en un ratio de edad que comprende los 20 y los 29 años, aunque no se descartan para otros rangos de edad. En el caso de los linfomas no hodgkinianos (NHL) -el tipo más frecuente de linforma en la actualidad- se observa principalmente en hombres jóvenes (también en niños) y se origina, al contrario que el de Hodgkin, en los glóbulos blancos por lo que afectan directamente al sistema inmunitario. 
 

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Imagen de microscopia de un linfoma desarrollado por ratones con alteraciones en el gen VAV1. / Xosé R. Bustelo

En ambos casos, las altas tasas de curación con los esquemas de tratamiento actuales se sitúa ya en un 90 por ciento en pacientes diagnosticados de forma precoz y un 70 por ciento en aquellos con estadios más avanzados, según expone en un reciente informa la Asociación Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL). 

Falta inversión pública en investigación 

Uno de esos casos de éxito fue el de Alberto Pérez (La Palma, 1977) que lleva una década enfrentándose a un NHL de crecimiento lento. “Me lo diagnosticaron de forma casual, a través de una analítica sin ninguna relación aparente con la enfermedad aunque si noté alguno de los síntomas como el cansancio o la fatiga”. 

Después de nueve años en tratamiento, Alberto está en condiciones de asegurar que no estaría aquí si no fuera por los avances médicos que ha visto y vivido en primera persona todos estos años. “Es un tipo de cáncer que continúa siendo muy raro y al que se le dedican muy pocos recursos. A pesar de ello, cuando yo recibí el primer diagnóstico la esperanza de vida apenas superaba el 60 %, ahora es casi el doble. Los tratamientos son menos agresivos y la calidad de vida también aumenta”.

Ciertamente, la producción científica española total con respecto al cáncer en España sigue siendo muy pobre e inestable, así como especialmente dependiente de instituciones del sector privado. Según los últimos datos al respecto recogidos por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), la inversión en investigación contra la enfermedad en España se sitúa en apenas un 3,7 % y solo un 0,08 % aproximadamente se destina a los linfomas. 

Con estas cifras, las principales asociaciones de pacientes reclaman a las administraciones públicas, “mayores inversiones en investigación en oncología, tanto en lo que respecta a la propia producción científica como a la realización de protocolos conjuntos y la mejorar en la atención al paciente oncológico cuyo impulso depende de la financiación de equipos multidisciplinares”.