Padre Emilio: “Los valores religiosos se van perdiendo y eso hace que la gente no se plantee la vocación”

Para mí es un lujo y sobre todo un orgullo tener esta semana en mi sección ‘Rincon Choquero’ al padre Emilio Rodríguez Claudio, un religioso agustino que nació en Ceuta en el seno de una familia cristiana de clase media, compuesta por sus padres y cinco hermanos, cuatro chicos y una chica.

En 1984 fue ordenado en el seminario mayor que los agustinos tenían en Los Negrales, en la sierra de Madrid y desde 1986 que llegó a Huelva para hacerse cargo junto con otros compañeros de la capellanía del centro penitenciario, han sido y son muchos los cargos que ha ostentado y de alta responsabilidad.

Actualmente sirve a la iglesia de Huelva como  Vicario General de la Diócesis y como presidente del Cabildo de la Catedral. Asimismo es el párroco del municipio de Aljaraque, siendo el moderador de las parroquias Ntra. Sra. de los Remedios, Regina Mundi y Ntra. Sra. de Bellavista. Además continúa llevando la capellanía del centro penitenciario.

Lo conocí personalmente allá en 1986 recién llegado a Huelva, dado a mi proximidad de mi trabajo por aquellos años con la Capilla de las Hermanas Agustinas. Y desde aquel momento pude percatarme que se trataba de una persona de trato sencillo, campechano, bondadoso,  afable, empático y servicial, además de ‘güena’ gente.  Y al instante nació una buena amistad que obviamente con el paso de los años se ha incrementado.

Para descubrir un poco más a nuestro protagonista nos pusimos en contacto con él para hacerle una entrevista. Y con la afabilidad y cortesía que le caracteriza accedió a la primera. Así que vamos a ello.

· De niño todos soñamos con ser algo de mayor. ¿Cuál era tu sueño?

R. De niño y de mayor todos tenemos sueños. Siempre he sido una persona muy soñadora. En tiempos de niño, sueños de niño…, sueños de futuro, sueños de esperanza…

· ¿Cómo se desarrolló tu infancia y dónde?

R. Mi infancia es la típica de un niño de clase media en los años sesenta. Una infancia tranquila, sin sobresaltos, arropada por una numerosa y espléndida familia, padres, hermanos, abuelas, tíos, tías, primos y un sinfín de amigos y vecinos que compartimos alegrías, juegos, reuniones festivas, celebraciones, mañanas de cine y tardes de fútbol de domingo y por supuesto semana de colegio, mi colegio, el San Agustín de Ceuta, mi ciudad de nacimiento, de infancia y primera juventud. Lo que podríamos denominar como una infancia muy feliz.

· ¿Cómo surge tu inquietud por el sacerdocio y porque opta por la comunidad de Padres  Agustinos?

R. Me formé desde siempre en el colegio de los Padres Agustinos de mi ciudad. De mis profesores sacerdotes aprendí la entrega, la generosidad y el esfuerzo. Fui testigo del testimonio de su vocación como sacerdotes y como docentes, allí aprendí, vi y decidí ser como ellos. Ese es el origen de mi vocación como sacerdote agustino, que luego, ellos y yo fuimos cuidando a lo largo de los años de formación y preparación.

· ¿Cómo recuerdas el día de tu ordenación sacerdotal?

R. Sin lugar a dudas como uno de los más importantes de mi vida. Fue un nueve de junio de mil novecientos ochenta y cuatro, en el seminario mayor que los agustinos teníamos en Los Negrales, en la sierra de Madrid, rodeado de los que uno quiere. Se inicia un camino de entrega, servicio y disponibilidad al Señor y a los demás. Es un día que no se olvida nunca.

· Cuando llegaste a Huelva, pensaste que algún día llegarías a ostentar cargos como vicario general de la diócesis o deán del Cabildo Catedral.

R. En absoluto, venía a hacerme cargo junto con otros compañeros de la capellanía del centro penitenciario que acababa de abrirse en La Ribera, en junio de mil novecientos noventa y seis, lo que ha sido mi vida sacerdotal en la diócesis hasta dos mil catorce, cuando don José me pidió que me hiciera cargo de la Vicaría para la Celebración de la fe y posteriormente don Santiago me pidió que me hiciera cargo de la Vicaría  General y de la presidencia del Cabildo Catedral.

Eso sí, sigo siendo capellán del centro penitenciario y acompañando a los internos del mismo. Fue la única condición que puse a los señores obispos para aceptar los otros encargos que me encomendaron.

· Además de capellán del Centro Penitenciario de Huelva, también  ostentas el cargo de Director Espiritual de la Hermandad de la Buena Muerte ¿es fácil compaginar tantos cargos?

R. Con la ayuda de tantos y tan buenos colaboradores y gente que me rodea, no diré que es fácil, a veces llega uno muy justo a las cosas, pero si es más sencillo y llevadero. La gente es muy buena y sabe poner el hombro y colaborar con generosidad y eso me facilita mucho las tareas.

· Asimismo, realizas tu labor diaria en Aljaraque. ¿Cómo describirías el crecimiento también del municipio y cómo son los fieles de la localidad?

R. Llevo veintisiete años viviendo en Aljaraque. Los nueve últimos como párroco moderador de las parroquias del municipio. Ntra. Sra. de los Remedios, Regina Mundi y Ntra. Sra. de Bellavista. Una experiencia realmente privilegiada por el entorno en el que vivo y muy especialmente por su gente, cercana, atenta, religiosa, emprendedora y siempre colaboradora con las actividades de sus parroquias.

Que decirte del municipio, en estos años lo he visto crecer a más y mejor. Es un lugar privilegiado para vivir.

· ¿Por qué dirías que cada vez hay menos sacerdotes? Piensas que en pocos años habrá problemas para cubrir todas las parroquias.

R. Los motivos son múltiples y no los vamos a esconder. En primer lugar vivimos en una sociedad profundamente laicista, donde las cosas de la religión y la Iglesia no tienen la incidencia que tenían no hace tantos años. Una sociedad donde los valores religiosos se van perdiendo a marchas forzadas y eso hace que la gente no se plantee la vocación sacerdotal; eso acompañado de otros elementos, internos y externos a la Iglesia (familias menos numerosas, escándalo de la pederastia, pérdida de prestigio de la vida sacerdotal…), hacen que cada vez sea menor el número de vocaciones sacerdotales en nuestra sociedad occidental. Lo contrario de lo que está ocurriendo en otras partes del mundo como, África, Asia o América, donde las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada están creciendo vertiginosamente.

Ya no en unos años, en estos momentos estamos viviendo la dificultad de cubrir muchas de nuestras parroquias por la falta de sacerdotes. Situaciones que se van resolviendo de otra manera. La realidad no es la misma que hace unos años y hay que darle respuesta de otra manera, sobre todo incorporando a los laicos en la responsabilidad de la parroquia, asumiendo la tarea que les corresponde como bautizados, la parroquia es la casa de todos y todos tenemos en ella un lugar y una responsabilidad.

· ¿Puede pasar la solución por incorporar a la mujer al sacerdocio?

R. Creo que no. Las soluciones pasan, como ya he dicho anteriormente, por el compromiso y la aceptación de la responsabilidad de cada uno en la comunidad parroquial. 

· ¿Crees que con la cantidad de muertes por la pandemia del covid y ahora con la guerra de Ucrania, hay actualmente crisis de fe?

R. No creo que ninguna de las dos cosas hayan afectado significativamente a la actual crisis, no solo de fe, sino también de valores que vivimos. Creo más bien que tanto la guerra de Ucrania como la pandemia han sido y son fruto de esta crisis de fe y de valores que vive la sociedad actual.

· Por cierto y cambiando de tema, desde tu llegada a Huelva que ya hace bastantes años, supongo que habrás notado una gran metamorfosis, cuál diría que es el cambio más relevante.

R. Por supuesto que sí, tanto en lo social, como en lo cultural, en lo político y en lo físico. Creo que la transformación de Huelva, tanto ciudad, como provincia ha sido impresionante. Pero hay que seguir luchando con muchas ganas, sin bajar los brazos por lo que somos, tenemos y queremos, nuestra identidad, nuestra cultura y tradiciones y nuestro futuro, en este camino la transformación será para seguir creciendo más y mejor, como lo hemos venido haciendo hasta ahora, sin ser ni más ni menos que nadie.

· A pesar de tal transformación, Huelva sigue estando a la cola de Andalucía en cuanto a infraestructuras. Para ti ¿cuál dirías que es la más prioritaria?

R. Creo que hay dos estructuras que son fundamentales, el tren, una comunicación por tren ciento por ciento eficaz, no como la que venimos teniendo, que nos conecte con el resto de España y con Portugal, cuantas posibilidades, no tendría nuestra Huelva con unas infraestructuras ferroviarias adecuadas y por supuesto el avión, con un aeropuerto que nos conectase nacional e internacionalmente para tener más posibilidades en el mundo del turismo de calidad como ocurre en provincias cercanas y en Portugal. Creo que estas serían las estructuras prioritarias en este momento.

Estamos llegando al final de esta entrevista mi querido Padre Emilio, persona siempre comprometida con las cosas de Huelva. Muchas gracias por prestar tu tiempo a mis lectores de esta sección. Y no sé si te gustaría añadir alguna cosa más que no te haya interpelado durante nuestra conversación.

R. Solo quiero agradecerte por haber querido contar conmigo por esta entrevista y corroborar una cosa que nos dice todo el que viene de afuera y a veces a nosotros nos cuesta creer de verdad. Vivimos en un paraíso, en la mejor tierra del mundo, aprendamos a vivirla bien y con toda la calidad de vida que nos depara.