viernes. 19.04.2024
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El virus de la gripe aviar ha matado ya a decenas de miles de aves en 8 focos de Huelva

Nada menos que dos brotes en aves silvestres, en Villarrasa y Almonte, y seis focos más en granjas de pollos y pavos de Villarrasa, Niebla y Trigueros han obligado ya a sacrificar casi cien mil aves en la provincia onubense. La sequía agrava la situación.
El virus de la gripe aviar ha matado ya a decenas de miles de aves en 8 focos de Huelva

El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete ha confirmado la detección del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en dos nuevas explotaciones localizadas en los municipios de Pedrera y Aguadulce (Sevilla). Son las últimas de una epidemia que en Huelva está causando estragos.

Nada menos que dos brotes en aves silvestres, en Villarrasa y Almonte, y seis focos más en granjas de pollos y pavos de Villarrasa, Niebla y Trigueros han obligado ya a sacrificar casi cien mil aves en la provincia onubense. Una situación que preocupa, y mucho, a las autoridades sanitarias y veterinarias por la velocidad de contagio y propagación. A lo que se une sospechas en varias localidades más, hasta ahora contenidas.

Lo peor es si la sequía persiste porque los brotes van a seguir produciéndose, según los expertos consultados por diariodehuelva.es. El problema es que cuando el agua escasea los humedales se secan y los caudales por lo que las aves tienden a concentrarse donde pueden para mantenerse hidratados. Ese hacinamiento en pequeñas charcas favorece la aparición de brotes y ayuda a la expansión del virus.

Las últimas dos explotaciones de pavos tienen un censo aproximado de 21.840 y 7.000 animales respectivamente. Ambas se encuentras en el radio de la zona de restricción (ZR) de anteriores focos notificados en Gilena.

La sospecha de la enfermedad  vino derivada por la detección de un incremento anormal de mortalidad. Las muestras tomadas por parte de los SVO de la Junta de Andalucía, se remitieron al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, como Laboratorio Nacional de Referencia de la Influenza aviar en España, donde se ha confirmado que se trata en ambos casos de una cepa de IAAP subtipo H5N1.

El posible origen de los focos se mantiene bajo estudio, teniendo en cuenta los posibles vínculos epidemiológicos entre granjas afectadas por proximidad con focos previos, sin poder descartar en todo caso el origen a través de aves silvestres.

Los SVO de la Junta de Andalucía han adoptado inmediatamente las siguientes medidas, establecidas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión:

  • Inmovilización inmediata de las dos explotaciones
  • Realización de la encuesta epidemiológica con objeto de conocer el posible origen de los focos y explotaciones en riesgo por movimientos de personas y vehículos.
  • Se está procediendo a realizar el sacrificio de todo el censo de las explotaciones afectadas y la destrucción oficial de los cadáveres, pienso y demás materias contumaces que pudieran vehicular el virus, según lo establecido en la normativa de
  • Establecimiento de una zona de restricción alrededor de los focos: 3 km de zona de protección y 3-10 km de zona de vigilancia, en la que se encuentran 72 explotaciones comerciales y 2 de autoconsumo para el foco de Pedrera; 39 explotaciones comerciales y 2 de autoconsumo para el foco de Aguadulce;

En relación a la detección en aves silvestres, hasta la fecha se han detectado un total de 19 casos en 2022 en las provincias de Lérida, Girona, Ávila, Palencia, Valladolid, Salamanca, Sevilla, Huelva, Cádiz, Madrid y Badajoz. En la tabla y mapa 2 están representados todos los focos de IAAP en España en 2022 hasta la fecha.

Si bien hasta el momento no hay constancia de que el subtipo H5N1 que durante los últimos meses está afectando a Europa tenga capacidad zoonósica significativa, es decir, su capacidad de transmitirse a las personas resulta muy reducida, se recomienda minimizar el contacto innecesario con las aves que muestren síntomas clínicos o se hallen muertos en el campo.

En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos.

Desde el MAPA se recuerda la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres, así como reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad.