jueves. 28.03.2024
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Toxicología alerta de riesgos para la salud por el vertido de La Zarza

El instituto nacional también cree que la calidad de las aguas han sufrido un "daño sustancial"
Toxicología alerta de riesgos para la salud por el vertido de La Zarza

El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses cree que el vertido de aguas ácidas ocurrido en la balsa minera de La Zarza en mayo de 2017 puede suponer "un riesgo para la salud de las personas". Así lo advierte el Departamento de Sevilla de la citada entidad en un informe pericial remitido hace unos días al Juzgado de Instrucción nº 1 de Valverde del Camino, que solicitó tal documento en el marco de las diligencias previas abiertas por este juzgado tras la denuncia formulada por la Delegación Territorial de Medio Ambiente de Huelva contra las empresas Nueva Tharsis SAL y Ormonde España SA.

En el informe también se alerta del "daño sustancial" que el vertido supone tanto para la calidad del agua, en un recorrido de unos 50 kilómetros, como para el equilibrio de los sistemas naturales. "El vertido provoca un daño sustancial en la calidad del agua del arroyo innominado, el Barranco Mojafre, el río Rivera del Olivargas y el río Odiel hasta la altura de Gibraleón, en un recorrido total de alrededor de 50 kilómetros, y supone un riesgo grave de los sistemas naturales, pudiendo suponer un riesgo para la salud de las personas dependiendo de los usos del agua superficiales y subterráneas", señalan textualmente las conclusiones del informe.

Desde el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses concretan además que "los resultados analíticos muestran concentraciones que sobrepasan hasta 1.000 veces los valores máximos que pueden verterse de metales en un cauce público hasta incluso una semana después".

En el apartado 'Riesgo para la salud de las personas', el informe advierte de que una vez que las partículas de metal llegan a nivel freático, esta situación "puede suponer un riesgo para la salud de las personas por consumo de agua de pozos o por contaminación a través del riego de cultivos", una tesis que el informe defiende en base a una serie de efectos que pueden ser provocados por las sustancias encontradas, como cobre, cromo, arsénico o níquel.

En cuanto a los riesgos para los ecosistemas naturales, desde el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses sostienen que, al acumularse en los sedimentos, los metales provocan una "contaminación crónica con efectos a largo plazo, ya que los metales no se biodegradan y la disponibilidad permanece”, al tiempo que calcula que se ha producido "una afección de más de 50 kilómetros de cauces de arroyos y ríos, durante varios días, hasta cuatro kilómetros aguas arriba del límite del Paraje Natural de Marismas del Odiel".

Por último, el informe advierte de que la contaminación producida "constituye un riesgo grave para este ecosistema que está protegido especialmente por los organismos que en ella habitan de forma permanente o temporal, como las colonias de espátulas en peligro de extinción".