lunes. 06.05.2024
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Terapia de pareja: miembros independientes, no siameses

Terapia de pareja: miembros independientes, no siameses

¿Cómo diferenciar una relación sana de otra dañina y perjudicial para las dos partes?

A veces en ciertas relaciones de pareja se crean unos sentimientos de dependencia y posesión nada saludables. Cuando se limita la libertad del otro, se intenta cambiar su personalidad y sus amistades y se intenta vivir única y exclusivamente para uno nace una trampa mortal, una relación destructiva.

Amar es generosidad, no obligación, caminar en la misma vía o dirección, pero sin cortar jamás la vía al compañero. Relaciones por apariencia, por estatus, por relación comercial, dependencia emocional o miedo a la soledad o a lo desconocido, pasarán factura y serán amigas inseparables de la infelicidad.

Las personas cambian con el tiempo, tienen nuevos deseos y necesidades unidos a sentimientos y sensaciones, y si no se progresa a la par surgen confusiones, afectos contradictorios, soledad en compañía, inapetencia sexual, muestra del tedio, aburrimiento y asfixia de un compromiso que ya no es tal.

No se puede forzar el amor. Pero sí generar actitudes, conductas que enciendan la llama de un fuego emocional que brotará con fluidez y facilidad. Si los sentimientos y feeling son mutuos, con solo pronunciar un nombre aumentan los latidos de tu corazón.

La posesión es ese miedo a perder lo que crees que es tuyo, deberías asimilar que nadie es tuyo, sino de sí mismo, que en un momento o ciclo vital os ofrecéis el regalo de compartir la vida y enriqueceros y complementaros, no ser iguales ni constituirte en la pesada mochila siempre colgada a su hombro. Esta dependencia demuestra inseguridad y baja autoestima y asfixia al de enfrente. La ternura, comprensión, tolerancia, respeto a la autonomía del otro, el echarse de menos, crean un goce y placer del encuentro expresado en ese abrazo del 'Te eché de menos pero ahora te cuento lo que sucedió durante mi día' y tu 'Cuéntame a mí tu jornada', como una especie de terapia y vínculo en una pareja que se ama, se quiere y se respeta y confía el uno plenamente en el otro.

Sin embargo cuando alguien deja de convertirse en aliado para convertirse en la traba u obstáculo que no te deja desarrollar en plenitud y cuando sólo resta la pena, la amistad o el cariño, sumado al qué dirán, lo más aconsejable es una ruptura seria antes de que tu esquema mental se rompa en pedazo.

Recuerda siempre que en una pareja existen dos individualidades, dos personas con sus propias inquietudes, no siameses ni dos en uno como rezan muchas publicidades. Caminar juntos hacia la misma meta y contemplar un mismo horizonte desde tu óptica y desde la suya, aunque dirigidas a un mismo punto en común.

Pilar
María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo

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