viernes. 29.03.2024
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Sacan a la luz en La Soledad una veintena de cadáveres de fusilados por los franquistas

Los primeros trabajos de exhumación en el cementerio de La Soledad de fusilados por el franquismo sacan a la luz en poco más de 15 días más de dos decenas de cadáveres. Los cuerpos presentan balazos, signos de violencia y aparecen hasta cadenas con las que ataban a los presos.
Sacan a la luz en La Soledad una veintena de cadáveres de fusilados por los franquistas

Los primeros trabajos de exhumación en el cementerio de La Soledad de fusilados por el franquismo sacan a la luz en poco más de 15 días más de dos decenas de cadáveres. Los cuerpos presentan balazos, signos de violencia y aparecen hasta cadenas con las que ataban a los presos.

El Ayuntamiento de Huelva comenzó a primeros de octubre en el cementerio de La Soledad los trabajos previos de investigación de campo y catas forenses que tienen por objetivo final recuperar los cuerpos de centenares de represaliados del franquismo que fueron fusilados, enterrados y arrojados a las fosas comunes. Allí se espera encontrar centenares (hasta 1.500 según las investigaciones) de cuerpos de víctimas de los golpistas del 36.

Pocos días después del comienzo de los trabajos comenzaron a aparecer los primeros restos en la zona norte del cementerio onubense ya con signos evidentes de violencia. Pero ahora, a punto de culminar la primera fase, todos los indicios apuntan a que el equipo de arqueólogos que dirige Jesús Román ha dado con un importante enterramiento de carácter masivo.

Las pruebas que van apareciendo en el lugar apuntan en esa dirección: restos de proyectiles, cráneos agujereados por las balas de los verdugos fascistas, huesos rotos de forma violenta, restos de zapatos, alpargatas y algunos objetos de las víctimas, fusiladas y enterradas sin ni siquiera apuntar sus nombre.

En esta primera tanda de trabajos ha aparecido hasta una cadena con candados, útiles con los que solían atar y entrelazar a los que enviaban al paredón sin pruebas ni juicios de ningún tipo.

El modus operandi de los simpatizantes franquistas en los primeros días de agosto del 36, tras la caída de la capital onubense y muchos pueblos del entorno en manos de los golpistas, era cruel, despiadado y simple: tras las detenciones arbitrarias en sus casas, delante de sus familias, trabajos o en plena calle bajo el 'sambenito' de simpatizantes de la República los conducían a los muros del parque Moret o a las tapias del cementerio de La Soledad, que había sido inaugurado en 1928. Andando o en camionetas. Allí mismo eran fusilados, junto a las tapias del cementerio inglés, cuyos muros y puertas de hierro aun conservan muchos de los impactos de las balas.

Había días, durante el terror caliente de los primeros momentos del golpe de estado fascista, que fusilaban en grupos de diez, veinte y hasta de cincuenta personas, según ha quedado reflejado en el libro de enterramientos del cementerio. Vecinos de Huelva y también de numerosos pueblos.

Las cifras de fusilados eran atroces. Y la ciudad estaba atemorizada y aterrorizada por las continuas sacas y los ruidos continuos de los fusilamientos. Incluso de noche.

En estas primeras fosas de la zona norte, los cadáveres de los fusilados aparecen amontonados, mezclados. Habían sido arrojados sin miramientos. Por eso los restos están apareciendo abrazados, unos sobre otros, lo que hace más complicada la enorme tarea de los equipos que trabajan en la zona.

Pero el trabajo ha dado sus frutos. Esta fase acabará ahora pero tras más de media docenas de catas dejan sobre la mesa de las autoridades pruebas clarificadoras de las matanzas habidas en Huelva durante todos esos años.

No son las  únicas fosas porque en el cementerio de La Soledad, al margen de las fosas comunes, hay decenas de enterramientos ritualizados de otros tantos presos y condenados republicanos a los que más adelante del 36 se les fue aplicando la justicia franquista.

El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, tras la primera visita a la excavación, se mostró satisfecho con el trabajo que está desarrollando el equipo de arqueólogos contratado, felicitándolos por un “hallazgo que da sentido a todo este proyecto, porque se trata de dar respuestas no sólo a nivel general, sino también personal, a familiares que necesitan saber qué pasó con sus padres y abuelos”.

Familiares que desde 2015 han ido reclamando la exhumación de sus seres queridos y que están a la espera de los resultados oficiales de la investigación. Y que ahora, durante esta fase, han acudido a interesarse por ella.

Gabriel Cruz se ha comprometido a “seguir adelante con nuestro Plan de recuperación de la memoria Histórica porque se lo debemos a los fallecidos, a las familias y a nosotros mismos, para avanzar en un espacio de convivencia, concordia y unión, pero desde la dignidad y el reconocimiento a las víctimas”. Todos los partidos (PSOE, PP, IU y No Adscrito) apoyaron en 2015 la señalización y protección de estas fosas para poder realizar estos trabajos.

Ha sido en el sexto sondeo realizado durante estos días el más exitoso, y donde se localizó la fosa común que, según el arqueólogo responsable de la intervención, Jesús Román, “muy probablemente se corresponda con el verano caliente del 36, porque en principio, en los 2×2 metros excavados, se aprecian cinco cuerpos agolpados, amontonados y con signos en el cráneo de un tiro en la cabeza, que guardan mucha similitud con sepulturas encontradas en otros cementerios”. Apenas quince días después de estas primeras declaraciones los cuerpos encontrados superan la veintena.

El objetivo del proyecto actualmente en marcha es delimitar la superficie de la fosa común, para conocer sus dimensiones y detectar la manera en que están dispuestos los cuerpos, partiendo de la base de que el Cementerio de La Soledad, según Román, “contaba desde antes del inicio de la Guerra Civil con una organización para los enterramientos en esta zona, en forma de parrilla, aunque también ha quedado probado que el espacio se ha reutilizado, ya que se han encontrado enterramientos mucho más recientes, a unos 70 centímetros, pero sepulturas normalizadas, individuales, con caja, bolsas de cadáveres y otras características que apuntan a enterramientos de caridad de no hace más de 40 años, por lo que habría que estudiar si debajo de ellos, hay restos anteriores”.

La intención es continuar con el proyecto, haciendo sondeos y catas, tanto perimetrales, como centrales, para a continuación presentar un proyecto independiente para proceder a las exhumaciones.

El objetivo municipal anunciado es amplio y abarca todas las fosas del franquismo en el cementerio de la capital, que acogen unos 1.500 cuerpos de represaliados por los golpistas del 36.

Estos trabajos están enmarcados en el Plan de Recuperación de Memoria Histórica de la Federación de Municipios y Provincias. Y se incluyen en la relación de los 92 ayuntamientos españoles cuyas propuestas de actuaciones en esta materia fueron aprobadas en la convocatoria realizada por la FEMP, con previsiones de recuperar 4.000 restos de represaliados. Este proyecto al completo cuenta con una subvención de 750.000 euros (18.000 en el caso de Huelva) procedentes del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.

Cabe recordar que una primera investigación de la Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva, realizada por José María García Márquez y Miguel Ángel Harriero, puso nombres y apellidos a 1.099 de los enterrados en la capital entre 1936 y 1944. El cementerio de ‘La Soledad’ de Huelva capital cuenta con al menos 1.437 víctimas del franquismo. Ese es el número de personas enterradas en las fosas comunes del camposanto onubense entre 1936 y 1944 que han podido ser documentadas en un nuevo estudio.