viernes. 19.04.2024
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La Sierra sufre otra sequía desconectada de los pantanos 'sevillanos' de Zufre y Aracena

Los cortes de agua se extienden por los municipios vecinos a los embalses de la Cuenca 'onubense' del Guadalquivir. La situación de los pantanos de la cuenca del Guadalquivir ubicados en Huelva, Aracena y Zufre, comienza a preocupar.
La Sierra sufre otra sequía desconectada de los pantanos 'sevillanos' de Zufre y Aracena

Los cortes de agua están afectando ya a varios municipios de la serranía onubense. La comarca comienza así a afrontar un nuevo período de sequía, otro más, desconectada de los dos grandes embalses que acoge: Zufre y Aracena, destinados al abastecimiento de Sevilla.

La situación de los pantanos de la cuenca del Guadalquivir ubicados en la provincia de Huelva, Aracena y Zufre, comienza a preocupar. Porque están a menos de la mitad de su capacidad y aun queda por discurrir la parte más seca del año, los meses de agosto y septiembre.

El pantano de Aracena, que tiene una capacidad de 129 hectómetros cúbicos, contiene 57 y el de Zufre, que dispone de un contenido de 175 hm3, tiene disponibles solo 77 de agua embalsada.

La media del agua embalsada en la provincia presenta amplias diferencias entre los pantanos que nutren a Sevilla (Zufre y Aracena) pero pasan de largo por los pueblos serranos, que no llegan ni al 60%, y los de la cuenca del Tinto/Odiel/Piedras que están al 76,36%.

La gran bajada de pantano de Zufre está dejando al descubierto edificaciones antiguas que quedaron inundadas y que llevaban ya un lustro sin salir a la superficie. Ahora son perfectamente visibles.

Las consecuencias derivadas de los meses de sequía, agravadas durante el comienzo de verano por el muy precario estado de las reservas naturales de la Sierra, han obligado a la empresa pública Giahsa a programar diariamente entre las 2 y las 6 horas, restricciones nocturnas en Cala y Cortelazor la Real.

La prolongada ausencia de lluvias en los últimos meses, el insuficiente aporte de los camiones cisterna y la pérdida paulatina de caudal para atender la demanda de los usuarios de los respectivos municipios han hecho necesario proceder a una medida consensuada con ambos ayuntamientos y que ya se tomó hace dos semanas en Santa Olalla.

La alcaldesa de Cala, Maite Rodríguez, y el alcalde de Cortelazor, Franco de Pablos, han solicitado la “colaboración ciudadana en el sentido de moderar al máximo el consumo, mientras desde los ayuntamientos se sigue trabajando en coordinación con Giahsa y otras administraciones para mantener el suministro hasta la llegada de las primeras lluvias”.

La horquilla horaria en la que se producen los cortes, en plena madrugada, persigue ocasionar el menor trastorno posible a los usuarios.

La solución a esta situación pasa por la mejora de las infraestructuras hídricas de la zona cuya puesta en marcha corresponde a la Junta de Andalucía. Unas obras que ya se declararon de interés general para garantizar el abastecimiento en la comarca de la Sierra.

La atomización de las captaciones, la precariedad de muchas infraestructuras relacionadas con el ciclo integral del agua en la Sierra y, por encima de todo, una sequía que castiga con especial dureza el estado de las reservas naturales de la comarca conforman el trasfondo de una situación que se arrastra desde hace décadas cuando se comenzó a hablar de la culminación del anillo hídrico de la Sierra.

La desconexión de los pantanos de Aracena y Zufre, que abastecen a Sevilla, de los pueblos que los ‘acogen’ se ve como una rémora en la comarca serrana. El anillo hídrico, un proyecto con más de 20 años aún no se ha ejecutado. Y en la última reforma del proyecto no aparecía conectado el municipio de Zufre, siendo éste el pueblo que más término municipal aporta a ambos proyectos, al pantano de Zufre en su totalidad y un 40% del de Aracena.

Fotos: S. González