jueves. 28.03.2024
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El ‘Ratoncito Pérez’ se traslada a vivir a la aldea de Las Chinas

El ‘Ratoncito Pérez’ ubica su morada en la aldea de Las Chinas. Esta es la coqueta vivienda en la que vive este ser mágico y a la que miles de niños acuden cambiando regalos por dientes
El ‘Ratoncito Pérez’ se traslada a vivir a la aldea de Las Chinas

En ocasiones se ha definido con acierto a La Sierra como un pequeño país de sueños. Lugares como Galaroza y su ‘Valle Encantado’, o La Nava, con su valle del Múrtigas, son epicentro de las sensaciones que se pueden disfrutar en la comarca norte onubense. En la intersección de estos municipios con Jabugo, la cumbre del sabor ibérico, se encuentra Las Chinas, una aldea elegida por un puñado de afortunados para hacer más placentera su existencia.

Este pequeño núcleo ha sido el escogido por el ‘Ratoncito Pérez’ para ubicar su morada por un tiempo. Ha aceptado la invitación de los cachoneros Chari García González y Eloy García Peña, quienes han habilitado una coqueta vivienda para este ser mágico que recorre el mundo para hacer felices a las niñas y a los niños.

La idea partió de Chari, cuando su nieta Carmen se fue haciendo mayor y la caída de sus dientes de leche conllevaba el nerviosismo y la apertura hacia nuevas etapas de su vida. Ante este acontecimiento vital, le prometió que le llevaría el diente al ‘Ratoncito Pérez’, y le explicó que era un animalito que le traería regalos. Tras la lógica incredulidad, llegó la confirmación del feliz momento, y la tristeza de la pérdida fue sustituida por la alegría de la compensación simbólica.

Pero Chari fue más allá, y mandó una carta al simpático personaje para que estuviese más cerca de ellos. Le prometió un entorno idílico, el cariño de las niñas y los niños de La Sierra y un alojamiento adecuado. Sólo le faltaba al lugar este último detalle, por lo que se afanó en la construcción de una pequeña casita que encajase en el paraíso de Las Chinas. Elaboró la morada con un viejo tronco de alcornoque, al que vistió con detalles y abalorios de cosecha propia, demostrando el buen hacer que atesora realizando objetos artesanos y manualidades.

Ante esta tentadora oferta, el Señor Pérez inspeccionó la vivienda y decidió aceptar el ofrecimiento, convirtiéndose en uno de los vecinos destacados de la aldea. Desde allí, atiende a miles de niños y niñas, cambiando generosamente regalos por dientes infantiles, y sigue demostrando que está en buena forma, al mismo nivel que otros grandes personajes como Melchor, Gaspar, Baltasar o Papá Noel.

Desde que el ratoncito habita en Las Chinas, han sido muchos los niños y las niñas que se han acercado a saludarle. Aunque no puede recibirles en persona, por los numerosos compromisos que ha de atender, le alegra el cariño que le demuestran a diario. Eso sí, siempre les pide que respeten a sus vecinos para que no tengan ningún problema por tanta avalancha de visitantes.

El Ratón Pérez está recibiendo muchas atenciones, y tanto el Ayuntamiento de Galaroza, como el de La Nava, van a poner todo su empeño en que su estancia en estas tierras sea placentera y cómoda, con el objetivo de que siga recibiendo visitas y pueda continuar realizando su altruista labor.

Como demuestra esta historia, La Sierra es tierra de acogida, los serranos son hospitalarios hasta en el ámbito de los sueños, convirtiendo a veces su terruño en un cuento que llena de ilusión y fantasía a cuantos moran y se acercan a este mundo rural encantado.