viernes. 29.03.2024
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Los secretos del garbanzo de Escacena para ser una de las mejores legumbres del mercado

El garbanzo se ha convertido en el alimento de moda. A sus muchas propiedades nutritivas y beneficios para la salud se suma el interés de los consumidores por recuperar la cocina tradicional.
Los secretos del garbanzo de Escacena para ser una de las mejores legumbres del mercado

El garbanzo se ha convertido en el alimento de moda. A sus muchas propiedades nutritivas y beneficios para la salud se suma el interés de los consumidores por recuperar la cocina tradicional y a que se haya disparado el uso del garbanzo en otros formatos como ensaladas, y de forma especial el hummus o crema de garbanzos. Todo ello está generando un aumento destacado de la demanda de esta legumbre.

Pero la calidad siempre marca las diferencias entre un garbanzo y otro en el mercado. Por increíble que parezca España importa garbanzos y legumbres de de otros países cuya calidad está muy por debajo del garbanzo que se cultiva en nuestras tierras. Andalucía por ejemplo tiene uno de los dos únicos garbanzos que en España cuentan con el certificado europeo de calidad que aporta el sello de una Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Es la IGP ‘Garbanzo de Escacena’ que certifica desde el año 2014 la calidad superior y el origen del garbanzo blanco lechoso, de categoría Extra que se cultiva en un territorio de campiña entre las provincias de Huelva y Sevilla, a las puertas del Parque Nacional de Doñana y del océano Atlántico.

Pero ¿cuáles son los secretos que hacen del garbanzo de la Indicación Geográfica Protegida ‘Garbanzo de Escacena’ uno de las mejores legumbres del mundo? El primero es el territorio que conforma esta IGP que cuenta con unos suelos especiales para el cultivo del garbanzo. Son tierras arcillosas que aportan una notable ventaja en la fase de cultivo gracias a su alta capacidad para retener el agua y su elevado nivel de potasio.

Otro valor clave es la cercanía de estas tierras al Océano Atlántico y al Parque Nacional de Doñana. Gracias a esto el territorio donde se cultiva este garbanzo cuenta con un microclima especial durante los meses de febrero y julio,que coinciden con el inicio de la fase de cultivo y con el comienzo de la recolección.

En este microclima tiene especial incidencia otro de los secretos de la producción de estos garbanzos: los vientos sur-suroeste predominantes en la zona -conocidos como “marea”- que llegan cargados de humedad gracias a la brisa marina del Océano Atlántico. Esto propicia tardes-noches frescas durante la fase de maduración del garbanzo, un proceso que se hace más lento y que contribuye a enriquecer las propiedades diferenciales y la excepcional calidad gastronómica del garbanzo con sello de calidad de la IGP Garbanzo de Escacena.

Y por último está la variedad ‘garbanzo blanco lechoso’, que es la que certifica la Indicación Geográfica Protegida ‘Garbanzo de Escacena. Cada uno de estos secretos se unen para obtener un garbanzo único que destaca por su color y su tamaño extra, ya que solo se seleccionan aquellos garbanzos que obtengan el color característico de esta variedad y que tengan un calibre mínimo de 8 milímetros.

Una vez puestos en remojo y pasan a la fase de cocina, el ‘Garbanzo de Escacena’ muestra todas sus ventajas en tamaño y capacidad especial para atrapar los sabores. Así podemos disfrutar de un garbanzo tierno, esponjoso, cremoso y fino que se deshace en la boca nada más masticarlo y que ante todo destaca por su gran sabor. Su piel blanda y fina se mantiene adherida al grano durante todo su cocinado. Por ello estos garbanzos se mantienen siempre enteros y no presentan grumos de almidón.

Gracias a este sello o certificado de calidad, la IGP ‘Garbanzo de Escacena’ trabaja para que las empresas y marcas que comercializan este garbanzo -Campo de Tejada, Legumbres Pedro y Legumbres Luengo- puedan garantizar al consumidor que está comprando uno de los mejores garbanzos del mercado.

Los municipios de esta IGP que concentran más tierras de cultivo dedicadas al garbanzo son Escacena del Campo y Paterna del Campo, donde existe una tradición especial vinculada a esta actividad y a la cocina del garbanzo con recetas propias que dan valor a este cultivo. No obstante, la zona de producción está formada también por los municipios de Manzanilla, Villalba del Alcor, La Palma del Condado y Villarrasa en la provincia de Huelva; y Castilleja del Campo, Aznalcóllar, Sanlúcar la Mayor, Albaida del Aljarafe y Olivares.

Campaña de promoción

En este contexto el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Garbanzo de Escacena ha lanzado un spot promocional para fomentar el consumo de garbanzos que está dedicado de forma especial a todas las personas que cada día salen a comerse el mundo. El spot es un reconocimiento a todas las personas, familias, trabajadores y profesionales que tanto han vivido durante la pandemia y a muchas de las circunstancias que estamos pasando, desde la lucha de los médicos y el personal sanitario, la enfermedad o pérdida de un familiar o la incertidumbre del empleo y muchos negocios. Para todos la Indicación Geográfica Protegida ‘Garbanzo de Escacenalanza un mensaje de esperanza para lograr salir y recuperarnos de la pandemia.

La campaña forma parte del plan que impulsa la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía para la promoción en el mercado interior de productos agroalimentarios amparados por un régimen de calidad en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020. Este plan está subvencionado por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural.

La IGP ‘Garbanzo de Escacena’ es la única Indicación Geográfica Protegida de legumbres que existe en Andalucía; un sello de especial valor ya que es la forma que tiene la Unión Europea de identificar a un producto alimentario que es originario de un lugar determinado, una región o un país; que tiene una alta calidad, una reputación y características que lo hacen diferente gracias a su origen geográfico y a sus fases de producción. De hecho, en España solo hay dos indicaciones geográficas protegidas de garbanzos: el ‘Garbanzo de Escacena’ y el Garbanzo de Fuentesaúco.