Detectado en Lepe un nuevo brote de 'fiebre del Nilo'

Ya son cuatro los focos de ‘fiebre del Nilo’ detectados en équidos de Huelva y Sevilla en poco más de un mes. Si el pasado 27 de septiembre la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca confirmó un caso en Pilas y el 9 de octubre hizo lo mismo en otro caballo en Almonte ahora se ha cursado una nueva alerta veterinaria en Utrera y Lepe los días 23 y 25 de octubre respectivamente.
El Aljarafe sevillano es una de las zonas más afectadas por esta zoonosis que puede llegar a afectar gravemente a las personas. Para los équidos hay vacunas pero no para los humanos.
Antes de Lepe el virus ha sido detectado ya en más de una docena de municipios de Huelva: Alosno, Almonte, Calañas, Cartaya, Paterna, Bollullos, San Bartolomé, El Almendro, Puebla de Guzmán, Paymogo, Nerva, Moguer, Valverde, Aljaraque e Isla Cristina. También ha pasado por la provincia de Cádiz aunque hace más tiempo del brote.
El Colegio de Veterinarios de Sevilla considera ante los últimos casos que se trata de “una importante novedad” y que supone un “aumento de riesgo”. Por ello han enviado una carta a los veterinarios que trabajan en explotaciones de équidos, para que extremen la vigilancia y comuniquen inmediatamente cualquier nueva sospecha.
Llama la atención en Sanidad Animal que se hayan detectado estos cuatro casos en apenas 30 días.
Sin embargo, en el anterior brote detectado en Pilas y Almonte la Consejería quitó importancia al asunto. Ganadería considera “normal” las cifras y que no hay nada de extraordinario en ellas. Y añade que desde hace 12 años se da esta circunstancia en esta época del año, se actúa conforme a protocolo, informando a Sanidad y subraya que “ni siquiera Huelva ni Andalucía son referencias por el número de casos”. Tampoco confirmó la Consejería en Huelva si los veterinarios han tenido que sacrificar animales por padecer la ‘fiebre del Nilo’.
Personas afectadas
La Unión Europea no ha pasado por alto la aparición de focos de 'fiebre del Nilo'. En el último año se ha vivido el brote más virulento que se recuerda, con más de 1.134 afectados y 85 fallecimientos, según los datos publicados por el Centro Europeo para la prevención de Enfermedades. Los casos más graves se han dado en Rumanía y Grecia.
En España se confirmó la primera transmisión en humanos hace 14 años precisamente donde el virus se aloja en las aves de los humedales. La fiebre del Nilo la causa un virus que transmiten los mosquitos por lo que el aumento de temperaturas y el calor actual facilitan su circulación. Por eso está considerada una de las enfermedades emergentes que desde los trópicos se expanden a otras áreas como el suroeste de España.
Las autoridades sanitarias europeas han avisado de que el número de personas infectadas puede ser amplio pues en cuatro de cada cinco se cursa de forma asintomática o leve y no necesita tratamiento. Pero hay personas en las que el virus se incuba entre tres días y dos semanas y se presenta de forma más grave con encefalitis o meningitis. Afecta sobre todo a niños y personas mayores con otros padecimientos. No existe vacuna ni tratamiento específico. De ahí las advertencias sanitarias.
Según el Diario Veterinario, “se han elaborado vacunas para los caballos. El tratamiento consiste en medidas de sostén acordes con las prácticas veterinarias corrientes para tratar animales infectados por un virus”. En las personas, el tratamiento de los pacientes con afección neuroinvasora, explica, “consiste en medidas de sostén, tales como hospitalización, administración de líquidos por vía intravenosa, apoyo respiratorio y prevención de infecciones secundarias. No hay vacuna para los seres humanos”.