El Ayuntamiento de Lepe, dispuesto desalojar a los inmigrantes del polideportivo
El Ayuntamiento de Lepe va a proceder a lo largo de la mañana de este domingo a desalojar a los inmigrantes que se encuentran en el Campo de fútbol Ciudad de Lepe desde que el pasado 13 de octubre se incendiase el asentamiento en el que malvivían. Así lo han confirmado a Diario de Huelva fuentes municipales, quienes cifran en menos de medio centenar los inmigrantes que permanecen en el polideportivo -Asnuci habla de 90 personas- de las 175 que fueron realojadas inicialmente. La Policía Local está en el recinto, pero los inmigrantes se niegan a salir.
Lamine Diakite, presidente de la Asociación de Malinienses de Lepe, se encuentra en el polideportivo en apoyo a estos inmigrantes que exigen una alternativa más allá de la de estar en la calle. Asegura que la Policía Local está impidiendo volver a entrar a quien salga del recinto, por lo que están dispuestos a aguantar todo lo que sea posible: "No quieren irse porque mañana va a llover y se van a ver en la calle", señala Diakite, quien, ante un desalojo inminente, señala que están barajando la posibilidad de hospedar a algunos inmigrantes en casas de amigos. "Estas personas, no quieren estar aquí, pero no tienen otra alternativa", sostiene.
Según el Ayuntamiento, estos inmigrantes carecen de permiso de residencia y de trabajo, "por lo que es un tema de extranjería que escapa a las competencias municipales". Las mismas fuentes señalan que esta falta de documentación es la que ha impedido que puedan trabajar y alojarse en viviendas de los empresarios agrícolas, como ha ocurrido con parte de los inmigrantes que estaban en el campo de fútbol. "Deben demostrar un arraigo de tres años para que se les pueda hacer un contrato de trabajo y ante ello, el Ayuntamiento no puede hacer nada".
El incendio del 13 de octubre arrasó un asentamiento chabolista con más de 10 años. Ubicado tras el cementerio, en época de campaña agrícola vivían en él unas 900 personas. El incendio, con numerosas explosiones de bombonas de gas, se saldó sin heridos pero arrasó el asentamiento. El Ayuntamiento lo valló para impedir que se volviese a habitar.
