Los onubenses se comen cada año 125.000 kilos de plástico

Vasos, botellas de plástico, pajitas, tapones, residuos de explotaciones agrícolas, toneladas de restos de invernaderos…. Son desechos plásticos que a diario llegan al mar y de paso penetran en la cadena trófica y en el estómago de las personas, de los consumidores.
Nada más que en Huelva se producen cada año entre 18.000 y 25.000 toneladas de residuos plásticos de uso agrícola. Es un ejemplo local de lo que Huelva ‘aporta’ a este asunto que trae de cabeza a la Organización de Naciones Unidas. A esto se suma que solo durante 2018, en las instalaciones de recogida dependientes de la Diputación de Huelva se han tratado un total de 274.000 toneladas de residuos. De ellas, el 36% (98.000 toneladas) son diferentes tipos de plásticos.
Las cifras asustan. Cada año llega a los mares el equivalente en plástico a 1.200 veces el peso de la parisina torre Eiffel o el Muelle de la Compañía Riotinto en Huelva (también de hierro). Y el monumento parisino mide 300 metros y pesa 7.500 toneladas. Mientras, en España solo se recicla el 30% de los plásticos y una botella de este material tarda nada menos que 500 años en descomponerse.
Basta un paseo por las playas para ver que la arena está repleta de trozos y bolitas de plásticos. De hecho ya se está haciendo un estudio de campo en la playa onubense del Espigón. En paralelo, en Huelva, un reciente informe ha observado que en la playa de Castilla (Almonte) se acumularon en un breve espacio de tiempo nada menos que 700 objetos de plásticos: garrafas, botellas, cuerdas, toallitas, tarritos…
La contaminación que genera el abandono de plásticos en zonas sensibles de Huelva la conocen bien grupos de activistas ambientales como Fridays for Future o Green Sur Vibes Huelva.
Ambos colectivos, a los que mueve el afán por la mejora del medio ambiente, aportan así su granito de arena. Por eso han realizado últimamente salidas de campo al Parque Moret de Huelva y a la ría de Punta Umbría. Allí se han topado con un verdadero basurero: botellas de alcohol, bolsas, vasos, restos de cigarrillos, preservativos, cartones. Hasta un carro enterrado en la arena. Tan solo en colillas recogieron 27 kilos en ambos lugares.
Los plásticos, sea en forma de botella, platos o tapones son el principal problema en la costa andaluza, como evidencia el Programa de seguimiento de basuras marinas en playas del Ministerio para la Transición Ecológica. En total, en Andalucía se analizan seis playas, una en Huelva.
Es un problema mayúsculo. Porque en 2020 la producción mundial de plásticos alcanzará los 500 millones de toneladas, un 900% más que en 1980. Y la ONU ya advierte que en 2050, dentro de 30 años solamente, ya habrá más plásticos que peces.
La pregunta que se hacen los científicos y los médicos es cuánto de este material acaba penetrando en nuestro organismo. Ya hay cifras. Y son extrapolables a provincias como Huelva.
Un nuevo estudio encuentra que, en promedio, las personas podrían ingerir aproximadamente 5 gramos de plástico cada semana, que es el peso equivalente de una tarjeta de crédito.
El análisis Sin plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico en las personas preparado por Dalberg, basado en un estudio encargado por WWF y llevado a cabo por la Universidad de Newcastle, Australia, sugiere que las personas consumen alrededor de 2.000 pequeños pedazos de plástico cada semana. Eso es aproximadamente 21 gramos al mes, poco más de 250 gramos al año. O lo que es lo mismo, un cuarto de kilo.
Si multiplicamos esta cantidad, 250 gramos por los 500.000 habitantes de la provincia de Huelva quiere esto decir que los onubenses nos ‘comemos’ 125.000 kilos de plástico cada año.
Según la información que recoge WWF, el de la Universidad de Newcastle es el primer análisis global que combina datos de más de 50 estudios sobre la ingestión de microplásticos por personas. Los hallazgos son un paso importante para comprender el impacto de la contaminación plástica en los humanos. También confirma aún más la urgente necesidad de abordar el sistema plástico para que no contamine los ecosistemas en primer lugar.
“Estos hallazgos deben servir como una llamada de atención para los gobiernos. Los plásticos no solo contaminan nuestros océanos y vías fluviales y matan la vida marina, sino que están en todos nosotros y no podemos escapar del consumo de plásticos. La acción global es urgente y esencial para enfrentar esta crisis ", dijo Marco Lambertini, Director General Internacional de WWF
El estudio demostró una amplia gama de patrones de ingestión. Si bien son conscientes de las limitaciones de este campo de investigación en evolución, los hallazgos iniciales apuntan a una tasa de ingesta promedio global de plástico por parte de los humanos de aproximadamente 5 gramos por semana.
La fuente más grande de ingestión de plástico es a través del agua, tanto embotellada como de grifo, en todo el mundo. Grandes variaciones regionales se reflejan nuevamente, con el doble de plástico encontrado en los EE. UU. O la India que en el agua europea o indonesia.
De los consumibles estudiados, aquellos con los niveles plásticos más altos registrados incluyen mariscos, cerveza y sal.
Los resultados del informe demuestran que el problema de la contaminación plástica es universal y afecta directamente a las personas. La fuga de plástico en nuestro medio ambiente y la cadena alimentaria se ha encontrado hasta ahora con una respuesta global inadecuada por parte de los gobiernos.
WWF está movilizando al público para apoyar la petición global que exige un tratado legalmente vinculante sobre la contaminación de plásticos marinos que ya ha obtenido más de 500.000 firmas.
El desarrollo de un método para transformar los recuentos de partículas microplásticas en masas ayudará a determinar los riesgos toxicológicos potenciales para los humanos en el futuro.
Al final puede acabar pasando lo que vaticinó el comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella: “En la situación actual podemos traer el pescado a casa en una bolsa de plástico, y al año siguiente volver a encontrar esa bolsa en casa dentro de un pescado”.
Fotografías: Azulea Art