jueves. 28.03.2024
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Los guardianes de las aves costeras

La Asociación Huelva, Naturaleza y Aves vela por preservar el Chorlitejo patinegro y el Charrancito, dos especies que pueblan las playas pero que se encuentran amenazadas por la presión urbana en las costas y por la mayor presencia de bañistas. 
Los guardianes de las aves costeras

     Las aves no sólo crean sus nidos en las ramas de los arboles, en el litoral onubense, a ras del suelo y entre pequeños brotes de vegetación y conchas de bivalvos, fluye la vida con decenas de especies como el Chorlitejo patinegro y el Charrancito Común, que posan sus huevos en las finas arenas de nuestra costa, en la zona que no alcanza a bañar la marea.

     Sendas especies, llegadas desde África, construyen sobre este ‘mar’ de arena unos nidos  que pasan bastante desapercibidos para el común de los mortales, al emplazarse en pequeñas hondonadas en la arena que bien podría confundirse con pisadas pero en cuyo interior podemos observar los huevos perfectamente camuflados con el entorno. Las aves adultas defienden y supervisan a sus crias mientras se alimentan de pequeños insectos y protegen a sus polluelos con “las pocas armas a su alcance” pero indefensos ante su principal depredador: el humano que interfiere en sus periodos de cría.

Miembros de la Asociación en una de sus campañas de la costa onubense

    La Asociación Huelva, Naturaleza y Aves se han convertido en los guardianes de estas especies desarrollando un programa para protegerlas y concienciar a la población onubense de las amenazadas que se ciernen sobre ellas por la progresión y presión urbana en las costas y por el mayor presencia de bañistas en las fechas en las que ponen sus nidos. 

     José Antonio Sánchez, secretario de la asociación destaca que, en Huelva, la cría del Chorlitejo patinegro y el Charrancito se extiende desde Mazagón a Ayamonte, puesto que en el Parque Natural de Doñana la presencia de jabalíes y otros mamíferos hacen inviable su cria. 

     El problema radica en que los espacios de la costa onubense donde sí tienen su hábitat se ven acechados por la disminución de la biodiversidad.  

     En ese sentido, Sánchez afirma que “el desarrollo urbanístico y las actividades de ocio asociados al turismo son algunas de las actividades humanas que más inciden sobre estas aves. Sus efectos negativos se dejan ver en la pérdida de “algunas de las comunidades de animales y plantas que habitan tradicionalmente nuestras playas.

Una Charrancitos dan de comer a sus crías

      Ambas especies no corren peligro de extinción y su número a nivel mundial es según Sánchez “aceptable”, si bien a nivel de nuestro país la situación cambia por completo y en algunas zonas de Andalucía el número de especies se ha reducido hasta un 70%, lo que ha obligado a las administraciones a considerarlas vulnerable y alertar del riesgo de “convertirse en especie en peligro de extinción en la edición del Libro Rojo de las Aves de 2021”. 

      Precisamente, uno de los objetivos troncales es que los Ayuntamientos conozcan la problemática y se presten a acordonar las zonas de cria y la maquinaria de limpieza no sea agresiva con sus nidos.

Este programa para la protección de la especie está subvencionado por la Asociación para el Desarrollo Pesquero de la Costa Occidental de Huelva #COSTALUZ, con la financiación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca de la Unión Europea y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.

La presencia de maquinaria pesada en las playas acaba con la vida de estas crías.

     Sánchez enfatiza que “aun estamos a tiempo de reaccionar, y ser conscientes del problema es el primer paso. Con pequeños esfuerzos por parte de las administraciones y empresas locales y la ayuda de colectivos sociales preocupados por mantener un medio ambiente sano aún podemos actuar. estamos seguros que podremos conseguir compatibilizar el desarrollo económico de nuestra comarca con la preservación de los valores naturales de nuestro entorno para generaciones futuras”. 

Una ave y su cría disfrutan de la costa onubense.

   El humano, principal depredador de estas aves

     Huelva dispone de unos 120 kilómetros de costa en las que se emplazan un gran número de espacios naturales que cuentan con distintas figuras de protección dado su tremendo valor ecológico y la riqueza de su biodiversidad que se encuentran tanto en la flora como en la fauna.

El paisaje también se modela en estos entornos en los ciclos de las estaciones y a lo largo de este perímetro de nuestro litoral se dibujan cordones lunares, acantilados, marismas maréales e interiores, lagunas costeras que se proyectan sobre infinitas playas arenosas que conforman el principal reclamo turístico de Huelva.

Huevos perfectamente camuflados entre los restos de moluscos y bivalvos en la costa.

     No obstante, compatibilizar el desarrollo económico con la protección de estos patrimonio natural es imprescindible para combatir las principales amenazas de estas aves: 

  • El turismo y la construcción acelerados durante las últimas décadas a lo largo de nuestro litoral, que ha supuesto la eliminación del 90% de las zonas de cría en los últimos 60 años. 

  • La limpieza mecánica de las playas que directamente destruye sus nidos o los elementos en los que estos se apoyan. 

  • El desconocimiento de problema por parte de los usuarios de las playas 

  • La presencia de perros sin control en las zonas de playa con usos recreativos y de ocio. 

Desde la Asociación Huelva, Naturaleza y Aves se insiste en que las actuaciones a desarrollar para garantizar la supervivencia de estas especies son relativamente sencillas, baratas y fáciles de ejecutar. Básicamente estas consistirían en:

Hondonadas imperceptibles sobre la arena en las que las aves hacen sus nidos.

 - Señalización y, cuando sea posible, perimetración de las zonas de cría amenazadas a lo largo de las costas onubenses, especialmente aquellas más cercanas a las poblaciones, sujetas a una mayor presión y muy apropiadas para sensibilizar a la población local.

 - La vigilancia de estas zonas durante el periodo de cría de las especies, principalmente de Abril a Septiembre. 

  • Campañas de información y sensibilización de la población local a través de charlas en centros educativos y publicaciones en redes sociales y otros medios de comunicación. 

  • La colaboración de los usuarios de las playas es un elemento vital para el éxito de proyectos de este tipo. A destacar es que con este tipo de proyectos se consiguen resultados muy importantes con relativamente pequeños esfuerzos, colaborando grandemente ademas a la educación medioambiental de la población. 

Las fotos que acompañan a este reportaje han sido facilitadas por La Asociación Huelva, Naturaleza y Aves.