jueves. 28.03.2024
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El presunto asesino de la bebé de La Palma tiene tres juicios pendientes

El presunto asesino de la bebé de La Palma tiene tres juicios pendientes

Jonathan Moya se enfrenta a peticiones fiscales que suman una pena de más de nueve años por delitos de estafa, falsedad y apropiación indebida.

El presunto raptor y asesino de la bebé de 16 meses de Palma del Condado, Jonathan Moya, tiene pendientes otros tres juicios por delitos de estafa, falsedad y apropiación indebida en los que se enfrenta a peticiones fiscales que suman una pena de nueve años y tres meses de prisión.

Moya González, quien está a la espera de que un tribunal de jurado decida sobre su culpabilidad o no culpabilidad en el crimen de Míriam, tiene su próxima cita judicial el próximo 3 de febrero en el Juzgado de lo Penal 2 de Almería que deberá dirimir si se apropió indebidamente de una moto de segunda mano haciéndose pasar por comprador interesado.

El Juzgado de lo Penal 2 de Almería será el encargado de enjuiciarle de nuevo 14 días después, acusado en este caso de intentar vender una máquina retroexcavadora propiedad de su exsuegro, para lo que habría simulado ser el dueño e, incluso, habría "suplantado al legítimo dueño imitando su firma en los documentos de venta y transporte del vehículo".

El tercero de los juicios pendientes, al margen de la causa en la que la Fiscalía pide para él un total de 26 años de cárcel por presuntamente asesinar a golpes y por asfixia a la pequeña Míriam en diciembre de 2012 tras mantenerla cuatro días secuestrada con vida, está señalado el 14 de abril, también ante el Juzgado de lo Penal 2.

El Ministerio Público le imputa por supuestamente hacerse pasar por intermediario en la venta de un turismo BMW que había sustraído previamente a su dueño y quedarse con los 3.000 euros de la venta si bien, pese a que se ejecutó la transferencia en una gestoría, la Jefatura Provincial de Tráfico detectó el supuesto fraude.

En la vista oral más próxima en el tiempo, Moya González se enfrenta a dos años y tres meses de prisión ya que, según recoge el escrito de calificación fiscal, en junio de 2006 quedó con el dueño de una moto tasada en 8.450 euros tras ver en Internet el anuncio de su venta.

Así, supuestamente, tras acordar con la víctima, vecino de Roquetas de Mar, la adquisición, se citó con él y, con la "excusa de probarla" y "prometiéndole que la devolvería", se dio a la fuga con esta aunque finalmente pudo ser recuperada por la Policía Nacional.

Cabe recordar que la Fiscalía va a solicitar penas que suman 26 años de prisión para Jonathan Moya acusado de raptar y asesinar a la bebé Míriam, a quien presuntamente golpeó con "gran fuerza y en repetidas ocasiones" con un objeto contundente en la cabeza para "hacerla callar porque lloraba" y a quien envolvió cuando "estaba todavía con vida" en un film transparente, provocando su muerte por asfixia.

Moya González, actualmente en prisión provisional por esta causa aunque tiene también tienen varias condenas en firme por delitos contra el patrimonio, introdujo supuestamente a continuación el cuerpo sin vida de la pequeña en una bolsa de viaje "junto a su ropita y 15 piedras" para "arrojarla a una balsa de riego tras anudarle por fuera un bloque de cemento de grandes dimensiones" con el que se "aseguraba" de esta forma de que el cadáver "no saldría a flote".

El escrito de calificación provisional, remarca que tuvo retenida a la pequeña con vida desde el 20 al 24 de diciembre de 2012 en el interior del cortijo familiar donde se "escondió" tras raptarla y abandonar a su madre, con quien había mantenido una relación sentimental, "en un paraje deshabitado" de Fiñana (Almería) y que lo hizo pese a "los intentos reiterados de los agentes de la autoridad y los desesperados de la familia de la niña para que la entregase".

El fiscal no apunta, sin embargo, en su relato de hechos que deberán ser enjuiciados por un tribunal de jurado, qué movió a Jonathan Moya en su acción delictiva aunque a lo largo de la instrucción se apuntó que el procesado, quien ofreció hasta tres versiones de los hechos en las que hablaba de una muerte accidental de Míriam al caérsele de los brazos cuando corría por el monte, podría haber actuado por precio para vender a la menor.

Poco después de que fuese detenido el 28 de diciembre de 2012 por este crimen, Moya González se enfrentó también a varios juicios pendientes por estafas y falsedades documentales, así como apropiaciones indebidas. En todos ellos, a excepción de uno, reconoció los hechos en los distintos juzgados de lo Penal y se conformó con la pena que pedía el Ministerio Público.

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