domingo. 06.10.2024
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El buitre negro pasa de estar "en peligro" a ser una especie "vulnerable"

El buitre negro pasa de estar "en peligro" a ser una especie "vulnerable"

La cifra se afianza por encima del centenar y deja atrás las 83 que sobrevolaban Huelva en 2002 para avalar esta evolución y "buena noticia".

l Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro en Andalucía ha contabilizado un total de 107 parejas en Huelva en el año 2014, distribuidas entre las 83 registradas en el sector de Sierra Pelada y las 24 inscritas en el de Rivera del Aserrador. La cifra supone, en palabras de la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, un claro signo de la estabilización de la presencia de la especie en la provincia, en la medida en que, en el último lustro, se ha logrado afianzar el censo por encima del centenar de parejas y, en consecuencia, dejar atrás las 84 que sobrevolaban la geografía onubense en 2002.

Josefa González Bayo ha puesto de relieve la importancia de los resultados cosechados por los trabajos realizados en el marco de la gestión y control de la población de buitre negro en el Paraje Natural de Sierra Pelada y Rivera del Aserrador y las zonas aledañas, ya que “han tenido una incidencia directa en la evolución positiva de la catalogación de este gigante de la Península Ibérica (con una envergadura media de 250 centímetros que puede alcanzar, incluso, los 300)”. No en vano, como ha celebrado la delegada territorial, ha pasado de la categoría “en peligro” a la de “vulnerable” según los criterios de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con unos números que alejan a este enorme rapaz del riesgo de desaparición en Huelva y Andalucía, donde se localizan 325 parejas.

Además, en 96 de las 107 parejas censadas en Sierra Pelada y Rivera del Aserrador se ha confirmado la puesta (73 en el primer sector y 23 en el segundo), lo que sitúa a Huelva, según ha aseverado González Bayo, como el principal foco reproductor del buitre negro en toda Andalucía, con un peso del 34,16 por ciento de las 281 parejas reproductoras que se extienden a lo largo y ancho de la comunidad autónoma. En esta línea, han volado en la provincia 65 pollos (48 y 17), el tercer mejor registro histórico (por detrás de los 68 de 2012 y los 67 de 2011 y muy lejos de los 47 de 2002). El índice de éxito reproductor ha quedado fijado en 2014, por tanto, en el 68 por ciento (66 y 74).

Como nota destacable, la responsable de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva ha saludado la “buena noticia” del registro de las tres primeras parejas en la finca Las Bañas, en el término municipal de Almonaster la Real, desde 2005, las tres con puesta confirmada. Algo a lo que se suma el mantenimiento de las 15 parejas que habían ocupado nidos dentro del recinto afectado por el incendio de agosto de 2003, que superan a las 12 que había en ese espacio antes de aquel siniestro. Esto último se debe, como ha señalado Josefa González Bayo, a un plan de restauración que, iniciado en 2004, ha procedido a la reconstrucción completa de una decena de plataformas y a la colocación de cuatro nidales artificiales de quercíneas. Ocho de estas estructuras han sido ya tomadas.

Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro

Todas las labores dirigidas a la salvaguardia del buitre negro están encuadradas en el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas. Las tareas de seguimiento de la cría (búsqueda de nuevos nidos, evaluación del estado de plataformas antiguas, ocupación de plataformas, identificación de parejas reproductoras, seguimiento del desarrollo de los pollos, determinación del fracaso reproductor, etc.) han representado, en esta línea, el grueso del trabajo durante la época reproductora de la especie, entre enero y septiembre. De forma complementaria, se han llevado a cabo también otras actuaciones como el registro de los aportes de carroñas a los muladares activos, la lectura de anillas, la prospección de posibles zonas de ocupación y de alimentación o la colaboración en la recogida de ejemplares envenados, entre otras.

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