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Estos son los crímenes más horribles cometidos en Huelva en 35 años: de Clavijo a Montoya

Despiadados, maquiavélicos, insensibles, egoístas, egocéntricos… Así se define el perfil psicológico de los mayores monstruos que firmaron los capítulos más oscuros y dolorosos de la crónica negra de Huelva. El inminente juicio a Bernardo Montoya 'resucita' lo peor de nuestra historia criminal
Estos son los crímenes más horribles cometidos en Huelva en 35 años: de Clavijo a Montoya

La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a la pena de prisión permanente revisable al hombre acusado de agredir sexualmente y asesinar a una joven en la localidad de El Campillo en el mes de diciembre del año 2018, todo ello tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular. Bernardo Montoya se hará anciano en prisión ya que ahora ronda la cincuentena.

Desde hoy Bernardo Montoya entra en la lista de asesinos condenados por cometer los crímenes más horribles en la reciente historia de Huelva. Pero hubo otros (monstruos) que cometieron verdaderas aberraciones criminales.

El asesinato de Laura Luelmo resucitó la peor historia criminal reciente de Huelva. Casos que impactaron a España entera.

Los casos más mediáticos de la crónica negra de Huelva

Despiadados, maquiavélicos, insensibles, egoístas, egocéntricos… Así se define el perfil psicológico de los mayores monstruos que firmaron los capítulos más oscuros, dolorosos y horrendos de la crónica negra de Huelva. 

José Franco de la Cruz, José Bretón, Santiago del Valle, Juan Carlos Clavijo, Ana Camacho y Sergio Bermejo fueron los asesinos condenados más despiadados que no vacilaron a la hora de sesgar la vida ajena o, como en el caso de Bretón, utilizar a sus hijos para sembrar de dolor a la mujer que le hizo padre. 

Hoy repasamos sus deleznables crímenes y los procesos e investigaciones que llevaron a todos ellos a ser condenados por los tribunales.

Juan Carlos Clavijo. El Frankestein de Punta Umbría

  • Clasificación: Homicida
  • Características: Abusos deshonestos
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 24 de octubre de 1985
  • Fecha de detención: 4 de diciembre de 1985
  • Perfil de la víctima: María del Carmen Carretero Gómez, 9 años.
  • Método del crimen: Asfixia por sofocación
  • Lugar: Punta Umbría, Huelva, España
  • Estado: Condenado a 16 años de prisión por un delito de homicidio y a un año de prisión por abusos deshonestos el 21 de noviembre de 1986. La condena fue aumentada en 4 años más de prisión el 23 de noviembre de 1987

Mari Carmen, una cría de sólo ocho años de edad no regresa a su casa, en el Hotel Emilio que regentan sus padres en la calle Falucho. La pequeña desaparece sin dejar rastro mientras los familiares inicia una infructuosa batida de búsqueda temiéndose que haya podido ser víctima de un accidente. 

El caso causó una enorme conmoción por los nueve días que duró su desaparición hasta que se encontró el cadáver sin vida de la pequeña. 

Playa, ría, bosques, pozos, chalet que permanecían cerrados en inviernos… No hubo palmo de terreno que no se peinara con la Guardia Civil liderando el dispositivo de búsqueda. Punta Umbría mostró su solidaridad y se volcó en las batidas. 

José Carretero, padre de la niña, no sólo tuvo que soportar la incertidumbre de la desaparición. Lo peor fue la deleznable actitud de una escoria humana que incluso pedía quince millones de pesetas por la vida de la niña e incluso personas que afirmaban que el cuerpo de la pequeña yacía a las puertas de algún ayuntamiento de Huelva. La familia gozaba de una buena posición económica y los secuestros en España eran un buen negocio para las organizaciones mafiosas.       

Cuarenta y un día después de que desapareciese la víctima y treinta y dos desde que fuese encontrado el cadáver,  Juan Carlos Clavijo, de 28 años de edad y natural de Paterna de la Rivera (Cádiz) fue detenido y frente a los agentes de la Guardia Civil se derrumbó y confesó el deleznable crimen.

Las investigaciones de Luis Frontela fueron decisivas tras encontrar un pelo en la cuerda con la que fue encontrado el cadáver de la pequeña y que coincidía con del entonces sospechoso.

El conserje del Hotel Emilio, que regentaba los padres de la víctima y era conocido como el frankestein de Punta Umbría acabó con la pequeña asfixiándola con una toalla, según el relato publicado. Aunque posiblemente no pudo consumar la violación, el cuerpo presentaba hematomas y magulladuras, signo de haber sido brutalmente golpeada.  

Clavijo finalmente fue condenado a 16 años de cárcel por un delito de homicidio y un año por los abusos deshonestos. Una sentencia que indigno y llenó de dolor a la familia. 

Ana Camacho. Una asesina con ‘coartada’ espiritual

Fecha del suceso: 28 de agosto de 1988, falleció en un hospital el 4 de septiembre de 1988

Lugar: Mazagón

Víctima: María Rosa Lima Sanz

Fue uno de los asesinatos más rocambolescos de la historia negra de Huelva. Ana Camacho tenía como ‘coartada’ del asesinato de María Rosa Lima que sus acciones estaban guiadas por “el gran águila, el espíritu guía”. Ella era la mesías de una secta que estafaba a sus fieles y en las que se incitaba al consumo de sustancias estupefacientes. 

A pesar de que durante el juicio trató de dar la impresión de ser una mujer que había perdido la cordura, lo cierto es que los análisis psiquiátricos certificaron que sus facultades mentales se encontraban en perfecto estado. Frente al tribunal que la juzgaba dejó perlas como decir que se encontraba casada “con un muerto, pero de ese asunto no quiero hablar. Soy esposa en artículo mortis”. Además, negó que obligara a sus compañeros espirituales a obligarles a tragar cigarrillos encendidos, manojos de cabello o beber su propia orina entre otras excentricidades escatológicas de mal gusto. 

Ella negó participar en las torturas contra Lima que hacía tiempo que buscaba fórmulas de huir de una secta donde se practicaba todo tipo de ritos. 

En el chalet de Mazagón la víctima fue torturada tras ser atada con una cadena a su cama. La líder de la secta cargó las culpas en sus compañeros e incluso apuntó que les aconsejó a su grupo llevar a una moribunda Maria Rosa “urgentemente” al hospital tras verla “hecha una piltrafa”. 

Sus fieles, por el contrario, señalaron a Ana Camacho como la instigadora de tales actos y de someter a palizas a Lima durante varias semanas. Los forenses no tuvieron problemas en acreditar todas las lesiones, la más escalofriante un ovario roto y sustancias estupefacientes que inundaban  su torrente sanguíneo. El marido de la víctima, José Manuel S.P asistía a estos ritos y palizas e incluso llegó a vomitar al presenciar en primera persona el carrusel de torturas a las que sometían a su esposa. 

Al parecer, la secta nació en Sevilla en 1978, tras un controvertido curso sobre control mental. Tras un paso por Tenerife y varias experiencias de oscurantismo, Ana Camacho constituyó la secta para más tarde trasladarse e instalarse en Mazagón. 

José Franco “El Boca” Un crimen plagado de incógnitas

  • Clasificación: Asesino
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 16 de febrero de 1991
  • Fecha de detención: 27 de abril de 1991
  • Fecha de nacimiento: 13 de agosto de 1964
  • Perfil de la víctima: Ana María Jerez Cano, de 9 años
  • Método del crimen: Ocho golpes en la cabeza
  • Lugar: Huelva, España
  • Estado: Condenado a 44 años de prisión el 27 de enero de 1993. Puesto en libertad el 3 de abril de 2012. Condenado a 10 años de prisión el 30 de octubre de 2013

Ana María Jerez Cano fue uno de los casos más mediáticos en la crónica negra onubense. No sólo por los 69 días que la joven estuvo en paradero desconocido manteniendo en vela a una familia y una provincia que se volcó en su búsqueda. El caso aun encierra varias incógnitas, la principal de ellas la de si su asesino actuó sólo o tuvo un cómplice que lo ayudase en el asesinato o en su encubrimiento.

Con solo nueve años de edad la joven desaparecía a las cinco de la tarde tras acudir a jugar con una amiga. En ese trayecto se perdió su pista. El cuerpo sin vida sería hallado en la ría del Tinto, a escasos cuatro kilómetros de la Huelva que la vio nacer. 

La autopsia concluiría la muerte de la pequeña de forma violenta como delataba una fuerte contusión en la cabeza. En escena irrumpió el forense Luis Frontela, cuya papel fue determinante para esclarecer el caso. Una fibra de su chandal encontrada por el médico en el cuerpo de la niña permitió atar el resto de cabos. 

Fruto de estas pesquisas el 29 de abril de 1991 José Franco de la Cruz, tío de Raquel, la amiga que iba a visitar Ana María, fue detenido y posteriormente condenado a 44 años de prisión. El Boca siempre mantuvo su inocencia e incluso hubo gente que dudaba que pudiera haber actuado sólo. 

Esta hipótesis recobró fuerzas cuando Catalina, hermana de Santiago del Valle afirmaba un 29 de marzo de 2008 en el diario de Huelva que “mi hermano y El Boca eran bastante amigos”. Adoración Cano, madre de la pequeña, valoró la posibilidad de solicitar una nueva investigación que permitiera seguir indagando y que un segundo actor pudiera haber participado de forma directa o indirecta en el asesinato. A pesar de que las declaraciones de la hermana del pederasta reabrieron viejas heridas, finalmente desistió de seguir reclamando a la justicia la apertura del caso. 

Tras 20 años del siniestro y cruel acto contra su hija, los delitos habrían prescrito. Aun así, Cano ha ejercido como activista en favor de la cadena perpetua revisada para este tipo de delitos.   

Sergio B. V. Un parricidio con sólo 16 años de edad 

Fecha del suceso: 4 de Marzo de 1997. 

Lugar: Minas de Riotinto.

 Víctima: Angel Bermejo (65 años) y Bernardina Vázquez (58). 

Dos disparos a quemarropa con una escopeta le sirvieron para neutralizar a sus padres y varias cuchilladas posteriores terminaron de acabar con sus vidas. Con esa frialdad, Sergio ejecutaba a quienes dieciséis años antes le dieron la vida. El siempre negó los hechos y mantuvo una actitud altiva e incluso se recreó en el protagonismo que sus hechos habían cobrado con bromas que lanzaba a los fotógrafos cuando capturaban alguna de sus imágenes al llegar a los juzgados. 

Una riña con su madre, en la vivienda 123 de la calle Fenicio de Riotinto, fue el detonante del trágico suceso. Sergio tomaba la escopeta de caza y la descargaba a quemarropa contra su padre, al que hirió en el estomago. Mientras, su madre, recibía los perdigones de plomo a la altura del  costado. Después llegarían el arma blanca con la que acabó con la vida de su padre asestando una puñalada a la altura del cuello y otras cinco a su madre, según se publicó en esos días del crimen.

Con tremenda frialdad se retiró la ropa bañada en sangre y la tiró a un contenedor en la calle. Se puso una muda nueva y se quedó plácidamente en el salón mientras ojeaba una revista. Su hermano Angel, al llegar, se interesó por sus padres y, sin obtener respuesta por parte de Sergio, fue a buscarlos hallando los cuerpos ya sin vida.

La justicia le consideró autor de dos delitos de asesinato y le impuso 12 años de prisión por cada uno de sus crímenes. Su minoría de edad fue el atenuante que hizo que la pena fuese tan leve.  

Santiago del Valle, el pederasta libre por un error

Santiago Del Valle debía de estar en prisión cuando asesinó vilmente a Mari Luz en Huelva

  • Clasificación: Asesino
  • Características: ¿«Abuso sexual »?
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 13 de enero de 2008
  • Fecha de detención: 25 de marzo de 2008
  • Fecha de nacimiento: 1964
  • Perfil de la víctima: Mari Luz Cortés, de 5 años
  • Método del crimen: ¿Ahogamiento?
  • Lugar: Huelva, España
  • Estado: Condenado a 22 años de prisión el 18 de marzo de 2011

No hay leyes que frenen la acción delictiva de la monstruosidad humana. No obstante, si un delito pudo evitarse fue la muerte de Mari Luz Cortés. Su asesino, Santiago del Valle debía de estar en prisión tras una condena en firme impuesta en 2002 por un abuso sexual infantil. 

Que un monstruo de esta calaña estuviera en la calle fue lo que permitió que Mari Luz encontrase la muerte el 13 de enero de 2008. El pederasta se valía de un peluche para llamar la atención de la pequeña, que quiso devolverle el objeto a su verdugo que había tirado de manera deliberada por la ventana. Tras subir el último tramo de escalera que lleva hasta la vivienda de Santiago, este la aborda por detrás con intención de abusar de ella. Frente a la resistencia de ésta la aborda por el tórax, le tapa la boca para amortiguar sus llamadas de auxilio y la golpea reiteradamente en la cabeza. Con un carrito de la compra, un chaquetón y la ayuda de su hermana trasladan al cuerpo hasta las marismas de Huelva, donde tras dejarla sumergida Mari Luz encuentra la muerte por asfixia. 

El 7 de marzo de 2008, 54 días después de la desaparición, el cuerpo de la pequeña fue hallado en el Puerto exterior de Huelva. El 25 de ese mismo mes el 'monstruo' fue detenido en Pajaroncillo, un pueblo de la serranía de Cuenca donde se trasladó junto a su esposa. 

Juan José Cortés inició a nivel nacional una campaña de recogida de firmas para lograr que este tipo de delitos fueran castigados con cadena perpetua. 

Aun así, Santiago sólo fue condenado a 19 años de cárcel e incluso entre rejas buscó formulas para apadrinar a una menor haciéndose pasar por su mujer. 

La “bestia sin remordimientos”, como lo calificó su propia hermana Catalina, tenía una obsesión irrefrenable por las niñas a las que ya acosaba desde joven. Su hermana fue posiblemente su primera víctima. 

José Bretón la bestia que antepuso el odio al amor a sus hijos

  • Clasificación: Asesino
  • Características: Parricida - Venganza contra su esposa - Incineró los cuerpos de los niños
  • Número de víctimas: 2
  • Fecha del crimen: 8 de octubre de 2011
  • Fecha de detención: 18 de octubre de 2011
  • Fecha de nacimiento: 1973
  • Perfil de la víctima: Sus hijos, Ruth Bretón Ortiz, de seis años, y José Bretón Ortiz, de dos
  • Método del crimen: ¿Sobredosis de pastillas tranquilizantes? - ¿Asfixia con bolsa de plástico?
  • Lugar: Córdoba, España
  • Estado: Condenado a 40 años de prisión el 22 de julio de 2013. En marzo de 2015 la Audiencia Provincial de Córdoba rebajó la condena inicial de 40 a 25 años de cárcel

José Bretón fue la 'mala bestia' que le tocó en suerte cruzarse en la vida de la onubense Ruth Ortiz. Cuando ella quiso separarse y poner distancia física con su verdugo, Bretón mostró su oscura naturaleza, la de un hombre meticuloso y frío capaz de sacrificar lo que más debía querer con el único objetivo de causar daño a su esposa. 

El daño gratuito y vil fue el móvil que utilizó este cordobés para asesinar a sus hijos Ruth, de seis años de edad, y José, de sólo dos. 

El asesino denunció la pérdida de sus hijos mientras jugaban en un parque el 8 de octubre de octubre de 2011 en su localidad natal, Córdoba. La Policía siempre dudó de su versión debido a que las cámaras no captaron la entrada de los niños en el espacio público. Aun así, los cuerpos no terminaban de aparecer y se complicaba la posibilidad de sostener la acusación. Una forense dijo que los huesos hallados en la chimenea eran de animales, hasta que finalmente se pudo demostrar que eran humanos. 

Tras un mediático juicio, el 22 de julio de 2013 la Audiencia Provincial de Córdoba  condenaba a José Bretón a 40 años de cárcel por el doble asesinato de sus hijos con el agravante de parentesco, la premeditación y el carácter despiadado en la ejecución de sus hechos. El marzo de 2015 la condena se vio rebajada hasta un máximo de 25 años, mientras un clamor en la calle abogaba por la prisión permanente revisaba para estos execrables asesinatos.  

 La entereza de la madre convirtieron a Ruth en toda una heroína.   

Tres horas de tortura y un asesinato por un botín de 254,20 euros

Fecha del suceso: 1 de Septiembre de 2016

Lugar: El Campillo.

Víctima: José Rachón (78 años de Aroche)

 Cuatro adultos (que responden a las iniciales de J.A.R, D.L.O.P, H.M.S.M y A.R.A junto con un menor de edad asesinaron cruelmente al guarda de la finca Calero de El Campillo tras someterlo a una despiadada tortura que duró cerca de tres horas. 

Durante el proceso judicial el fiscal del caso detalló que Rachón fue “maltratado, golpeado y torturado para que revelase dónde se encontraba un dinero” que nunca estuvo en la finca. Los cinco delincuentes le “golpearon con un palo en la espalda y la cabeza, le pisaron las costillas, cogieron una cobaya que José tenía en la vivienda para que le mordiera en diversas partes del cuerpo, lo amenazaron con cortarle una oreja con un cuchillo de grandes dimensiones, le echaron restos de basura por encima de su cuerpo y un líquido de salmuera que había en un barreño”. Cerca de tres horas de “agonía” en las que los delincuentes se recrearon mientras registraban la vivienda en busca de dinero. No había tal botín, José no tenía lo que sus raptores buscaban. Tras una infructuosa búsqueda “dejaron al anciano tirado en la puerta de la casa con un hilo de vida”. La muerte le llegaría “instantes más tarde” tras un shock traumático e hipovolémico secundario a los politraumatismos a consecuencia de la tortura sufrida durante horas. 

Tras un mediático juicio y un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) el cabecilla de la banda era condenado por asesinato a 25 años y 3 meses de cárcel; dos de sus secuaces a 24 años y medio; y el cuarto a 14 años y 6 meses de prisión. La justicia consideró como agravante el abuso de superioridad, pero tuvo como  atenuante el que los jóvenes habían consumido sustancias estupefacientes. 

El doble crimen de Almonaster

Por su duración en el tiempo ha sido uno de los crímenes más difíciles de resolver. Genaro Ramallo fue condenado nada menos que más de 20 años después de unos hechos que impactaron en Huelva y dejaron estupefactas a muchas familias que habían puesto a sus hijos muy cerca del autor de los crímenes.

  • Clasificación: Asesino
  • Características: La Policía sospecha que podría haber practicado con las víctimas algún rito relacionado con las ofrendas a la diosa inca Pachamama
  • Número de víctimas: 2
  • Fecha del crimen: 22 de agosto de 1993
  • Fecha de detención: 21 de septiembre de 2011 (18 años después)
  • Fecha de nacimiento: 1959
  • Perfil de la víctima: Su pareja María del Carmen Espejo Gutiérrez, de 26 años, y el hijo de ambos, Antonio Ramallo, de 10
  • Método del crimen: Desconocido
  • Lugar: Almonaster la Real, Huelva, España
  • Estado: Condenado a 40 años de prisión el 24 de octubre de 2014. El Tribunal Supremo elevó a 60 años la pena de prisión el 29 de julio de 2015.

Este artículo ha sido posible gracias a alguno de los datos obtenidos de la web www.criminalia.es