Horizonte 2050: Evitar a toda costa la desaparición de las playas de Huelva

Los sucesivos temporales marítimos que vienen azotando toda la línea litoral de Huelva y Cádiz en la última década no sólo han dejado al descubierto las construcciones realizadas en dominio público marítimo terrestre. También han dejado clara la regresión que se está produciendo en las playas de Huelva, desde la desembocadura del Guadiana en Ayamonte hasta la del Guadalquivir en la playa de Castilla en Almonte pasando por Isla Canela, La Antilla, Islantilla, la Flecha del Rompido, El Portil, Punta Umbría, Mazagón y Matalascañas. Aunque especialmente grave y acelerada es la situación en La Antilla, Matalascañas y El Portil.

Esta situación no es nueva. Se conoce desde que el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Pablo Saavedra, presentara allá por 2014 en Huelva la Estrategia para la protección de la costa que, por primera vez, estudiaba todo su frente costero con el objetivo de solucionar sus problemas históricos de erosión, aportando diversas alternativas de alcance.
El informe técnico se redactó a solicitud de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, dentro del marco de cooperación plasmado en el convenio de colaboración entre la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar y el Centro de Estudio y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), a través del Centro de Estudios de Puertos y Costas del CEDEX, mediante un acuerdo para la Encomienda de Gestión para la realización de asistencia técnica, investigación y desarrollo tecnológico.
Ahora ya se está actuando sobre dos de estas zonas: La Antilla y Matalascañas, no así en El Portil.
La subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, se ha desplazado al municipio de Lepe para visitar el inicio de las obras de ejecución para la regeneración de la playa de La Antilla, en el marco del proyecto denominado “Regeneración de la playa de La Antilla-Islantilla”, en los términos municipales de Lepe e Isla Cristina (Huelva), incluido en la Estrategia nacional para la Protección de la Costa de Huelva y que se financia con cargo al Fondo de Restauración Ecológica y Resiliencia (FRER).

Acompañada por el jefe del servicio provincial de Costas en Huelva, Gabriel Jesús Cuena, ambos se han reunido con los responsables de la empresa adjudicataria de la ejecución del proyecto, Rohde Nielsen Sucursal España, S.A., que iniciaron los trabajos el pasado 23 de septiembre, con una duración prevista de seis meses.
De momento, ya se han ejecutado las actuaciones preparatorias de los principales trabajos previstos en el proyecto, que implican la construcción del espigón de La Antilla y la aportación masiva de arena en esta playa y en la de Islantilla.
El proyecto en su conjunto, presupuestado por 4.308.449,43 €, fue aprobado definitivamente en enero de 2023 por la Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y adjudicado por un valor estimado de 3.442.450.
Los trabajos de ejecución del mismo comprenden, en primer lugar, la regeneración del frente costero hasta alcanzar un ancho mínimo de 70 metros en las playas de La Antilla e Islantilla mediante la aportación artificial de arena, en un volumen estimado de 491.454 m3.
Para su obtención se utilizará un yacimiento marino ubicado frente a Punta Umbría, situado a unos 2,9 kilómetros de la línea de costa, con un tamaño medio 0,5 milímetros.
Para evitar una nueva pérdida de material, ocasionada por el arrastre longitudinal de sedimentos, y al mismo tiempo asegurar el crecimiento de la zona de bajamar, también se ha previsto la construcción de un espigón de aproximadamente 160 metros de longitud, en el extremo de levante y orientado perpendicularmente a la línea de costa. Este espigón se ejecutará vertiendo bloques de escollera, que se situarán hasta una profundidad máxima de –0,75 metros.
Se calcula que el espigón retendrá alrededor del 47% del volumen de material transportado, que se estima en 100.000 m3 anuales aproximadamente.
María José Rico ha puesto de relieve que este proyecto se suma a otro también fundamental para la protección del litoral onubense: el denominado “Aportación de arena y mejora de los dispositivos de retención de la misma en la playa de Matalascañas”, en el término municipal de Almonte. Este proyecto recibió su aprobación definitiva el 21 de junio de 2024, y Rico explicó que “actualmente está en curso la tramitación económica de la obra, su licitación y contratación”.
Cabe recordar que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobó finalmente el proyecto de aportación de arena y mejora de los dispositivos de retención para la playa de Matalascañas. Ha sido una reivindicación constante desde 2018 y fue planteado de nuevo en un Pleno del consistorio almonteño en 2023.

Este proyecto se convierte en una respuesta fundamental ante los graves problemas de erosión que han afectado a la playa almonteña, una situación que se agravó tras el temporal de la pasada primavera. Para llevar a cabo estas actuaciones se cuenta con un presupuesto de casi 6 millones de euros.
El alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha valorado positivamente esta aprobación, destacando que es "una buena noticia para el municipio", aunque no oculta que no es la alternativa que el Ayuntamiento hubiera preferido. "Nosotros apostábamos por una aportación de dragado de arena mucho mayor, de 2 millones de metros cúbicos, frente a los 700.000 que se han aprobado". A pesar de ello, el primer edil subraya que “es una medida importante y necesaria para Matalascañas”.

No hay tiempo que perder
Los estudios disponibles señalan que en el horizonte 2050, debido a la suma de la fuerza de los temporales más las consecuencias del cambio climático, el avance de la línea de orilla será tan significativo como potente.
Para que se hagan una idea de lo que sucederá si no se actúa en el frente litoral, la línea de orilla en la playa de Isla Cristina retrocedería un mínimo de 26 metros en el año 2050 y hasta 84 ya a finales de este siglo. La de La Antilla perdería 21 metros en el primer caso y 68 metros en el segundo y la Flecha del Rompido perdería 26 metros en el año 2050 y hasta 82 a finales del siglo XXI. Y Matalascañas perdería 21 metros de línea de orilla en 30 años y 66 metros a finales de siglo. Esta hipótesis es la más optimista que manejan las autoridades.