La Canastita celebra 125 años de historia: del tomate a la mora, del campo al corazón

La Canastita, firma familiar con más de un siglo de trayectoria en el sector agroalimentario, celebró este 5 de mayo el inicio de su 125 aniversario en la emblemática Finca El Bosque. Un lugar con alma propia que sirvió de escenario para una jornada inolvidable, en la que historia, emociones y sabores se entrelazaron con un único propósito: rendir homenaje a un legado forjado con esfuerzo, pasión y raíces profundas.
La empresa, especializada desde 1995 en la producción de moras de alta calidad, ha sabido conjugar tradición e innovación para posicionarse como referente en el mercado durante todo el año. Su historia, sin embargo, se remonta mucho más atrás: a finales del siglo XIX, cuando el excedente de tomates marcó el inicio de una aventura empresarial que, con el tiempo, ha abarcado desde las viñas hasta la ganadería, y que hoy florece en forma de berries bajo un modelo sostenible y tecnológicamente avanzado.
La jornada conmemorativa contó con la participación de destacados representantes del mundo culinario, como los chefs de Arte Culinario Andaluz (ARTCUA), encabezados por su presidente Jesús Bracero, junto a Raúl Daza y Sebastián Vázquez —conocido como “el chef de las berries”—, quienes inauguraron el recorrido por los senderos del agroecosistema, donde los frutos crecen al ritmo de la naturaleza y los árboles centenarios conservan los ecos del pasado.
No faltó el respaldo institucional. José Manuel Correa, delegado del Gobierno andaluz en Huelva; Pedro Yórquez, delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente; Álvaro Regidor, alcalde de Lucena del Puerto; Félix Sanz, secretario general de ASAJA; y Rafael Domínguez, gerente de Freshuelva, acompañaron a la familia Velo en un acto cargado de simbolismo, emociones y sentido de comunidad.
En la antigua bodeguita de la finca, entre copas de fino y productos de la tierra, Diego Velo evocó con nostalgia los días en los que aquel espacio fue emblema vinícola del Condado, convirtiéndose hoy en símbolo de reinvención. Minutos después, ya en el patio de la Hacienda San Agustín, el historiador Jesús Martínez presentó un video conmemorativo que recorrió las distintas etapas de La Canastita: de los tomates al vino, del corcho a las moras, un viaje visual de 125 años resumido en imágenes y memoria.
Daniel Velo tomó la palabra con emoción contenida, destacando la capacidad de adaptación de la familia y su apuesta continua por el progreso. Con sinceridad y orgullo, recordó que “este aniversario no es solo un hito empresarial, sino el reflejo de un proyecto colectivo que ha evolucionado sin perder de vista sus raíces”.
El momento más entrañable llegó con el discurso de Diego Velo, alma mater de La Canastita, quien, con humor y lucidez, desgranó vivencias y anécdotas que arrancaron sonrisas y alguna que otra lágrima, hilando pasado y presente con la sabiduría de quien ha vivido cada paso de la historia familiar.
Tras el bloque institucional, llegó el turno de los sabores. Sebastián Vázquez y los chefs de ARTCUA ofrecieron un emocionante showcooking en el que cada plato reinterpretó productos icónicos de la finca —tomates, vinos, bellotas, moras—, transformándolos en auténticos homenajes gastronómicos a la tradición local. Un festín que celebró no solo el paladar, sino también la memoria.
La jornada concluyó entre brindis, risas y un sentimiento compartido: el orgullo de pertenecer a una historia que sigue escribiéndose. La Finca El Bosque, testigo silencioso de generaciones, volvió a erigirse como protagonista de un relato en constante evolución, donde el futuro se proyecta con la misma fuerza con la que brotó el primer fruto.
Con este acto, La Canastita inicia un año de celebraciones que promete estar lleno de recuerdos, gratitud y visión de futuro. Porque 125 años no solo se conmemoran: se cultivan.