jueves. 28.03.2024
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Javier Barrero: "¿Qué fuerza tienen quienes nos representan hoy en Huelva?"

Javier Barrero ha sido todo en Huelva. Diputado, vicepresidente del Congreso o presidente de la Autoridad Portuaria. Vive ya fuera de los focos. Hoy se muestra crítico porque Huelva ha dejado escapar proyectos clave como el CEUS (la modernidad) y tiene paralizados otros como la presa de Alcolea. Y se pregunta: "Qué fuerza tienen quienes nos representan".
Javier Barrero, en una recepción junto al Rey Felipe VI.
Javier Barrero, en una recepción junto al Rey Felipe VI.
Javier Barrero: "¿Qué fuerza tienen quienes nos representan hoy en Huelva?"

6 de Diciembre. Día de la Constitución. Hoy esta serie de entrevistas en tiempos de pandemia nos ha llevado a charlar un buen ratito con un abulense de Sotillo de la Adrada afincado en Huelva. Ha mandado más que nadie en nuestra provincia durante muchos años, o por lo menos esa es la impresión. Me refiero a Javier Barrero López, con el que he coincidido muchas veces viniendo de Madrid en la "diligencia" de tren que tenemos para desplazarnos  desde Huelva directamente a la capital de España, por lo que han sido muchos ratos de charlas. Las mismas que continúan en el bar Suizo Chico, en la calle Marina de la capital onubense. Persona cordial, inteligente, líder, con don de gentes y que gana mucho en las distancias cortas.

Tiene un currículum tan largo como su experiencia vital y personal ligado, sobre todo, a la política y al PSOE, aunque también a la empresa privada y al Derecho. Y todo empezó con su Licenciatura de Derecho y su trabajo de Profesor no Numerario (PNN) en Oviedo antes de llegar a Huelva a ejercer como abogado. Aquí empezó porque en política lo ha sido todo: desde concejal en Punta Umbría o Diputado a Cortes hasta secretario provincial del PSOE o Vicepresidente del Congreso de los Diputados o presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, su último destino.

¿Qué opinión tiene de  la situación que  estamos viviendo?

Es una situación sin precedentes y, por lo tanto, sin recetas previas. Nos obliga a rescatar valores cuya importancia habíamos reducido: la responsabilidad, la solidaridad, lo público, etc. Nos recuerda que no hay conquistas vitalicias.

Un virus ha paralizado al mundo y subrayado nuestra vulnerabilidad. Nos ha puesto en nuestro sitio.

¿Qué hizo en su día a día, durante el confinamiento, dónde y con quién lo pasó?

Tengo la suerte de vivir al lado del mar y, desde ese privilegio, me he dedicado a sumar placeres que me han acompañado toda mi vida como son la lectura, la música, el contacto -telefónico- con los amigos, la familia.

He echado mucho de menos la presencia física de los que quieres, pero he tenido más suerte que todos aquellos a los que distintas circunstancias - de vivienda, sanitarias, familiares, laborales, etc- han convertido el confinamiento en una realidad negativa, de intenso sufrimiento.

¿Cómo cree que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo en la política?

Parece evidente que nada será igual. Creo que hay que ser optimista y esperar que los cambios sean para bien. Algo se está moviendo en ese sentido: se ha pasado del “austericidio”, como solución a la crisis económica del 2008 que desembocó en tanta precariedad y desigualdad, al desembolso por parte de la  UE de grades cantidades de dinero que faciliten la recuperación.

En  España se pone el acento en la inversión en servicios públicos, medio ambiente, investigación y desarrollo (I+D), se regularizan nuevas relaciones laborales como el teletrabajo, los ERTEs, el apoyo a autónomos, se invierte en la transformación digital indispensable para el futuro de las empresas y las administraciones, etc.

Da comienzo una nueva era en la que la política se la juega. Si la política no se percibe como útil se impondrán los populismos, es decir, la anti-política y con ello la pérdida de valores democráticos.

¿Ha pasado miedo en algún momento durante estos meses? 

No. Tengo el cupo cubierto, con  amplia experiencia en hospitales que me ha ayudado a relativizar casi todo. Sí he estado pendiente y preocupado por el bienestar  y la salud  de la gente a la que quiero, a la que conozco.

¿Qué proyectos tiene para el futuro? 

Vivir el presente. El pasado ya ha ocurrido y el futuro puede que no ocurra. Así que vivir ahora en el sentido más amplio (libros, música, despacho, amigos/as, viajes...). No se me ocurre nada más atractivo.

¿Qué  ha echado de menos en estos nueve meses que llevamos de pandemia?

Abrazar a la gente que quiero.

¿Cómo "vendería" Huelva para atraer inversores y turismo? 

Huelva, en cuanto a recursos, más que una Provincia se diría todo un Continente. Somos punteros a nivel europeo en industria química y minera, en energía eólica, en agricultura, en industria pesquera artesanal,  en espacios protegidos. En nuestra tierra han dejado su huella cultural  los pueblos más antiguos que llegaron a Europa y los más prósperos: tartesos, fenicios, cartagineses, romanos, árabes, ingleses... De Huelva fueron los que llevaron la lengua a Amėrica: el español de Neruda, de García Márquez, de Vargas Llosa...  y en la que hoy se expresan alrededor de 600 millones de personas.  ¿Hay quien dé más?

Pero hay que trabajar la venta con ideas, siendo competitivos, con orgullo, sin complejos. Si hemos hecho todo lo anterior, ¿cuándo y por qué nos quedamos sin energía? (“¿Cuando se jodió el Perú?” dijo, más contundente, Vargas Llosa). Hay que volver a arremangarse.

El espacio de aviones no tripulados (CEUS) que conseguimos en su momento e iniciamos los trámites, ¿por qué permitimos que lo arrebataran si nos ponía en un espacio de modernidad e innovación único? ¿Qué fuerza tienen quienes nos representan? ¿Lo hubieran permitido otras provincias?

La construcción  de la presa de Alcolea, que tanto esfuerzo supuso su tramitación e inicio, que  ponía en regadío más de 20.000 hectáreas en una  zona de la provincia con muy pocas posibilidades de desarrollo y empleo, y evitaba la presión de la agricultura sobre zonas turísticas o protegidas, ¿por qué está parada? ¿por qué se dejó perder ese cambio de desarrollo en el Andévalo, esos  miles de empleos? Y así tantos ejemplos que obligan a pensar en la necesidad de cambiar de actitud y dejar de mirar a otros siendo nosotros mejores.

¿Qué otras alternativas tiene Huelva para generar  empleo?

Hay que tomar más en serio el turismo dotándole de diversidad, de profesionalidad, de calidad, si queremos ser de verdad competitivos. Si creamos espacios atractivos en el que importe más quien viene y para qué viene que cuántos vienen podremos crear actuaciones urbanísticas de calidad. El desarrollo del mundo digital que está aquí y que permite trabajar en la distancia también permite vivir en la distancia y asentarse en  lugares con servicios deportivos, culturales, de ocio para residir de manera permanente. Si estamos preparados, la construcción de esos lugares y de las residencias para disfrutarlos crearía muchísimo empleo. Deberíamos ponernos a ello y los primeros las administraciones públicas.

Tenemos que apostar como provincia, de manera decidida, por la digitalización como dinamizadora de la economía, impulsora de la innovación e inversión. Ahí la Universidad, el entramado empresarial, los ayuntamientos  tienen que ayudar a hacer posible la transformación digital de pequeñas empresas y profesionales independientes y prepararlos para una nueva era en la que esas herramientas son imprescindibles para la consolidación de la empresa y la creación de empleo.

Porque somos los primeros en frutos rojos o berries pero no tenemos industria de transformación que daría innovación, beneficios empresariales y empleo. Y así, multitud de ejemplos de nuevos desarrollos que, abandonados, producen la pérdida de infinitas oportunidades

¿Qué le parece el papel que están jugando los políticos en general en este tiempo de pandemia?

Todo es nuevo, no caben soluciones antiguas. Creo que los gobiernos en general  están actuando de la mejor manera posible amparándose en las decisiones de los científicos y cometiendo errores, por supuesto. Errores que tienen mucha menos condena que la actitud de confrontación permanente aprovechando  una situación tan desgraciada. Ahora que las Autonomías están tomando decisiones de confinamiento que dañan, lógicamente, la economía, dónde quedaron sus negativas a apoyar las medidas de aislamiento cuando las dictaba el Gobierno Central, dónde sus gritos de libertad....?

Política de trincheras sin homologación en Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Portugal...porque allí sí están unidos para superar la pandemia excluyéndola del debate político.

 A veces tengo la sensación de que a la política actual en nuestro país le falta un punto de grandeza y le sobra espectáculo

¿Es verdad que durante algún tiempo fue el alcalde en la sombra de Punta Umbría?

Nunca. Formé parte de un equipo magnífico en el que todos aportamos mucho, y el primero el alcalde. Creo que hicimos muchas cosas y conseguimos  cambios en muchos ámbitos, urbanístico, deportivo, pesquero, medio ambiental, turístico... que han sido positivos para Punta.

¿Cuáles son los mejores y peores recuerdos de su vida como político?

Tengo muy buenos recuerdos, casi todos lo son. Han sido muchos años y las responsabilidades que he tenido me han permitido conocer, trabajar y, en muchos casos, trabar amistad con personas de todo signo político en España y en otros países.

Presidir la Delegación Española en la Asamblea del Atlántico Norte (de la que forman parte parlamentarios de los países que componen la OTAN) me permitió reunirme y trabajar con personas que forman parte de la mejor historia política: Helmut Schmidt, Mariano Rumor, Giorgio Napolitano, Edward Kennedy, etc

Pertenecer a la dirección de las Cortes me ha permitido conocer y mantener reuniones con Valdimir Putin (no mereció la pena), con Xi Jinping, Presidente  chino ( mereció mucho la pena) Shinzo Abe, Primer Ministro japonés, entre otros. Los cito porque guardo muy buenos recuerdos de su sentido de Estado y de sus profundos análisis políticos.

Ahora bien, de quien me sentí fascinado fue de José Mugica y de la conversación, en su despacho en la Presidencia de Uruguay,  llena de análisis rigurosos y de calidad humana, y que mantengo en mi memoria como un tesoro.

Los análisis políticos de Felipe González en la Ejecutiva Federal los lunes por la mañana forman parte de mis mejores recuerdos políticos. Como lo son, también en la Ejecutiva Federal de José Luis R. Zapatero, sus esfuerzos por sacar adelante la ampliación de derechos individuales, de igualdad, de matrimonio entre personas del mismo sexo, etc.

Y en mi trabajo provincial tengo recuerdos muy emotivos de la lucha en las cuencas mineras del Río Tinto, Tharsis, La Zarza, etc. De las reivindicaciones en el mundo de la pesca y de la unión que conseguimos personas e intereses tan distintos. De la categoría profesional, política y humana de las compañeras y compañeros que trabajaron por la gente, por Huelva, en la dirección del PSOE, en delegaciones, ayuntamientos, Junta de Andalucía, etc., en la época en  la que tuve el honor de dirigir el partido y a los que tanto admiré y de los que tanto aprendí.

Los malos recuerdos los limitaré a tres:

La tarde del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que compartí entre otros con Petronila Guerrero, Genaro G. Arreciado y Pepe González Gastañaga, y que nos producía la sensación de la inutilidad del esfuerzo realizado por la democracia, de vuelta a la negrura de la que veníamos.

La tarde del asesinato por ETA de mi amigo Fernando Buesa, con quien había trabajado en las resoluciones del Congreso del PSOE sobre derechos humanos e igualdad

 Y el fallecimiento de Pepe Cejudo, a quien tanto sigo echando de menos.

Anécdotas vividas, cuéntenos algunas

Son tantas... Estos días que se rinde justo homenaje a Ernest Lluch, el hombre que llevó a cabo la sanidad publica universal, de acuerdo al programa socialista de 1982, he recordado alguna de sus anécdotas mientras compartíamos clases de inglés. En una de ellas le pregunté cómo eran los Consejos de Ministros de los viernes. Me miró muy serio y me dijo: “no creas que merecen mucho la pena, a mi lo que de verdad me interesa son los análisis políticos que hace al inicio el presidente del Gobierno".

En un pequeño pueblo de la Sierra con ocasión de no recuerdo qué campaña de las primeras en democracia, nos envió el Comité electoral a pronunciar un mitin. Creo recordar que el cartel de oradores lo componíamos Curro López Real, Antonio G. Correa y yo. Llegamos al pueblo y nos acercamos al colegio donde estaba programado el acto. Nos recibió un compañero con un magnetófono en la mano y entramos. Nos extrañó que en el aula prevista para el acto no hubiera nadie. Le preguntamos frustrados por lo que creíamos un fracaso rotundo de audiencia... el compañero aquel, sonriendo, nos dijo: “no os preocupéis, para eso he traído este magnetófono, lo cogéis para hablar y gritáis fuerte, porque en el pueblo todavía tienen miedo a venir y que les vean, pero en  todas las casas están las ventanas abiertas para escucharos. Hay  tantas...

¿Qué diferencia hay entre los políticos de la transición y los actuales?

No soy de los que piensan que todos los políticos de antes eran mejores (algunos sí). Por el contrario, creo que los políticos actuales están más formados y son muy conscientes de la problemática actual con la desigualdad, la precariedad, el cambio climático, el populismo, el autoritarismo a la cabeza.

También creo que los políticos de la transición eran profesionales con vocación política y los actuales, generalizando, profesionales de la política desde jóvenes. Y no parece, en ocasiones, que esto último sea lo mejor.

¿Hubiese pactado con Podemos?

No hubo otra manera. De no hacerlo se abocaba a nuevas elecciones. Faltó a la oposición la generosidad que sí tuvo el socialismo absteniéndose para permitir que ellos (Rajoy) gobernaran unos años antes y en situación similar. Se podría decir que la actitud de la  oposición también hizo posible la conformación del Gobierno.

Está por ver cómo se desarrolla el Gobierno de coalición, aunque preocupen algunos síntomas de quien parece que aspira a ser Gobierno y oposición al mismo tiempo.

Confiemos en la aprobación de los presupuestos para que se abra un nuevo tiempo en el que se recuperen las instituciones democráticas tan dañadas: Las Cortes en bronca continua, el órgano de los Jueces (CGPJ) deslegitimado por el boicot que sufre su renovación, la Jefatura del Estado atacada desde miembros del Ejecutivo...

Los optimistas confiamos en que llegue pronto el momento en que se diferencie lo profundo y lo banal, la política y el espectáculo, el debate y el esperpento... y se recupere la confianza en la política hoy tan deteriorada. Conozco bien al presidente del Gobierno  y he trabajado  con muchos de sus ministros y ministras  y con alguno de ellos y ellas mantengo una amistad profunda. Creo que son conscientes del momento histórico (uno más) que les ha tocado vivir y estarán a la altura.

¿Qué  hace en la actualidad?

Escribir, leer y estudiar, aprender de los jóvenes (la mayoría), aprender a ser mayor y de los mayores,  ayudar en el Despacho de Madrid. Colaborar y aportar allí donde me dicen que puedo hacerlo, incluidas algunas ONGs sobre medio ambiente y derechos humanos a las que pertenezco desde hace mucho tiempo.   Recuperar familia, recuperar amigos... Seguir siendo del Betis a pesar de que no abundan los motivos.

¿Le gustaría ser de los primeros en vacunarse del Covid-19?

Cuando toque. Que cuiden a los sanitarios, a los que tanto debemos. Y después a quien tengan programado. Seguro que se hará bien porque todos los europeos haremos lo mismo.  (Alguna idea: que prioricen a quienes trabajan de cajeros/as en los supermercados, en las farmacias, en las residencias...estoy seguro que esta vez los tendrán mas en cuenta.

 ¿Por qué le cesaron como presidente del Puerto de Huelva? Tuvo algo que ver el tema Majarabique?

Quien nombra, cesa. Sin mas. No tiene que dar muchas explicaciones . Puede ser porque se ha perdido la confianza, porque se abre otro periodo para el que se precisa otro perfil, etc. Lo que importa es hacer lo que hay que hacer cuando se tiene una responsabilidad. Y se hizo. Con muchas presiones para no hacerlo, pero se hizo. Y hoy el Puerto de Huelva se ha diversificado gracias a su implantación en Majarabique (Sevilla), abriendo una ruta de ferrocarril para apostar por el negocio de contenedores, ampliar sus rutas hacía África, América y Norte de Europa, Canarias... convirtiéndose en un puerto muy atractivo para las grandes navieras que están viniendo, etc.

Por cierto, en algún momento habrá que reconocer el trabajo extraordinario  que realizan quienes trabajan en el Puerto. Alrededor de doscientos. Ellos y ellas hacen que la imagen de Huelva (esta sí) sea reconocida y admirada  en medio mundo como industrial, exportadora, responsable, innovadora. Para sentirse orgullosos.

Javier, que me ha encantado echar este ratito de charla, que seguiremos viéndonos en el Suizo Chico o en Los Maestres, y que mientras nos tomamos una cerveza entre Jesuli Mariano y yo intentaremos convencerte para que cambies de equipo, pues el Betis está dando muchos disgustos y no debes sufrir tanto. Gracias Javier por su amabilidad