jueves. 28.03.2024
El tiempo

Los bares de Huelva encaran la primavera con pérdidas del 50% tras la Semana Santa

Con la mirada puesta en el 2019, el año antes de la pandemia, la hostelería onubense ha cerrado esta Semana Santa con una pérdida en la facturación del 50%. El repunte de contagios en Huelva tampoco ayuda al sector a levantar cabeza
Los bares de Huelva encaran la primavera con pérdidas del 50% tras la Semana Santa

Con la mirada puesta en el 2019, el año antes de la pandemia, la hostelería onubense ha cerrado esta Semana Santa con una pérdida en la facturación del 50% .

Las limitaciones de aforo, horarios y cierre perimetral de las provincias, han sido las principales causas de esta caída de ingresos. "El cliente busca una terraza, ya que repele el interior. Estamos muy cansados de esta situación, necesitamos que el agua se calme y que las olas formen parte del pasado", explica Rafael Acevedo, presidente de la Asociación Provincial de Bares Restaurantes y Cafeterías de Huelva (BARECA).

"El año pasado estábamos con las puertas cerradas y sin poder vender, todo eran perdidas, ya que los gastos fijos eran prácticamente los mismos y las entradas eran 0 €. En 2020 algunos hosteleros lamentaron pérdidas de hasta 6.000 euros.

Este año, al menos, hemos estado abiertos con un 75% de aforo en el interior y un 100% en terrazas, aunque sin dar cenas, ya que los hábitos no cambian. Aquí en el sur si salimos a cenar nos gusta que sea sin prisas. Solemos empezar sobre las 22 h., por eso, con el cierre a las 22.30 h. es muy complicado poder ofrecer al cliente ese servicio", indica el presidente de BARECA.

Huelva, "una provincia huérfana de su clientela habitual"

Tal y como apuntan en BARECA, la afluencia ha sido menor que otros años: " La provincia ha estado huérfana de su cliente habitual en estos tiempos: la Sosta, la Sierra, la Suenca Minera, el Andévalo, el Condado... todas las comarcas y la capital tenían esta fecha marcada en el calendario para dar el pistoletazo de salida a la temporada primavera - verano y con el anuncio del cierre perimetral provincial se esfumaron".

Y es que, durante la Semana Santa, a nivel general, el perfil del comensal ha sido el mismo que el del día, con la excepción de los días del fin de semana, los de mayor afluencia: "El cliente habitual ha sido el del día a día, durante la Semana Santa no hemos recibido a clientes de otras provincias. Quizás el fin de semana sí que nos hemos movido por toda la provincia y nos hemos repartido por todas las localidades, pero sin aglomeraciones ni llenos a los que estábamos acostumbrados. Aunque ha habido movimiento provincial, ha sido muy ordenado y repartido por toda la provincia. Esto se traduce en una Semana Santa muy tranquila para el sector".

Con este balance de la que suele ser, una de las semanas más importantes del año para el sector (en términos económicos), la hostelería encara la primavera con pocas ilusiones y sin perder de vista el repunte de casos.

"Lo vemos complicado, la verdad. La situación no varía y se vuelve a repetir cada cierto tiempo. Estamos ya cansados de estar siempre en el punto de mira, tenemos ganas de que nos dejen trabajar con normalidad y de que termine esta situación", confiesa Rafael Acevedo.

Antonio Maestre Barbosa, propietario del 'Bar Los Maestres', uno de los bares más señeros de la capital (fundado en 1976) también lamenta que el porcentaje de ventas haya bajado esta Semana Santa casi un 50%. Aunque, dice, no les coge por sorpresa.

"Realmente me esperaba mucho menos. La caja que hemos hecho ha sido gracias a la clientela habitual, gente joven y asidua en nuestro bar", cuenta.

En la costa, las pérdidas también se han notado enormemente en relación a años anteriores a la pandemia.

Desde el Mesón Restaurante La Casona (Ayamonte), cuentan a diariodehuelva.es  que el porcentaje de ventas con respecto a otros años es incomparable. "Aunque tenemos que pensar que en 2020, sin duda, fue mucho peor, puesto que estuvimos cerrados por el confinamiento. Este año por lo menos hemos estado en activo. Eso sí, en comparación con la Semana Santa del 2019, podríamos decir que hemos perdido un 60% de ingresos", afirma Sebastián Rodríguez Rico, gerente y copropietario del establecimiento.

En este restaurante costero, más del 50% de la clientela es onubense, aunque, en condiciones normales, en fechas tan señeras como la Semana Grande, hubieran recibido la visita de muchos portugueses. "Lo que sí hemos notado es la ausencia de gente de fuera y de Portugal, por los cierres perimetrales entre provincias y el cierre de fronteras. Pero a cambio, hemos tenido la visita de personas de pueblos de alrededor e incluso de la capital. Aunque el resultado no ha sido tan negativo como pensábamos, hemos tenido que renunciar a contratar a más personal y a cerrar parte del restaurante", lamenta.

A pesar de que la normativa ha permitido la apertura de restaurantes hasta las 22.30 h., para locales como este la relajación de esta medida no ha supuesto ningún alivio: "Hemos estado abiertos, pero nuestros clientes de aquí no están acostumbrados a cenar tan temprano y suelen llegar más tarde, lo que reduce el trabajo de la noche a una hora".

El turismo rural pasa del todo a nada: "En 2019 tuvimos una ocupación del 100%. Este año la rentabilidad ha sido nula"

Teniendo en cuenta el cierre perimetral de la provincia, el flujo turístico en la Sierra se ha visto mermado en un porcentaje muy alto con respecto a otros años anteriores a la pandemia, cuando se registraba el 100% de ocupación en los días claves, de Jueves Santo a Domingo de Resurrección. Además, de la gran ocupación que se solía recibir durante el fin de semana previo hasta el Miércoles Santo.

"En este 2021, en el global de la semana, no se ha alcanzado ni el 40% de ocupación, con reservas, en muchos casos, de una sola noche, cuando lo habitual en estas fechas es que los clientes reserven varias noches. Por lo tanto, la rentabilidad se ha visto muy mermada, casi nula", asegura Cinta Aguilar, presidenta de la Asociación Empresas Turísticas Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Aunque la procedencia del visitante ha sido provincial, por el cierre perimetral de provincias, el perfil de personas sí ha sido el habitual: parejas, familias con niños, etc.

"La Semana Santa es una fecha consolidada en cuanto afluencia turística en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, con procedencia regional, nacional e internacional, pero este año no ha sido así por lo ya conocido. En general, las medidas adoptadas para combatir la situación de pandemia hacen que no podamos alcanzar los objetivos de otros años.

El panorama se presenta incierto, todo va a ir en función de cómo avancemos con la vacunación y se vayan parando los contagios. Entendemos que la recuperación del sector será lenta y calamitosa, por lo que es absolutamente necesario que se activen y dinamicen las ayudas anunciadas, para paliar en alguna medida la dramática situación por la que está pasando el sector", explica Aguilar.