Rafael Barba: "Más del 95% de la planta hotelera está cerrada. Si no hay movilidad, no hay turismo"

Los sectores hostelero y hotelero han sido (y sigue siendo) con mucho, los grandes damnificados por la crisis sanitaria.

Ambos sectores (alojamiento y hostelería) generan unos 15.000 puestos de trabajo de media al año en la provincia. Debido al Covid-19, en la hostelería se han perdido más del 20% de los trabajos. En el caso de los hoteles, encontramos, sobre todo, al trabajador fijo discontinuo, una figura que está en ERTE. Por lo que en estos momentos la operatividad del sector es muy baja, por no decir, nula.

En diariodehuelva.es analizamos estos datos con Rafael Barba, secretario general del Círculo Empresarial de Turismo de Huelva.

"El balance que hacemos de 2020 es muy negativo. Ni si quiera podemos hacer una comparación con el 2019, ya que las circunstancias han sido totalmente distintas. Si no hay movilidad, no hay turismo. Así de simple. Y así ha sido. Desde el pasado mes de septiembre, ya casi más del 95% de la oferta hotelera estaba cerrada", explica Rafael Barba.

En conjunto, en el 2020, la pérdida de facturación del sector de alojamientos ha sido cercano al 85%. "Hemos tenido un período de actividad muy corto, de entorno dos meses y medio. En plena temporada alta de campos de golf, apenas ha habido actividad y lo mismo ha ocurrido con el turismo de interior. En período de máxima facturación, como el otoño para el turismo rural, la actividad de los alojamientos ha sido inexistente. Hemos vivido, por tanto, una situación muy complicada", lamenta el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo.

Huelva ha cerrado el 2020 casi con el 85-90% de la planta hotelera cerrada. Eso, en cuanto al número de plazas operativas, supone una pérdida de unas escasas 3.000 plazas (en los mejores momentos, dentro del último tramo del 2020) concentradas fundamentalmente en las 1.100 de Huelva y, el resto, en el interior.

Y las perspectivas para el nuevo año tampoco son demasiado optimistas, teniendo en cuenta las nuevas restricciones a causa de la tercera ola de la pandemia.

"La provincia cuenta con un 85% de plazas de alojamiento enfocadas al turismo de sol y playa. Seguimos teniendo cierta esperanza de que a finales de mayo o primeros de junio, puedan estar reactivadas, aunque no sea al 100%. El año pasado sufrimos una pérdida del 80% y confiábamos en que este año la pérdida fuera algo menor, entorno al 50%. Sin embargo, a día de hoy, el escenario se vuelve cada vez más incierto", explica.

La solución del sector pasa porque "les dejen trabajar".  Aunque, lamentan, la limitación de movilidad es incompatible con el turismo. Por eso, los empresarios insisten en que lo único que puede salvar el futuro del sector es un verdadero plan nacional de rescate con ayudas directas, al estilo de los que han aprobado países como Francia, Italia o Alemania.

Pero, viendo que esas ayudas tampoco llegan, ahora han decidido centran sus esfuerzos en el pago de impuestos.

"Estamos trabajando con la Diputación y la Junta de Andalucía en un plan de ayudas para poder sufragar los grandes impuestos que, pese al cierre, el sector de alojamientos tiene que seguir asumiendo. No podemos hacer frente a este pago sin generar ingresos", añade Barba.