lunes. 16.06.2025
El tiempo

Antonio Marques: "Cada pájaro cuenta una historia”

Antonio Marques: "Cada pájaro cuenta una historia”

Este profesonal de la ornitología cuenta cómo es este área en el Algarve y su experiencia en la zona de Querença.

António Manuel Marques, de 53 años, natural de Paderne y afincado en Faro, donde dirige un café en una zona residencial de la ciudad, es un experto en ornitología autóctona de Portugal.

Durante los últimos cuatro años, ha coordinado una estación de anillamiento científico de aves en la Fuente de Benémola, Loulé. De su experiencia de más de una década, cree que el estado de la avifauna en general ha mejorado. Pero lamenta que no haya más interesados en esta actividad en el Algarve, ya que se trata de una zona migratoria muy concurrida, donde sólo hay dos centros de anillamiento.

Muchos sábados son así: aún el sol está lejos de salir, y ya Antonio Marques está inmerso en el campo. Su interés por las aves ya dura más de tres décadas. ”Antiguamente, las personas tenían lo costumbre de hacer caza la ilegal con armadillos. Varias veces me trajeron anillas, muchas de ellas habían sido colocados en el extranjero”, procedentes de países tan lejanos como Rusia, Suecia y Noruega.

“Así que empecé a interesarme por las cuestiones de la conservación de la naturaleza, de la sensibilización y decidí profundizar la ornitología”. Marques decidió trabajar con aves en libertad y desde hace 10 años es anillador oficial acreditado por el Instituto de Conservación de la Naturaleza y Florestas (ICNF).

Junto a un pequeño equipo de tres personas, Marques trabaja voluntariamente desde hace cuatro años en una "estación de esfuerzo constante," el número 11 en el registro ICNF, situado en la Fuente de Benémola.

El objetivo es recoger paseriformes – pájaros de pequeño tamaño-, cuya captura se realiza mediante redes verticales especiales para este fin (importadas de Inglaterra o Finlandia) que no molestan los individuos.

“Tenemos una gran flujo de aves de septiembre a diciembre. Ahora contamos con una gran variedad de especies en proceso de anillamiento, que son los residentes y los estivales que proceden de África. Luego tenemos las aves vienen del norte y centro de Europa, que anidan allí pero pasan por aquí en su migración para África”, explica el ornitólogo.

Cada espécimen es cuidadosamente recogida en pequeñas bolsas, para una observación minuciosa. Si la ave ya está anillada, se registra la información. Marques ha encontrado en Loulé aves anilladas en España, Francia, Bélgica e Inglaterra, entre otros muchos países de origen.

querenok.jpg“El año pasado encontré una ave, una Felosa bilistada (Phylloscopus inornatus), que ha nidificado en las taigas siberianas y debe hacer su migración para Asia -China, Nepal, Tailandia o Japón-. Ha realizado una migración rara o accidental y terminó en Querença”, destada.

 

En los anillamientos, se coloca una nueva anilla en el tarso del ave. SE miden las alas, se determina el sexo y la edad, se evalúa el estado del plumaje, el nivel de grasa y de masa muscular y peso.

“Tenemos una hoja de campo, en el que registramos cada ave individualmente. Esta información luego se inserta en un programa informático proporcionado por el ICNF, que exporta los datos a un servidor central cada semestre”, explica. Al final de esa época, la información recopilada ayuda a determinar los índices asociados a cada especie (supervivencia y reproducción).

“La especie más amenazada es, en mi opinión, el alcaudón (Picanço-barreteiro) (Lanius senator), por causa de los campos agrícolas o algún otro problema en los hábitat”. “Las aves son los primeros en dar el señal de los efectos del cambio climático. Es notorio. Por ejemplo, hay ciertas aves que ya no necesitan viajar a sus lugares de anidación anteriores. Tenemos poblaciones de los petirrojos –piscos, en portugués- (Erithacus rubecula) y curruca capirotada –felosinhas- (Sylvia atricapila) que anidan aquí en Portugal, y antiguamente eso no acontecía”, añade.

Marques asegura que “un pájaro consigue tener las mejores índices de sobrevivencia es el ruiseñor común -rouxinol comum en portugués- (Luscinia svecica).Es un pájaro que viene muy pronto de África, nidifica y se marcha pronto. Es su estrategia. De todos lo que he anillado a lo largo de los años, veo que tienen una tasa de supervivencia de alrededor del 75 por ciento, que es bastante alto.

Por ejemplo, nuestros pinzones –pintassilgos, en portugués-, la especie residente, tienen una tasa de supervivencia de 1 a 2 por ciento. Lo mismo sucede con el verderón –verdilhão, en portugués- (Chloris chloris) o la serina -milheirinha en portugués- (Serinus serinus)”.

Los días de lluvia y de viento no son propicios para el anillamiento científico. Aún así, ”creo que es normal la colocación de tres a cuatro mil anillas al año”, estima.

Marques considera que la disminución de la caza furtiva ha sido beneficioso para el medio ambiente. Sin embargo, hay otros misterios por resolver. "Los libros dicen que los mirlos –melros, en portugués- (Turdus merula) son residentes, pero no tanto”. “Debido a que durante la anidación, llego a anillar 200 mirlos y poco después, nunca mas coge ninguno. ¿A dónde van? No lo sé. Pasan los meses y ni siquiera los escucho. Tienen una gran dispersión, sin duda”.

Tal es así que, recientemente apareció “un mirlo que había anillado en 2008. Lo que me dio una gran alegría. Durante todo este tiempo, esta ave desapareció. No sabíamos dónde andaba y apareció ahora, después de todos estos años en el mismo sitio. No fue recogido por otro equipo de anillamiento científico, pues habríamos sido informados. Ahora estamos en espera de las aves africanas entre 2008 y 2013, que estará aquí pronto! “

Antonio Marques afirma que le gustaría que hubiese más centros de anillamiento en el Algarve. El más cercano está en la zona de Portimão, en Mexilhoeira Grande. “Pero nunca me llegó un pájaro de ellos, ni a ellos llegó uno de mis pájaros”. ¿Cómo se explica eso? “Porque son diferentes rutas, que no coinciden. Si hubiera más estaciones y más personas interesadas en esta actividad, podríamos recopilar más información. Es increíble que sólo haya dos estaciones cuando el Algarve es una región que recibe a millones de aves cada año”, lamenta el ornitólogo.

Marques sugiere que se podrían instalar “dos en Tavira, una zona costera y otra en las colinas de la Sierra del Caldeirão”.

Tal vez el futuro va a dar sus frutos. En 2013, Marques hizo una decena de sesiones para las escuelas del municipio de Loulé, organizado por el departamento de medio ambiente de la autoridad local, siempre con gran interés por parte de los estudiantes. Este año, ya recibió las escuelas secundarias de Loulé. ”También me gustaría extender este proyecto a las escuelas de otros distritos”, concluye.

Comentarios