Las aguas del Río Tinto se vuelven turquesa a su paso por Niebla
El Río Tinto ha visto cómo sus aguas se tiñen de turquesa a su paso por el puente romano de Niebla. Una imagen nunca antes vista pues el color 'natural' de sus aguas es rojizo con mayor o menor intensidad a su paso por los 100 kilómetros por los que discurre su cauce desde el nacimiento en la sierra de Padre Caro hasta su desembocadura en la ría de Huelva.
En concreto su color es fruto del alto contenido en azufre, sulfuros que se mezclan con los materiales pesados. En este ecosistema viven microorganismos que, tal cómo descubrió la Nasa, "oxidan esos materiales" y contribuyendo a que "el azufre y el hierro generen iones que acidifican el agua".
Es por ello que por sus agua no fluye más vida que estos microorganismos adaptados a un pH del agua extremo. En estas circunstancias resulta muy extraño que el agua se haya tornado turquesa.
Ante esta revelación, los vecinos han pedido que se investiga un posible caso de contaminación por algún vertido.