Acude a ‘Change.org’ para evitar que derriben su casa, en suelo rústico
Le condenaron a seis meses de prisión, una multa de 2.160 euros y a demoler la vivienda, donde vive con su pareja y su hija pequeña.
Javier Andújar, vecino de Linares de la Sierra, ha iniciado una recogida de firmas por Internet para pedir su absolución, tras ser condenado por un delito contra la ordenación del territorio a seis meses de prisión, al pago de una multa de 2.160 euros y a la demolición de su casa, construida en suelo rústico, en la que vive con su pareja y su hija de cinco años de edad, siendo ésta su única vivienda. Para ello, informa la agencia Europa Press, Andújar ha iniciado una campaña en change.org, con el fin de obtener firmas de apoyo y poder evitar el derribo de esta casa. Por el momento, según ha registrado el portal, este vecino ha conseguido cerca de 840.
Javier Andújar, de 45 años y parado de larga duración, construyó esta vivienda de 49 metros cuadrados en terreno rural, rehabilitando para ello una construcción preexistente, para lo que solicitó licencia municipal y permiso del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, y remarca que ambos organismos "concedieron los permisos necesarios".
Del mismo modo, asegura que sobre la autorización escrita recibió una serie de indicaciones verbales "sobre dónde y cómo edificar, que fueron seguidas en base a la buena fe de cualquier ciudadano y ahí estuvo su gran error", a lo que añade que no construyó una casa nueva, sino que "rehabilitó una construcción ruinosa existente, con más de 35 años de antigüedad y con uso de vivienda, que ya constaba en la escritura pública de compraventa".
Andújar alega que "tan legal era dicha construcción y tan aprobaba estaba por el Ayuntamiento que se le concedió el suministro de agua potable, alcantarillado y basura", indicando además que es "evidente que ningún Consistorio concede un suministro municipal, sin que exista un permiso de obra, bien sea expreso o tácito".
Del mismo modo, señala que su situación socio-económica es "absolutamente precaria", pues tiene 45 años y es parado de larga duración y "el riesgo de exclusión social es claro porque en su unidad familiar no entra ningún aporte económico", a lo que añade que esta casa "no supone un perjuicio medio-ambiental ni causa impacto visual o estético alguno".
