miércoles. 18.06.2025
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La quiebra del tour-operador británico Thomas Cook deja en el aire cientos de empleos en Huelva

Los miles de agentes de Thomas Cook atraían miles de turistas a la Costa de la Luz onubense. Doñana era su banderín de enganche. Y gestiona dos hoteles de lujo: el Sentido Ama Islantilla y el Sentido Garden Playanatural en El Rompido.
La quiebra del tour-operador británico Thomas Cook deja en el aire cientos de empleos en Huelva

El Brexit, la salida dislocada y anárquica del Reino Unido de la Unión Europea, asoma la patita en Huelva. Y lo hace a lo bestia. La quiebra del gigante británico del turismo internacional, el tour-operador Thomas Cook, afecta, y mucho al sector hotelero, de servicios y ocio de la provincia onubense.

Los agentes de Thomas Cook acarrean cada año a miles de turistas ingleses y de otros países de la UE a los centros hoteleros de la costa de Huelva, y también hasta el Parque Nacional de Doñana. Un destino, este último mimado por el tour-operador británico.

De hecho el gigante quebrado trajo hace poco más de un año a un grupo de veinte periodistas alemanes a Huelva para que llevaran al corazón de la Unión Europea las bondades de nuestra Costa de la Luz.

El grupo de periodistas de diferentes medios de comunicación conocieron los parajes de Doñana, y El Rocío. De la mano de Thomas Cook el Patronato de Turismo de Huelva impulsaba la proyección de Huelva en Alemania y el resto de Europa. Y no hay feria de turismo nacional o internacional donde los agentes de Thomas Cook no hayan sido contactados por el sector turístico de Huelva

El Grupo Thomas Cook tiene 12 millones de potenciales clientes en los múltiples canales que opera y solo en Alemania cuenta con más de 30.000 agentes de viaje y opera con 9.000 agencias. Muchas de ellas son las responsables de traer hasta hoteles de la costa de Huelva a ese turismo senior, de gran poder adquisitivo, que mantiene abiertos nuestros hoteles en la temporada baja que ahora comienza.

Hoy mismo la página web de Thomas Cook que dedicaba al Destino Doñana aparecía cerrada y sin vínculos, una prueba más de cómo cualquier hecho relevante de la economía globalizada acaba afectando a sectores en todo el mundo.

Porque la quiebra de Thomas Cook puede ser un Leman Brothers para el turismo. Porque la caída en 2008 del gigante financiero norteamericano acabó arrastrando a la banca de inversión y estalló la crisis. Lo único positivo de este asunto Cook para Huelva es que el turismo internacional, desgraciadamente, tiene poca relevancia en la provincia onubense, donde los flujos turístico son principalmente nacionales: de Madrid, Extremadura y el Norte patrio.

Hace apenas un año  Thomas Cook anunciaba la apertura de dos nuevos hoteles en las costas españolas. En concreto debutaban en su cartera inversora el Sentido Ama Islantilla y el Sentido Garden Playanatural, ambos ubicados en la Costa de la Luz onubense.

El Ama Islantilla se caracteriza por ser ‘family friendly’ y cuenta con 240 habitaciones. Está ubicado en una zona boscosa a 2 kilómetros de la playa de Islantilla y cerca del Parque Nacional de Doñana. En los alrededores del establecimiento hay un campo de golf de 27 hoyos. Y el Garden Playanatural es un 'adults only' de cuatro estrellas, ubicado en un entorno natural, para garantizar la desconexión de los huéspedes. Suma un total de 230 habitaciones.

Thomas Cook anunció que acompañaría estas aperturas con conexiones aéreas desde Mánchester, Belfast, Bristol, Glasgow, Londres-Gatwick, Londres-Luton y Newcastle rumbo a Faro (Portugal). Desde allí, la compañía ofrecerá el traslado hacia los hoteles cruzando la frontera por Ayamonte.

La Junta de Andalucía, los sindicatos y los patronatos de turismo aun no han cuantificado el impacto en el empleo que puede tener la quiebra del gigante británico del turismo pero en lo que respecta al sector hotelero de Huelva están en juego cientos de empleos directos en los hoteles bajo su gestión y de forma indirecta en los destinos que comercializaba  y que tenía al Parque de Doñana como banderín de enganche.

Al margen de los riesgos directos, las administraciones tendrán que resolver los viajes de miles de turistas que se han quedado al pairo y deberán gestionar de nuevo sus viajes.