sábado. 27.04.2024
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Se cumplen 10 años desde la donación del archivo Beneyto a la Asociación Lieva

Emilio Rodriguez Beneyto cedió parte de su colección en 2012 para la divulgación del patrimonio de Galaroza
Se cumplen 10 años desde la donación del archivo Beneyto a la Asociación Lieva

La generosidad no es habitual cuando se habla de patrimonio privado. No son muchas las iniciativas que destacan a la hora de regalar bienes que pertenecen a una persona, en aras de su conservación futura y disfrute de todos y todas. Por ello, cuando se producen este tipo de actos, es de justicia ensalzarlos y recordarlos. Hace una década, el cachonero Emilio Rodríguez Beneyto donó parte de su archivo fotográfico a la Asociación Cultural Lieva con los objetivos de su perpetuación y su divulgación; por ello, al cumplirse 10 años de aquel gesto, se quiere poner en valor su significado y recorrido.

A lo largo de su vida dedicada a la cultura y la educación, Emilio R. Beneyto atesoró cientos de fotografías antiguas que fue recopilando gracias al préstamo de los vecinos. Además, amplió su compilación con su propia obra, tanto en blanco y negro como en color, que suponen un paseo por la vida de la Galaroza de las últimas décadas.

En abril de 2012, decidió poner esa colección en manos de Lieva, donando alrededor de 4.000 imágenes que abarcan desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Son imágenes de paisajes urbanos, de acontecimientos festivos, de costumbres y del cotidiano latido laboral de Galaroza. A través de ellas, se puede mirar y admirar lo que fue este pueblo en los últimos cien años: sus calles y plazas con sus antiguos árboles y empedrados, la evolución del vestuario de sus vecinos según van discurriendo las modas, la sencillez y hermosura de sus fiestas, de su religiosidad, de sus vivencias y variaciones sociales y culturales según los tiempos y las etapas políticas, o los cambios físicos y tecnológicos de los juguetes que hicieron felices a nuestros padres y abuelos.

Beneyto decidió legar este patrimonio a la Asociación Lieva por su confianza y valoración en la labor de investigación y divulgación que está realizando, y por continuar el propósito común de difundir el patrimonio de Galaroza. Diez años después, se dan por cumplidos aquellos propósitos y se le darán más impulsos en la medida de lo posible.

Emilio Rodríguez ha sido, durante más de treinta años, profesor de matemáticas, y ha dedicado muchas horas a la investigación histórica en varios de los Archivos más sobresalientes de España, incluidos los de la provincia de Huelva. Pasó muchas noches leyendo y copiando datos en el Archivo Parroquial de Galaroza, con la única luz de una linterna pues la habitación no poseía instalación eléctrica. De ahí nació su primer libro en 1986, ‘Aspectos históricos de Galaroza’, que recientemente, actualizado y ampliado, ha supuesto en 2018 la edición de ‘Historias de Galaroza. Primera parte: Noticias y Sucesos’.

Una selección de sus fotografías antiguas y de sus poéticos textos fueron publicados en el libro ‘Retorno’, cuya presentación fue escrita en el invierno de 1997, cumpliéndose por tanto ahora una efeméride de 25 años.

Profundamente enamorado de Galaroza, fue activo protagonista de la vida cultural de su pueblo y de la comarca durante las décadas de los 70 y 80. Fue uno de los fundadores de las Jornadas de Patrimonio de la Sierra, allá por 1985, cuando eran organizadas por un reducido número de románticos, que iniciaron el camino de lo que hoy es el acontecimiento cultural más importante de la comarca.

Su pueblo premió sus desvelos en 2018 con la concesión del Pero de Oro, la máxima distinción que otorga Galaoza a sus hijos por su aportación o su trayectoria.

La asociación Lieva ya tenía un incipiente archivo antiguo y comenzó una apuesta decidida por la divulgación y extensión de este patrimonio. Se organizaron en los últimos años exposiciones, audiovisuales o publicaciones con las fotografías antiguas como eje principal, por lo que se han conseguido las finalidades inicialmente propuestas.

Tras la aportación de Beneyto el colectivo ha multiplicado el número de imágenes gracias a los préstamos de los cachoneros, llegando a disponer de cerca de 30.000 archivos, a los que han sumado documentos y otros objetos patrimoniales que conforman una de las colecciones más importantes de la provincia de Huelva. Especialmente amplio es el apartado dedicado a los años 30 del siglo XX y la represión sufrida por los cachoneros, gracias al cual se publicará un libro este año.

Además, los socios de Lieva continúan la pasión de Beneyto por los tesoros documentales, buceando en el archivo parroquial y obteniendo cientos de datos del archivo municipal para enriquecer la recuperación de la historia cachonera.

La próxima colaboración entre Beneyto y Lieva será la selección de algunas fotos de aquella donación para que formen parte de la entrega que la asociación entregará a la Diputación de Huelva dentro del programa ‘100 imágenes Huelva’. Lieva ya ha realizado un primer espurgo con más de 300 imágenes que ahora tendrá que reducir en número, nombrar e incluir una pequeña descripción.